Por qué es importante mantener a Double Fine en el negocio

Damas, caballeros, mirad al apuesto jovenzuelo a la izquierda de esta foto: os presento a Chris Machado, el protagonista de nuestra historia (o al menos eso creo, dado que la de la derecha parece una mujer y el del medio es Tim Schafer). Más o menos cuando Psychonauts acababa de salir al mercado, él y una amiga decidieron enviar una carta a Double Fine preguntando si podrían hacer una visita a la desarrolladora. En su infinita astucia decidieron incluir en el envio unas galletas caseras que obligó a los muchachos del estudio a abrirles las puertas a los dos chavales con la barba llena de migas. En palabras de Chris «la visita fue alucinante e incluso nos regalaron un par de entradas para hacer una visita guiada por Alcatraz». Vaya con los chicos de Double fine. Sin embargo recibir en sus oficinas a un par de jóvenes entusiastas sólo por pura amabilidad no es lo que les hace grandes; ni siquiera regalarles unas entradas para una atracción turística sin más motivo que, otra vez, ser agradables. No, la demostración de que Double Fine se encuentra a un puto millón de kilómetros de cualquier otra compañía en el camino de lo bueno y lo magnífico es bastante más actual. Es algo que sucedió muchos años después de la visita de estos dos críos. Cuando Chris Machado fue diagnosticado de hidrocefalia. Para aquellos que no lo sepan, la hidrocefalia es una afección del cerebro bastante jodida cuyo tratamiento requiere cirugía intracraneal. Chris relata en la página I Heart Chaos como tras dos operaciones infructuosas y a punto de abordar la tercera, llegó a su buzón un extraño paquete. Al abrirlo cuál fue su sorpresa al ver que contenía un montón de regalos de Double Fine, junto a una tarjeta hecha a mano por Scott Campbell —uno de los artistas detrás del webcómic «Double Fine Action Comics»— y firmada por todo el equipo. Chris no había vuelto a hablar con ellos desde aquella visita —estamos hablando de AÑOS— y de alguna manera esa increíble pandilla de bastardos se enteraron de la situación de su antiguo invitado y dijeron «Hey, vamos a mandarle un montón de regalos para que sepa que le apoyamos». En esta época de cinismo y avaricia, el gesto de Double Fine es algo tan valioso como inusual, un gesto que desprende amor, respeto, y probablemente un tenue olor a galletas caseras. Y por eso es importante mantener a Double Fine en el negocio. Me voy a comprar Psychonauts((Por cierto, la operación de Chris fue bien y después de casi un año está a punto de volver a hacer vida normal. Gracias a @jetsetwillyiv por traer esta maravillosa anécdota a nuestro foro.)).