En una nota de prensa sobre Asura’s Wrath, Capcom confirma tanto el DLC de Ryu como el de animación del que ya sabíamos algo. La nota, a raíz del lanzamiento del juego, deja entender que los dos episodios anime van por separado, y confirma a Ryu y otros.
Quizá por no tener ningún recuerdo demasiado firme de los primeros juegos de la franquicia, más allá del recuerdo histórico que cualquiera con un mínimo de amor por el videojuego debería tener, este nuevo Syndicate me ha sorprendido.
Algo muy bueno tiene que tener Asura’s Wrath para que Pep pase por alto una mecánica de QTEs tan abusiva que debería estar penada por la ley. En su brillante análisis ya lo dejaba claro: lo que hay es lo que sus autores querían, y a decir verdad como oda al mosqueo enardecido no se le puede negar el acierto y la pasión. El viernes saldréis de dudas, pero de momento contemplad este cojonudo tráiler de lanzamiento.
Ya tenemos aquí un nuevo tráiler de Hitman: Absolution. No es in-game y tampoco es una cinemática CG. Esta vez han optado por una especie de cómic en movimiento para contarnos algo más sobre el argumento del juego. Según parece, el Agente 47 tendrá que proteger a su colega Diana Burnwood de la propia Agencia ICA.
Es oficial: Saints Row: The Third ha agotado ya todas las reservas de moloneidad del planeta Tierra, así que para su próximo DLC ha habido que llamar a unos señores de allende la atmósfera para que vengan con sus navecicas y sus «lá-sers» a darnos un poco de marcha. En realidad parece que Gangstas in Space es la obra de un director de cine, pero qué más da. Como si en este juego algo tuviera sentido.
Tal y como se anunciaba al final del primer tráiler de Mass Effect 3 que nos trajo el siempre virtuoso @pinjed, aquí tenéis su versión extendida.
¿Os acordáis de E.T.? La película, digo, no aquella abominación que venía en un cartucho y sigue esperando bajo el desierto de Nuevo Mexico su momento para salir a la superficie y acabar con la humanidad. Yo —momento confesión— conseguí verla a la tercera vez: las dos primeras me cagaba vivo. Y me asustaba antes […]