Muy bueno

Análisis de Picross S 4

Análisis de Picross S 4

A veces no hace falta más que un buen pasatiempo con el que matar algunos ratos sueltos. Suena a perogrullada pero no está mal recordárselo a uno mismo de vez en cuando; a veces no hace falta más que algo como Picross S 4.

Picross S 4 es el último fascículo de la interminable serie de juegos de puzzles de Jupiter, que desde mediados de los 90 se ha dedicado a crear estas colecciones de nonogramas, primero en Game Boy y Super Nintendo y después, en especial después del éxito de Picross DS, en las últimas portátiles de Nintendo. (Este desconocido estudio japonés también ha participado en desarrollos tan variopintos como Pokémon Pinball, Kingdom Hearts: Chain of Memories o el software de la Game Boy Camera; antes de asentarse definitivamente en los Picross hicieron un poco de todo, en definitiva.) Hay muchos juegos como Picross; el nonograma no es una fórmula registrada y es fácil encontrar decenas, cientos de estos «crucigramas gráficos» en internet. Algunos incluso han experimentado integrando los nonogramas dentro de otros géneros. Murder by Numbers los convierte en una mecánica dentro de una visual novel de investigación; una semana antes de que saliera Picross S 4, Piczle Cross Adventure mezclaba un RPG retro con pixel art en 2D con desafíos en forma de nonograma. Tienen la misma cabida en una consola que en el catálogo de plugins de Excel.


Y aun así son los Picross de Jupiter los que se han ganado a pulso el aire de oficialidad, como si fueran los originales y el resto meras copias. Lo han conseguido por su constancia, claro; es una constancia que hace que no sea posible considerarlos eventos o hitos de ninguna clase y que los instala felizmente, como decía al principio, en el pasatiempo: en algo que está ahí, como los cuadernillos de sudokus del quiosco, y que simplemente ocurre, como el paso de las estaciones. Pero también merecen ser reseñados por su buen hacer: por cómo cuidan mejor que nadie esos pequeños detalles que solo se aprenden con el oficio.

S 4 es más o menos lo mismo que el resto de entregas de Picross que han salido en Switch (como el propio título desvela, este es el cuarto). Los casi quinientos puzzles de Picross S 4 están repartidos en varios modos de juego. El principal es también el estándar; aquí están los puzzles más básicos, porque van de fácil a difícil (unos pocos de 5×5 para explicar cómo se juega, una amplia meseta de 10×10 para calentar y habituarse, y poco a poco más extensos y más irregulares, no siempre cuadrados) y porque no incluyen las reglas diferentes que sí se ven en otros modos, como Mega Picross, en el que los puzzles son más difíciles y se introducen los «meganúmeros», que indican que hay que pintar no casillas individuales en una misma fila o columna sino grupos conectados en dos adyacentes, o Color Picross, una novedad reciente, en el que no solo hay que pintar las casillas sino tener en cuenta su color, un cambio sutil pero que añade una variación importantísima: mientras que en un Picross estándar siempre hay al menos una casilla de separación entre grupos, en Color Picross puede no haberla entre grupos de colores distintos. Por último, en Clip Picross se forman imágenes completando muchos Picross individuales repartidos por un tablero —que se van desbloqueando a medida que alcanzas hitos en otros modos—, y en el modo Extra se proponen puzzles hilarantemente grandes, de 30×30 y 40×30, larguísimos y casi (y solo casi) ilegibles jugando en modo portátil. En este modo Extra hay un total de cinco puzzles; dos están desbloqueados y los otros tres (los de 40×30, de hecho) se consiguen si también tienes las anteriores entregas. Hablamos de márketing agresivo.

Análisis de Picross S 4

Estrategias hostiles aparte, como decía antes el demonio está en los detalles. En los atajos mínimos que se te ofrecen para marcar casillas con mayor agilidad, o en el suave acompañamiento de la música —que pueden ser varias melodías de muzak relajante o directamente sonido ambiente de pajarillos y naturaleza—, o en el mismo game feel del tablero, en la tactilidad perfecta de las casillas al marcarse o al rellenarse. Pero también en el diseño de los puzzles, piedra angular de Picross, por supuesto: son encantadores o sorprendentes o desconcertantes, pero sobre todo están bien pensados, de una manera sutil y humilde, casi tímida, algo que se nota en cositas mínimas, como en la manera en que las figuras no están del todo centradas, por ejemplo, para no desvelarse antes de tiempo o complicar un poco las cosas no creando simetrías demasiado evidentes. 

Todos estos detalles hacen que los puzzles sean más interesantes de resolver. No todos son igual de sorprendentes, por supuesto, pero el nivel es suficientemente alto como para que el buen gusto que se ve a lo largo de toda la colección (una cualidad algo etérea y subjetiva, lo sé, pero es lo que es: buen gusto) sí cause una gran impresión. Los Picross de Jupiter son infalibes porque te puedes fiar de ellos: saben lo que se hacen, y en ese sentido Picross S 4 no es una excepción.

Hay todo un arte del crucigrama, y por eso los del New York Times son una institución e incluso hay una columna dedicada a ellos: a sus historias, a lo que a veces nos enseñan, a los refugios que ofrecen ante los rompecabezas, más complicados y sin duda menos agradables, que plantea la vida misma, tan mala cuando quiere. La belleza del pasatiempo está en el pasatiempo en sí pero también en todo lo que le rodea; está en lo pasa por la ventana del autobús mientras te distraes haciendo un Sudoku Satánico o en el Parque del Retiro, cuando estás sentado en un banco viendo a la gente pasar a la vez que rumias en tu cabeza una definición especialmente bien escrita o una del todo insustancial pero que te deja espacio para pensar también en tus cosas. Picross S 4 es un pasatiempo de calidad; si buscas uno pero no sabes cuál, este es muy bueno. Qué sensación tan liberadora la de poder referirse a algo de una manera tan sencilla y tan precisa y tan poco pretenciosa: es muy bueno, simple y llanamente. [7]

  1. Deses

    He venido porque esa imagen del puzzle de 30×30 en twitter me dejó flipado. Una pena que solo haya dos.
    Los de 3DS me sabían a poco, en parte porque tenían menos que hacer que el de DS (y llegaban como mucho al 20×15), y en otra parte porque no tenían los «skins» con los que el de DS iba amenizando los «niveles». El de Pokémon era bastante cuco por cierto, no sé por qué quisieron convertirlo en un cruce raro con «f2p».

    Estos de Switch no he llegado a probarlos. ¿Cómo se controla con respecto a los anteriores? Tengo entendido que solo se puede controlar con botones, y tras pasar por el Mario Picross de GB, no quiero sufrirlo otra vez.

  2. NahuelViedma

    Quiero creer que este juego es un tanto para Pep en su demanda por juegos que «te hagan toquetear la Switch».
    Nunca supe el nombre de estos crucigramas, pero no me olvidó que de pequeño, cuando veraneaba en la costa, me pasaba la tarde/noche en la playa haciendo algunos en una revista lleno de nonogramas. Me gustaría saber el nombre de la revista, aunque dudo que exista en la actualidad.
    En fin, fue lindo que el análisis me haga recordar a eso.

  3. Dela

    Por enlazar el análisis con la noticia anterior, y como curiosidad, el primer Mario’s Picross estaba co-desarrollado con Ape Inc., la empresa fundada por el propio Itoi aunque no sé si éste participó de alguna forma.

  4. Gerir

    Vengo a dejar por aquí que hace tres días que pillé el primer Picross S y es DROGA DE LA BUENA.

    No pararéis.

  5. albertaker

    Yo he probado la demo y me ha convencido. Pero tengo una duda, la gente de bien usa la ayuda de marcar las filas/columnas en azul (aquellas que puedes marcar casillas porque tienes información suficiente)? Porque con los pequeños la quito sin problemas, pero a partir de cierto tamaño te facilita el enfocarte y no perder tiempo (ni liarte) en otras zonas.

  6. Víctor Martínez

    @albertaker
    Al final te acostumbras a jugar sin ayudas, pero juega como mejor te vaya, no te preocupes demasiado. Por intuición y marcando a mano al final aprendes a saber por dónde hay que tirar.

  7. albertaker

    @chiconuclear

    Sí, y si tengo que tirar del comodín de «enséñame los errores» cuando veo que la he liado parda no tengo problemas en tirar 😛

    Pero me parecía curioso que en los tutoriales te enseñan a jugar con esos marcadores y no te pregunta nunca si quieres empezar con ello activado o no, cuando sí me parece una ayuda bastante notable (y, vamos, cuenta como ayuda, no te pone «sin ayudas» cuando lo terminas).

  8. Víctor Martínez

    @albertaker
    Claro, claro, al final yo tiro sin ayudas hasta que me empiezo a agobiar demasiado.