This Is Fine: el videojuego

Un perro con sombrero sentado en una silla, frente a una taza de café en medio de una habitación en llamas. Un plano más corto y un gesto animado: «This is fine». Quizá sea uno de los memes que mejor representan el estado de ánimo de uno en muchos momentos de ánimo y es de hecho uno de los más utilizados en redes sociales. Es en realidad parte de una tira más larga —que, por cierto, ahonda en esa tranquilidad autoimpuesta frente a las situaciones de caos total, con el perro insistiendo en lo confortable de su situación incluso cuando se le empieza a derretir la puta cara— que aparecía en enero de 2013 en el número 648 de la serie de tebeos Gunshot, obra de K.C. Green, y que llevaba por título The Pills Are Working. Ahora alguien ha decidido hacerle un videojuego al meme, y es bastante encantador. Su autor se llama Nick Kaman y dice que le vino a la cabeza la idea de diseñarlo gracias (o por culpa de) las sensaciones que tuvo al comprobar a quién daban por ganador la elecciones de Estados Unidos en noviembre del año pasado. Sin duda, buena parte del mundo entero se sintió exactamente igual. Jugadlo en itch.io antes de leer lo que sigue a esta línea si no queréis spoilers. El juego es casi insignificante en lo lúdico, dura poco y hay poco que hacer, pero está claro que la idea de Kaman era coger la metáfora de Green con la que tanto nos identificamos cuando van mal dadas y prolongarla añadiendo otros elementos a la ecuación. Algunos son igual de metafóricos, como el extintor de corazones, el hecho de uno de los fuegos sea imposible de apagar (llegada cierta edad, los problemas y la angustia son parte de la vida) o el pájaro tratando de ocultar que viene envuelto en llamas; y otros más literales, como la llegada de los amigos del perrete dispuestos a acompañarle en un momento difícil y a cambiar por completo el simbolismo de ella llama que no se puede apagar convirtiéndola en una hoguera donde asar unos malvaviscos y conversar; otra vez la acampada como figura de amistad. La música, por cierto, es una preciosidad obra de Felix Peaslee, cuya obra podéis escuchar aquí.