La fiesta de True Crime

De True Crime ya habéis puesto los vídeos, malditos malandrines. Yo tuve la desgracia de perderme la presentación oficial (me hice lo que en castizo se dice «la picha un lío»), así que me puse en contacto con Activision para poder si podía desfacer el entuerto. Así que cuando me dijeron que había una fiesta sobre el juego en la GDC, pues hice lo posible por asistir. Motivos puramente profesionales. Informaros a vosotros, vamos. Cuando consigo asistir al lugar, un tipejo de dos metros de ancho por dos metros de largo me mira y me dice «chaval, ¿estás en la lista?». Le digo «soy Ramón, de AnaitGames». «Oh sí, me suena tu nombre. Mi nombre es Roberto». Y me deja pasar. Una bella mujer me dice que si soy el enviado por Activision España, y le digo que sí, así que, si quiero, puedo tener una entrevista con un productor (en mi caso fue con Ben Brinkman, de Activision). Le digo que cuando vea el juego. Y entro en el garito. De verdad, yo no esperaba nada de la fiesta. Encontrarme la sala convertida en una discoteca de Hong Kong, con sus correspondientes asiáticas haciendo pole dancing me dejó bastante sorprendido. Poder ponerme las botas absolutamente (nada de garrafón, marcas de lujo y cócteles) y si quiero dejo la propina, me alegró la noche. Y el juego tiene de lo que somos fans en AnaitGames: Pandilocura Absoluta. Componente Cabra. That’s it.. Así que tras ver (al segundo intento, porque al primero se toparon con un bug) como el personaje se sube a un coche, llega al lugar en cuestión, y se pone a repartir leches como si de una película de chinos se tratase (no en vano, toma sus fuentes del cine de tríadas), con momentos realmente «made in John Woo». Jugablemente, aparte de la herencia de Grand Theft Auto III (True Crime, por si alguien no lo recuerda, es una serie que nació al amparo de esa entrega, sólo que en aquellos momentos Activision no era el monstruo que es en la actualidad), el juego se toma muy en serio la posibilidad del combate cuerpo a cuerpo. Tiene un sistema parecido a Yakuza, donde no sólo arreas de mil y una maneras, sino que también puedes usar el escenario para dar golpes especiales. También toma de Wheelman o Pursuit Force la posibilidad de saltar como un mono de coche en coche. Y, por supuesto, en la herencia «John Woo» se incluye la posibilidad de que haya momentos en los que nos recuerde a Stranglehold. Está desarrollado por United Front Games, y si consiguen que no haya errores realmente notorios (cosa complicada porque el juego abarca demasiado), puede ser una de las sorpresas de fin de año.