Tencent reanuda su frenesí comprador y adquiere un tercio de Fatshark Games

Con la paralización de las licencias de juegos para operar en China, Tencent afrontó una de las épocas más inestables de su habitualmente meteórico crecimiento empresarial (10 años de aumento de ganancias ininterrumpido, una racha que terminó este verano con una caída del 3%). Llevan años comprando partes de estudios y distribuidoras, colocando emisarios en multitud de juntas directivas y ganando dinero a espuertas con negocios tan redondos como tener un pie en Fortnite y otro en PlayerUnknown’s BattleGrounds. El caso es que con estos meses algo tumultuosos parecía que la vorágine de adquisiciones se había moderado: en marzo de 2018 compraron a Vivendi un 5% de Ubisoft y en mayo se hicieron con Grinding Gear Games, el estudio neozelandés autor de Path of Exile. Desde entonces todo ha sido silencio y ahora parece que, ya levantado el bloqueo de licencias del gobierno chino, Tencent quiere volver a sacar el talonario, aunque sea con compras modestas: hoy se ha sabido que el gigante asiático ha comprado el 35% de Fatshark Games, el estudio sueco que se ha encargado de proyectos como Bionic Commando Rearmed 2, War of the Roses o el reciente Warhammer: Vermintide 2. La operación se ha saldado con un desembolso de 500 millones de coronas suecas, unos 49 millones de euros. En Fatshark parecen encantados con el nuevo socio: «Tencent es famosa por invertir en compañías líderes del mercado y muy bien valoradas. Con esta inversión, Fatshark está en una buena posición para seguir creciendo y seguir siendo independiente. Nuestra misión sigue siendo llevar juegos de gran calidad a nuestros fans en todo el mundo».