Sin merecer mucha gloria tampoco, Driver: San Francisco pasó con más pena de la que yo mismo le habría deseado. Si tenéis un PC y un euro, quizá estéis a tiempo de darle una oportunidad: en la tienda de Ubisoft se puede comprar la versión digital deluxe por un pavo de nada. A por él.
Ya nos quedó claro en el análisis que la propuesta algo extravagante que Driver: San Francisco introducía en un género tan poco flexible como la conducción tampoco iba a significar una revolución. No obstante, DSF entretiene de una forma algo distinta; eso no es moco de pavo.
En Driver: San Francisco, Ubisoft Reflections coge algo tan establecido como el género de la conducción y mete un elemento totalmente extraño (la posibilidad de cambiar de coche en cualquier momento, el llamado Shift) que intenta aportar aire fresco tanto al género como a la franquicia, a estas alturas ya demasiado llena de telarañas. ¿Una genialidad o una barbaridad?
En un mundo perfecto esto no sería noticia y todos los juegos de consola verían la luz el mismo día que salen en formato físico porque, simplemente, se puede hacer. Driver: San Francisco será un ejemplo vivo de ello, y los ermitaños o los agorafóbicos que tengáis una PS3 no necesitaréis que esperar a que vuestro cartero se digne a aparecer sino que podréis comprarlo y descargarlo en el mismo día que las tiendas lo coloquen en sus estanterías.
Pues eso, muchachada, mañana saldremos un poco de dudas sobre si lo que nos propone Ubisoft con el nuevo Driver: San Francisco es un acierto o un despropósito total. Para ello nos ofrecen tres misiones monojugador de tres modos distintos. A saber: Demuéstralo, donde la cosa es huir de la pasma y hacer chuminadas en distintos coches; Equipo de colores, la clásica carrera; y Escapista, donde debemos ayudar a alguien a huir de la poli.
El mismo narrador tontísimo de los anteriores vídeos se encarga hoy de explicarnos qué tal están los modos multijugador del nuevo Driver: San Francisco. Parece que la cosa va a ser bastante caótica y pandiloca, lo cual parece una buena señal si observamos las batallas de autos de choque en plena ciudad que nos brinda el juego. Muy arcade todo, muy inmediato, muy bien. Eso sí, del monojugador no diría lo mismo.
Estamos aún algo turbados ante la propuesta de Driver: San Francisco de hacer que podamos cambiar de coche por la vía sobrenatural, «poseyendo» al conductor en cuestión, así que sus creadores han creído oportuno explicarnos mejor de qué va el tema, y parece que con lo que nos dicen la cosa parece algo más convincente.
Un camión conducido por el malísimo Jericho, en plena fuga, se estampa contra el coche del oficial Tanner. Se lo llevan al hospital hecho caldo, pero de algún modo sigue ahí, en el lugar del accidente. Su Dodge Challenger del 70, a Dios gracias, no tiene un solo rasguño y él está mejor que nunca: puede hacer viajes extracorpóreos hasta el asiento del piloto de otros coches.
Quizá sea el primero de los cientos de vídeos que hemos publicado sobre Driver: San Francisco que me haya despertado el gusanillo de jugarlo. Como vemos en esta seguidilla de segmentos de gameplay, la conducción es la mar de arcade y el uso de habilidades que recogemos por el camino pueden dejarnos un buen sabor de boca. Además, me recuerda a los Burnout y eso siempre es bueno. Solo queda algo por saber: ¿podremos atropellar viandantes?
Me extraña un poco que en los últimos vídeos que hemos visto de Driver: San Francisco se ignore por completo la supuesta gran propuesta (algo más que cuestionable, por cierto) de que John Tanner, que está en coma, haga viajes astrales y posea a los conductores de la ciudad, como en este, donde les ha dado por mostrar algunos modelos de vehículos licenciados. En el título pone «North America», igual aquí tenemos 127s y Pandas.