Análisis de Onechanbara: Bikini Samurai Squad

onechanbara10 Si Earth Defense Force 2017 fue el homenaje de D3 a la serie B y la ciencia-ficción de los años cincuenta, con hordas masivas de insectos gigantes cabreados y bosses del tamaño del jodido monte Fuji, con Onechanbara: Bikini Samurai Squad es posible que estemos ante la mayor —o quizá la única— oda videojueguil a la serie Z hasta la fecha. Con un argumento digno de Michael Bay tras un derrame cerebral, se nos presenta un juego que no es, ni mucho menos, para todos los públicos. Sólo aquellos que hayamos visto y disfrutado algunas de las más demenciales basuras de la historia del cine de bajo presupuesto, los que consideramos a Toxie el superhéroe definitivo y a Lloyd Kaufman el cineasta más influyente desde Alfred Hitchcock, seremos capaces de aguantarnos el vómito y esbozar una sonrisa sincera ante tamaño despropósito tecnológico. Situémonos: Aya y Saki son dos hermanas que, tras llevar casi toda su existencia atormentadas por una maldición que corre por sus venas, han conseguido, por fin, tener una vida más o menos normal. Pero, ah, la vida de las japonesas pechugonas es siempre inestable, y si a algunas las requieren para posar en una sesión fotográfica embadurnadas de leche condensada, a otras como a Aya se les exige salvar Tokio de una terrible invasión de muertos vivientes. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que vistiendo un minúsculo bikini, una boa de plumas y un sombrero de cowboy? Pues ninguna. Porque si vas a coger tu katana y a salvarle el culo al planeta desmembrando a cientos de zombies, mejor hazlo con estilo. onechanbara05 La historia, como podéis ver, es completamente absurda y carente de sentido y, para narrarla, el juego echa mano de dos recursos muy tradicionales —por no decir burdos—. Uno: esa maldita lacra que son las cinemáticas prerrenderizadas y que en este caso, afortunadamente para todos, son escasas y con semidesnudos gratuitos, algo que se agradece siempre. Y dos: kilométricos bloques de texto en inglés que parecen escritos por el mismísimo Geras, acompañados de una vocecita femenina hablando en perfecto japonés.

I love the sound of breaking bones

Así pues, y al igual que ocurre en las películas de serie Z, Onechanbara no es más que una absurda justificación para poner en pantalla la doble S sagrada del joven heterosexual e inquieto: sangre y silicona. Y es que, desde un prisma digamos «estándar», el juego es mediocre tirando a malo de cojones, con unos gráficos más de la anterior generación que de la actual ((En realidad Onechanbara salió en Japón a finales de 2006.)), una mecánica de juego algo limitada y repetitiva, y una cámara confusa, ineficiente y en general mala hasta niveles ridículos. Sin embargo, aquí hay que puntualizar: la repetitividad del juego quizá sea más una característica común en todos los hack’n’slash, simplemente se trata de que disfrutes o no con esa redundancia empedernida. Yo, en lo personal, jamás podría cansarme de hacer lonchitas de zombie a golpes de katana y luego recoger orbes luminosos para rellenar alguna barra de Dios sabe qué. Adoro los baños de sangre y las amputaciones masivas en un sólo movimiento. Esto es algo que te llega o no te llega, así que en este caso podríamos decir que Onechanbara es un «yo contra el barrio» clásico sólo disfrutable por enfermos del género, y con una mecánica de lo más olescul: exterminar a todo lo que se mueva hasta que nos den acceso a la siguiente zona. onechanbara06

You fat slob, let’s see if ya got any guts!

En cuanto al sistema de combate, su limitación base es que casi siempre usaremos un solo botón para lanzar todos los ataques (exceptuando el ataque especial, que consiste en pulsar dos botones simultáneamente), y los combos que realicemos dependerán de nuestro timing a la hora de pulsarlo, no de combinaciones. Uno de ellos es el Cool Combo, una jodida pesadilla que no he conseguido ejecutar más de tres veces, y que es imprescindible para matar a algunos enemigos muy concretos. Por suerte, a esos podemos ignorarlos y terminar el juego aporreando botones como un chimpancé con síndrome de Tourette sin demasiada dificultad. Hay algunos elementos que nos obligarán a adoptar ciertas «estrategias», por decirlo de alguna forma. Y es que, al utilizar la espada durante mucho rato seguido, su hoja se llenará de sangre y la hará menos efectiva, quedándose atascada en las costillas de los zombies y obligándonos a dejar de luchar unos segundos para quitarle los trozos de víscera de una sacudida que dejará el suelo como si hubiéramos estrellado a un cachorrito contra él. A medida que nos llevemos por delante a decenas de enemigos, aumenta una barra que nos indica la cantidad de sangre de zombie que cubre pegajosamente nuestros voluptuosos cuerpazos y ropajes. Al llenarse, nos hará entrar en algo parecido a un modo berserk (a.k.a. MIRA CÓMO ME HAS PUESTO DE SANGRE, PEDAZO DE MIERDA SECA) en el que nuestros ataques serán más rápidos y potentes ((Exactamente lo mismo que ocurre con una novia cuando le tiras una cerveza por encima. Comprobado.)) a cambio de una disminución progresiva de nuestra vida. Además, por cada enemigo que matemos recogeremos puntos de experiencia que nos subirán el nivel y nos servirán para potenciar características a elegir al terminar la fase. En ese sentido, no hay duda de que el juego es japonés hasta el tuétano.

Let this be a lesson to ya hot ass!

Los enemigos son en su mayoría muertos vivientes de distintas variantes, y parece que su muerte cerebral es inapelable. No es que la IA sea mala o tenga fallos, es que no existe. Literalmente. La inmensa mayoría se limitan a acercarse dificultosamente y rodearnos esperando a ser convertidos en taquitos de zombie. Por momentos parece que nos estemos enfrentando a una oleada de pensionistas en busca de paraguas gratuitos, y resulta cuanto menos curioso que, cuando cortamos a nuestros enemigos por la mitad, sus piernas sigan avanzando y nos ataquen —a base de patadas, ojito— con más eficiencia que antes de ser separadas del resto del cuerpo. Algo francamente idiota, pero sin duda hilarante. En cambio, y esto sí que hay que reconocérselo a Onechanbara, los bosses son de lo más demencial y kitsch que han visto estos humildes ojos. Pocas veces tendréis la oportunidad de intercambiar guantazos con una gigantesca orca zombie cabreada. onechanbara_whale Y es que, con unos valores de producción tercermundistas y poco inspirados, Onechanbara sigue teniendo cosas buenas. Lo más destacable es, probablemente, su abrumadora rejugabilidad. Si no os cansáis de él en los primeros quince minutos, si decidís seguir y seguir hasta terminar los veinte niveles de los que consta, os encontraréis con cientos de ítems y personajes desbloqueables, al margen de los logros —que, por cierto, son virtualmente imposibles de averiguar si no acudimos a alguna página web que nos diga qué debemos hacer para desbloquearlos, manda cojones—. Quizá lo más llamativo en este sentido sea la posibilidad de desbloquear prendas con las que luego podremos vestir a nuestras heroínas en un modo llamado «Dress-Up», una especie de «Imagina ser diseñadora de moda» aún más bizarro en el que, además de la ropa, también se nos permitirá cambiarles el tono de piel, pelo y ojos. Eso sí, olvidaos de ponerle la delantera de Lucy Pinder o el trasero de Kim Kardashian, porque las medidas son inalterables. Una pena, sí.

I’ll get you for this you monster faggot!

Onechanbara no es un buen juego, eso es obvio, pero aun en su flagrante mediocridad, tiene cierto encanto. Y es que se trata de un título que en ningún momento se toma en serio a sí mismo ((Aunque, eso sí, desmembrar zombies es algo MUY serio.)) principalmente porque sabe que su leitmotiv es la estimulación de esos placeres culpables que le dan sabor a la vida disoluta de un hombre no religioso. Si sois capaces de apagar el cerebro y rendiros a la locura y el sinsentido, o si sois de los que directamente disfrutáis de lo absurdo y lo soez per se, os recomiendo darle una oportunidad. Los demás, quizá con ciertas sustancias químicas en vuestro organismo seáis capaces de encerrar el criterio en el sótano, y echar unas partidas a Onechanbara sin que la vergüenza ajena os provoque una úlcera de estómago del tamaño de Australia. Nota: 6
Redactor
  1. Yuluga

    La nueva rival de Dante =)

  2. darkpadawan

    Decidme que todo esto es coña: orcas zombies, a más sangre de zombie encima de uno más mala hostia, objetivo único masacrar zombies, tetas (y zombies, combinación ganadora ever), ¡piernas de zombies que atacan por su cuenta!

    Lo quiero ya.

  3. landman

    Hau la viciada que le metí hace unas semanas es poca, he de volver a engancharme a la de ya

  4. Guybrush

    A este juego vi a unos colegas echar una partidilla el otro dia y me parecio lo peur de lo peur. Eso si, lo de la orca Zombie esta to guapo.

  5. Metis Connetis

    Uno de ellos es el Cool Combo, una jodida pesadilla que no he conseguido ejecutar más de tres veces

    ¡Argh! Admito que, como probablemente uno de los mayores fans de ésta saga (somos pocos pero extrañamente orgullosos de serlo), mis ilusiones de leer por fin una review en condiciones escrita por otro fan se han derrumbado cual castillo de naipes al leer ésta frase.

    Desde el Zombie Hunters que aprendí cómo iba el Cool Combo, con Aya y Saki podría hacer todas sus combinaciones con los ojos cerrados (teniendo llena la barra de Skill, si no, hasta donde llegue), y vamos, si yo que soy que no pude acabar el DMC en modo «difícil» soy capaz, citándote a ti mismo, hasta un «chimpancé con síndrome de Tourette» puede hacerlos.

    Y, dejando a un lado las coñas, el tema de los combos Cool no es que mejore el juego, es que directamente lo convierte en otra cosa, en una especie de Final Fight con tetonas y zombies ultra-viciante.

    Puedo afirmar con (¿cuestionable?) orgullo que el juego al que más tiempo le he dedicado en mi vida es el Zombie Hunters 2, así que como fan (degenerado) de la saga, admito que éste es el único análisis del juego que me ha satisfecho.

    Buen trabajo ¡¡

    (Espero que todo el autobombo que tan bien he disimulado a lo largo de mi parrafada no se note demasiado…)

    Un saludo.

  6. Zetaculy

    Que grande Toxie XD xD xD xD

  7. Spyder Jerusamel

    Pinjed, amigo mío ¿me podrías decir de donde cojones has sacado el jueguecito de marras? Lo llevo buscando desde el 24 de febrero por todo Madrid y no hay ni uno. De hecho, normalmente cuando pregunto por él la cara de ¿eing?¿lo cualo? suele ser muy habitual.

  8. Desuterizador

    Echadle un ojo a la pelicula, vereis que risas os echais. Eso si, mejor estando con mas gente y, a ser posible, bajo los efectos del alcojol o de las drosjas XDDDD

  9. Deus Ex Machina

    Lo acabo de leer y ha sido lo mejor que podia haber hecho en estos 15 min que tenia antes de irme a la Universidad.

    Grande pinjed.

  10. pinjed

    @Spyder Jerusalem

    Me lo mandó Pep, que lo recibió de Virgin Play, si no voy muy equivocado.

    Si no lo encuentras, ponte en contacto conmigo y vemos qué se puede hacer.

  11. Metis Connetis

    En play.com lo compré yo.

  12. MidouCloud

    El otro dia me parecio ver uno parecido de ps2 en segunda mano. El caso, que si se hubiesen currado más la jugabilidad, el control y la IA, estariamos ante muchaaas ventas por seguro.

  13. Perropeo

    creo que es el mejor y peor juego que e tocado en mi vida

  14. Preacher (Baneado)

    Feliz aniversario! xDDDDDDDDDDDD