La aventura de la ciencia

La conservación de videojuegos es el tema del documental Game Preservation: The Quest

NHK World, la versión internacional de Nippon Hoso Kyokai («la mayor organización de radio y televisión de Japón», según su web), ha emitido un documental dentro de su espacio Inside Lens dedicado a la conservación de videojuegos. Se titula Game Preservation: The Quest y se puede ver en su web hasta el 12 de diciembre; encima de estas líneas podéis verlo en YouTube. más cómodo.

En el documental se habla de la Game Preservation Society, una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a rescatar, catalogar y conservar videojuegos. En media hora se da una imagen general de cómo los miembros de la GPS recopilan juegos (buscando en pequeñas tiendas de pueblo, explorando bares y locales de ocio y gracias a la colaboración de coleccionistas privados) y cómo evitan que el paso del tiempo los condene a la extinción. Como explica Joseph Redon, francés afincado en Tokio y uno de los fundadores de la organización (que cuenta con el beneplácito de las instituciones), la vida de un videojuego es corta: el soporte físico de muchos videojuegos antiguos de recreativa, por ejemplo, tiende a ser presa del óxido, y muchas placas de los 70 ya están estropeadas. El propósito de la GPS es evitar que esto lleve a la desaparición definitiva de algunos juegos.

«¿No debíamos conservar las viejas historias que contaban nuestros antepasados?», pregunta Takuya Fukuda, otro de los fundadores de la Game Preservation Society. «Esas historia que escuchamos de niños se han salvado. Hemos hecho películas y música con ellas. Creo que es normal que queramos conservar las cosas de nuestra infancia. Será la próxima generación la que decida si esto ha tenido sentido o no».

Otra parte importante es que la colección de la Game Preservation Society sea jugable; no solo rescatan y conservan videojuegos antiguos, sino que les dan nueva vida poniéndolos a disposición del público. En cierto momento del documental se ve cómo uno de los miembros de la GPS lleva a un supermercado de la prefectura de Niigata un DECO Cassette System, el sistema de juegos intercambiables para recreativa de Data East, con una copia de Bump ‘n’ Jump (que en Japón se llamó Burnin’ Rubber). 

No son estos los únicos temas que se tratan en el documental (hay incluso una sección dedicada a la comunidad de scorers, los aficionados que compiten por conseguir las puntuaciones más altas y que llevan existiendo desde la época de Space Invaders), así que recomendamos echarle un vistazo cuando podáis separar media hora para él. En la web de NHK World podéis encontrar más programas y reportajes sobre cultura japonesa y filochinaka.

  1. DIOSTHOR

    Mi primera Playstation está en un maletín acolchado. Por no hablar de cómo guardo bajo mi cama en un baúl hermético las cajas de cartón tan características -como frágiles- con los cartuchos de N64 (en perfecto estado). Y así podríamos seguir…JJAJAJAJAJAA.

  2. Rustgladiator

    Me parece bastante necesario que se hagan estas cosas. Ya se que hoy día todo se puede jugar en pc pero creo que la experiencia original tiene algo mágico que no se explicar. Tal vez el del valor que se le da. Cuando mi hijo quiera jugar al sonic, se lo pondré en mi megadrive y con suerte tendrá que soplar el cartucho porque a la primera no irá ( aunque no sirva de nada el soplar), pero son esas cosas las que hacen el momento un poquito más especial que jugarlos en emulador.

  3. Majin

    Siempre que leo algo de conservación de videojuegos pienso que el código fuente original de los silent hills no existe y me da una bajona muy seria: este es un caso conocido, pero como éste, habrá miles, seguro.

  4. landman

    Me ha parecido curiosa la parte de guardar los «guempleis», así que vamos a aportar a las generaciones futuras llenando youtube!

    Casi que me alegro de no tener juegos en «casete» (bueno ronda un chess por ahí el trastero de un comodore 16), espero que los cartuchos y CDs duren más de 30 años (los CDs piratas ya descubrí hace muchos años que se desintegran xD)

  5. Silvani

    Mola mil que se hagan cosas así. El problema es que seguramente muchas versiones se perderán, porque supongo que esta gente se dedicará a conservar el, pongamos Street Fighter, en japonés y, si acaso, en inglés, pero las versiones rusas o del Vaticano supongo que se perderán.

    No hace mucho encontré una caja con mis viejas cintas de MSX y solo con verlas ya se sabe que eso no va a funcionar. Benditos emuladores.

  6. Rocks

    En este tipo de situaciones es cuando se entiende la necesidad de la retrocompatibilidad y cuando se pone en verdadera perspectiva.

    Es cierto que el formato original tiene (para nosotros especialmente) algo de especial. Pero dentro de años (o siglos), será equivalente a leer un escrito en su primera encuadernación. Seguirá teniendo un valor especial, pero a la mayoría de la gente no le dirá nada, y en la mayoría de casos tendrá más interés la obra en sí.

    El tema es que estamos ligando obras a máquinas, y puede que hoy «entendamos» que Journey solo se puede ejecutar en PS3 y PS4, pero dentro de 50 años será una desgracia haberlo perdido casi completamente. Sería como encerrar El Quijote a los ejemplares producidos durante unos pocos años y nada más.

    Pensaba sobre eso con los premios Steam que están en marcha estos días… ¿cómo de bonito es un premio al paso del tiempo por un juego, que vayas a rebuscar en tu catálogo y puedas dárselo a uno que llevas jugando quince años, porque sigue ahí, igual que aquél día y disponible en las mismas condiciones?