DICE no hará herramientas para crear mods en Battlefield 3, según ha confirmado Patrick Söderlund, de Electronic Arts. Lo explica de esta forma: Si miras el motor Frostbite, y lo complejo que es, va a ser muy difícil para la gente hacer un mod, por la naturaleza de la organización de los niveles, de la […]
Durante la semana pasada se celebró, igual lo habéis visto en la tele y todo, la séptima edición del Gamelab. Por primera vez en Barcelona y no en Gijón, con el empujón que eso supone para las aspiraciones de la organización, la Feria Internacional del Videojuego y el Ocio Interactivo se las apañó para traer a unos conferenciantes de primerísimo nivel.
¿Suficiente?
The King of Cool. Una persona que se gana ese mote ha debido de hacer muchas cosas bien en la vida. Cuando chiconuclear me llamó para preguntarme si quería ir a Le Mans para ver las 24 horas tardé aproximadamente medio segundo en recordar la película que protagonizó allí Steve McQueen y aceptar la propuesta. La historia que quieren que escriba, se hace evidente ya desde la llegada, es la de Lucas Ordóñez. En un principio me intento resistir y buscar un enfoque diferente, hasta que en un paseo por el pit lane veo a alguien con un micrófono de Antena 3 entrevistando a Lucas y pienso, qué demonios, vamos a ello.
Junto a los logros y el control gestual, el DLC (y con estas siglas me refiero tanto a contenido adicional como a juegos descargables) ha pasado a formar la tríada de supuestas innovaciones que han servido como seña de identidad a esta generación, más allá incluso del juego online que simplemente ha terminado de asentarse como algo normal y no como el oscuro rito satánico y muy jodido que era antes para la masa enfurecida e ignorante. Los desarrolladores independientes han visto el cielo abierto y ahora el que no se gana la vida con XBLA, PSN, la App Store y el Android Market es porque no quiere. ¿Pero cuándo nació este medio? ¿En qué momento la técnica permitió descargar juegos previo pago? ¿Con Steam en 2003? ¿Con Xbox Live en 2005? ¿A mediadios de los 90 con el boom de Internet? Pues no; agarraos fuerte, niños: Atari, 1983.
Este E3 ha sido especialmente movidito y el pobre @chiconuclear apenas ha tenido de respirar, comerse un par de sándwiches y drogarse un poquito entre demo y demo. Ha jugado tanto que ha perdido los dedos y ahora es un mono con gafas de pasta y camiseta de Vampire Weekend el que transcribe sus dictados desde el dolor de no haber podido cumplir su principal misión en Los Aangeles: recopilar babes como un demente.
Por suerte internet es grande, nuestra moral escasa y la ética para nosotros no es más que aquella aburrida asignatura que dedicábamos a dibujar penes en el pupitre, así que hemos hecho un barrido loco y hemos robado para vosotros un magnífico surtido con lo mejorcito que se paseó sus curvas por la feria. Mención especial al tren de lavado a prueba de feminazis que montaron los PR de Saints Row: The Third, a Chun Li y a la turborrusa promocionando Metro: Last Light que en seguida distinguiréis.
Tal y como vino, se fue. No habrá más E3 hasta el 5 de junio del año próximo. Sin embargo, todavía se pueden comentar muchas cosas de esta edición de 2011 protagonizada por Wii U y PlayStation Vita. Vamos a dejar lo de las nuevas consolas para otro día, para cuando alguien más pueda probarlas, y centrémonos de momento en los juegos. Por lo visto en un tráiler, por lo mostrado en una conferencia o por lo que nos han contado aquellos que ya han podido catarlos, estos son nuestros títulos del E3 2011.
Sexagésima tercera entrega de nuestra sección dominguera, Operación Flamingo. Hoy: Loca destrucción.
Este mismo día, hace treinta años, Steven Spielberg y George Lucas modernizaron las aventuras cinematográficas mediante una antología de lo mejor que había dado el género tras casi un siglo de existencia. En Busca del Arca Perdida estaba destinada a convertirse en un clásico, y su protagonista, en un icono de la cultura popular. Durante tres décadas, el rol de Indiana Jones como rey indiscutible de los cazatesoros ha permanecido intacto y sin visos de tambalearse. Ni siquiera tras el estreno de una cuarta película con menos consistencia que una palmera de hojaldre. Piratas, zorros y momias han intentado cambiar esto, fracasando espectacularmente cada vez. Pero hubo una época en la que Indy no sólo personificaba la aventura en el cine, sino también en los videojuegos. Y donde otros nunca pudieron hacerle sombra, Lara Croft y Nathan Drake lograron hacerle morder el polvo sin esfuerzo. La historia de cómo pudo suceder esto es la historia del auge y la caída de LucasArts.
Aparte de en el nivel altísimo de las chicas que tenía contratadas Nintendo para ayudarnos en nuestra visita a su stand, lo primero en lo que uno se fijaba al entrar en el recinto de la gigante japonesa era en que había cierto aire de excitación por todos lados, una excitación densa y poderosa que se traducía además en un buen montón de gente intentando probar la nueva consola. Creo que ayer al salir de la conferencia de prensa todos pensábamos exactamente las mismas cosas: ¿pero qué coño es esto?, ¿cómo será sostener este mostrenco de mando?, ¿qué pasa con la pantalla que tenemos entre las manos?, ¿cómo puede ser Nintendo una compañía tan mágica? Esto último quizá sólo unos pocos lo pensábamos, pero de todos modos el ambiente era de duda y curiosidad.
El tiempo pondrá en su lugar a la protagonista del E3 2011. Project Café es al final Wii U, una nueva consola eclipsada por su propio mando con la que Nintendo sigue apostando por «ampliar audiencia». La falta de títulos exclusivos más allá de minijuegos para ver de qué va la cosa nos dejan como […]