Lo sabía Nate the Hate y el resto, en el fondo, supongo que también: esta noche toca otro State of Play, el que cada año cae pegadito al Tokyo Game Show.
Sabemos que la presentación durará unos 35 minutos y que cinco de esos son para Saros, el próximo juego de Housemarque. Debería entrar algún otro de PlayStation Studios, digo yo, aunque tampoco faltarán un puñado de títulos third party y propuestas independientes.
Dicen por ahí que va siendo hora de volver a ver el Marvel’s Wolverine de Insomniac y que al hermano de Kratos lo meten en un metroidvania desarrollado por vaya usted a saber quién. A saber. Me gusta también la teoría de que Capcom —que no suele perderse los eventitos de Sony— ha dejado Resident Evil: Requiem fuera de su Online Program para soltar aquí la bomba del Leon canoso.
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Como evento creo que estuvo mejor el anterior. Pero el principio con Saros (un must para todos aquellos que hemos disfrutado de Returnal, una continuación con todas las letras) y el final con, al fin, Lobezno, hace que se eleve por encima, sobre todo por esa escasez de first que, parece, se comienza a superar. Para el año que viene tendríamos Saros, Marvel Tokon y Wolverine. Lástima ese rumoreado hasta la náusea de God of war metroidvania, no le haría ascos para nada.