Análisis de Lips: Number One Hits

Es fácil saber de dónde viene la fiebre de los juegos de cantar: junta a unas cuantas personas en una casa, dales unos cuantos whiskycolas y lo más normal será que, a poco que suene Viva la vida de Coldplay en el iPod (que definitivamente ha sustituido a los aparatos estéreo en los guateques caseros), hasta el más tímido se ponga a cantar que oye sonar las campanas de Jerusalén. De ahí a los karaokes para ordenador y a este Lips: Number One Hits que ahora nos ocupa hay un paso, y Microsoft (igual que Sony con sus SingStar) ha sabido ver que tu novia, tus amigas y yo no haremos ningún desaire a aquellos productos que nos permitan desmelenarnos ante una pantalla a medida que los licores vayan haciendo estragos en nuestros organismos los viernes antes de salir de fiesta. Si Lips suponía el debut de Microsoft en los juegos de karaoke, Lips: Number One Hits es la reafirmación de la serie y su declaración de intenciones: aumentar la franquicia con secuelas que aporten variedad al repertorio del original. En este caso, las canciones siguen la estela del original, proveyéndonos con cuarenta temas de éxito de ayer y hoy con los que amenizar una reunión de amigos o uno de esos domingos solitarios en los que no nos apetece hacer mucho más que cantar Tears for Fears. Una de las novedades de esta edición, quizá la más reseñable para el público hardcore (que también tiene derecho a disfrutar cantando), es la adición de un sistema de multiplicador de puntos, con el que podremos conseguir muchos más puntos a medida que vayamos clavando los distintos fragmentos de las canciones. Esto aporta variedad a la jugabilidad, que a estas alturas ya habréis adivinado: en Lips, lo principal es coger el micrófono y cantar lo mejor que podamos. Para añadir un poquito de condimento, a este multiplicador podemos sumarle la interacción con el micrófono que ya estaba en la primera entrega. Deberemos, por ejemplo, simular que es una pandereta cuando el juego nos lo exija, o imitar los movimientos de nuestro Avatar (guitarrear, alzarlo, etc.) en ciertos puntos de las canciones. ?No es que estos pequeños detalles hagan que Lips se vuelva una revolución instantáneamente, pero resulta gracioso ver a tus amigos haciendo el tonto frente a la televisión mientras cantan Pretty woman. Porque el protagonista absoluto de Lips: Number One Hits, y el causante de su éxito o su fracaso, son precisamente las canciones, como es norma en todos los juegos musicales: sin una base de canciones potente, el juego se va al traste. ¿Qué tal anda de repertorio este segundo Lips? Pues hay para todos los gustos y la selección es francamente buena: desde temas de rabiosa actualidad como Just dance de Lady Gaga o Disturbia de Rihanna, dos de mis canciones favoritas del juego, hasta clásicos indiscutibles como I get around de los Beach Boys o Heart of glass de Blondie, es más que probable que cualquiera encuentre unas cuantas canciones que conecten con sus gustos y con las que disfrute cantando. ?A la hora de jugar, esto es, de cantar, podremos elegir entre los videoclips originales de las canciones o una serie de vídeos creados para el juego, demasiado genéricos y aleatorios en cualquier caso como para intentar siquiera hacer sombra a las grabaciones correspondientes a los temas. Si en el primer Lips las críticas iban apuntadas hacia la dificultad del juego, demasiado baja, en este Number One Hits se ha refinado un poco (como, creo, ocurrió en el primero con un parche lanzado a posteriori) y, sin ser tan exigente que resulte tortuoso jugarlo, sí que tendremos que afinar mucho la voz para conseguir las calificaciones más altas. ?No podríamos cantar, claro está, sin los micrófonos. Los que vienen con el juego dan una buena sensación al sostenerlos, no tienen el peso de un micro real pero son sólidos y bonitos; además, su compatibilidad con otros juegos los convierten en una buena inversión si, por ejemplo, quieres cantar a tres voces en The Beatles: Rock Band y tienes sólo un micrófono. Vaya, que son dos buenos periféricos, inalámbricos y bien construidos; nada que objetar en este aspecto. Lips: Number One Hits es, en definitiva, un juego de karaoke muy disfrutable siempre que, claro está, cumplamos una serie de requisitos. El primero, lógicamente, estar abiertos a este tipo de productos: si odias los juegos sociales y cantar te da puro asco, quizá mejor que ni te acerques porque esto va de estar con los amigos y cantar, lo que nos lleva al segundo requisito: tener amigos con los que reunirte una tarde-noche para, distendidamente y sin demasiada implicación, cantar y pasar un buen rato. Si tienes una Xbox 360 y quieres aprovecharla para animar las horas previas a salir de fiesta, este es tu juego: periféricos sólidos, un tracklist notable y un diseño muy, muy orientado a la fiesta. Si pretendes exprimir la parte single player, bueno, espero que te guste mucho cantar, porque si no es muy probable que te lleves un buen chasco. Nota: 7