Fiesta de presentación de Rock Band

Rock Band. ¿Hay alguien por aquí que aún no conozca Rock Band? ¡Jojojo, si por ahí llevan ya con él 9 meses!. Pues resulta que es el primer juego musical en el que además de menear tu guitarrita de plástico, puedes también menear tu un bajo, un micro, y una batería. De plástico, sí ((A ver, por ese precio qué más quieres. Emm, un momento…)), pero todo muy molón, en pos de la experiencia musicojueguil definitiva. Con motivo de su lanzamiento en España, EA tuvo a bien invitarnos a la fiesta de presentación en sociedad que tuvo lugar el pasado miércoles 16, en el para tal evento idóneo Star Café (antes Chesterfield Café). Si en Anait nos hubiesen dado un euro por cada vez que para bien o para mal, hemos tenido que hablar de Rock Band, nos daría para comprárnoslo. ¿Deberíamos? ¿Hmmm? Para conocer los detalles sobre la presentación y el jueguico, pedid más. ¡Más cowbell! La gente que organiza estas cosas es que está en todo, joder. ¿Qué concierto de rock que se precie empieza a su hora? Empiézalo un poco tarde, aunque esté todo listo; da igual. Bien por ellos. A la gente que va a uno tampoco le suele importar demasiado esperar un poco fuera charlando con sus amigos y creando expectación: «Joder tío, ¿has visto? ¡Casi un año de gira y ya están por fin aquí!». Bien también: la tarde es agradable y se está a gusto. Cuando por fin empiezan a invitar a la gente a pasar dentro, para descubrir el buen ambiente que hay montado y un escenario con los instrumentos cubiertos por telas, te empiezas a animar. Y cuando descubres que dentro de tu acreditación hay un número para un sorteo y cuatro vales por sendas copas, piensas: coño, bravo, pero es que en todo.

Poco a poco el local se fue animando, y cuando ya hubo un buen número de gente expectante en torno al escenario, el presentador de la fiesta se subió para empezar a contarnos las características del juego. Como ya se ha dicho, Rock Band es un juego que recoge el testigo de Guitar Hero y lo lleva un paso más allá, añadiendo a la posibilidad de tocar la guitarra, la de tocar un bajo, una batería, y utilizar un micrófono. Preferiblemente a la vez, que es donde realmente está la gracia. La otra gracia es que nos recordaron que el pack juego+instrumentos se pondrá a la venta a un precio de 240 euros. Y para quienes se lo puedan permitir quieran, estará disponible a partir del 30 de julio ((Exacto, hoy mismo.)), en exclusividad limitada de dos meses para Xbox 360.

Concretamente, se venderá de los siguientes modos:

– Batería, guitarra y micrófono: 169€ – Guitarras: Inalámbrica 79€ / cableada 59€ – Batería inalámbrica: 89€ – Juego: 69€

Si, joder, es dinero. Más teniendo en cuenta que en otros países cercanos con una más robusta situación económica se vende más barato, que si lo comparamos con el estadounidense, el precio es directamente de locos, y que las razones que han dado sobre el encarecimiento debido al transporte y distribución no han terminado de convencer. Pero por lo visto es lo que hay. Y como tampoco nos pusimos a discutir allí mismo ((¡A mi señal, ira y comentarios!)), seguiré con los aspectos referentes al juego. Según parece no todo han sido codacitos al de al lado mientras sonriendo, alguien se frotaba las manos, y el repertorio de canciones disponibles en la versión europea ha sido ampliado, y además de las canciones incluidas anteriormente se han añadido otras 9 que estaban disponibles como contenido descargable. Concretamente:

“Beetlebum” – Blur “Rock ‘n’ Roll Star” – Oasis “Monsoon” – Tokio Hotel “Hysteria” – Muse “Hier Kommt Alex” – Die Toten Hosen “Perfekte Welle” – Juli “Countdown to Insanity” – H-Block X “Manu Chao” – Les Wampas “New Wave” – Playmo

¡En esta me pido el bajo!

Y ya para entrar un poco en el ajo, como veis aquí arriba, se unieron al presentador otros tres músicos jugadores para, ya como Los Melones (nombre, según ellos mismos, inspirado en los atributos de las musas que vieron en las azafatas del sarao) tocarse ((Nooo… así no, sigue leyendo)) un par de temas. No sé si era cosa de la ecualización, pero me sorprendió que la voz grabada del juego estuviese alta, la esperaba más en plan karaoke y dejando al descubierto la voz del cantante, como solos están los demás instrumentos cada vez que la lían. Pero luego lo pensé y lo cierto es que la idea no es tan mala. No es que el chico cantase mal, que no, sino que si los guitarras no suenan como si tocasen a través un Sonora de 100 euros cuando aciertan una nota, no está de más que la voz tenga también dónde agarrarse. En fin, reflexiones de alguien sin PS2 que sólo conoce el sin estar ((Sobera style, gracias Heston)) de oídas. La dificultad para cada instrumento se puede ajustar por separado, así que si juegas con tu vecino el del quinto que se hace perfects con la guitarra a la espalda, no tienes por qué seguir su ritmo, lo que es ciertamente de agradecer. Enfrascado en estos pensamientos y sacando estas conclusiones andaba yours truly, mientras se daba paso a los sorteos de los que hababa al principio. Concretamente tres packs de Xbox360+RockBand. Joder, sí, vaya regalito. Mi número era el 119, y lo único que alguna vez gané, un Mikolápiz. Dispuesta a devolverme a los brazos de Fortuna, la encantadora muchacha que véis aquí abajo, se agachó cuidadosamente, extendió su delicada e inocente mano…

… y extrajo una papeleta. – ¡118! … … me … cago … en Venga hombre no me jodas… que no me toque, bien, pero pitorreo tampoco. Segundos largos y un tenso silencio… nadie gritaba el número. – ¡Que no, que era broma! ¡A ver, el 119! … – Fuck…

«No me hagáis elegir, no me hagáis elegir…»

…Yeah! (Y me ahorraré todo lo del «¡Oh Jesús, gracias Jesús!».). Justo estaba hablando de que no me lo podía creer con Fantastic Dizzy y Pornosawa de Gamerah, a quienes me había encontrado a la entrada y con quienes estaba viendo el tinglado, cuando de repente cantaron el número del primero. ¡Enhorabuena desde aquí, te lo mereces! Me alegro un montón, sinceramente. Y llegó el momento en el que los ganadores, invitados por la organización, tuvimos que perpetrar un tema.

– ¡Esta! – ¡No, no, ésta! – ¡La otra, la otra! – Gracias por contar con nosotros, vavrones, total, sólo la tenemos que cantar delante de toda esta gente que ya nos odia.

Al final resultó ser Wanted de Bon Jovi. «Bueno, la conozco, estamos desentrenados, pero algo se podrá hacer…».

«- Nunca hemos jugado.» Batería: «Yo acabo de aprender» «- Sí, se ve que te manejas mal…»

Cuando la terminamos, y después de haber sido salvados dos veces por el resto del grupo, el alma rockera de Jon que mató Crush bajó del cielo, me miró a los ojos, y se echó a llorar. El juego es tremendamente divertido. Vale que el escenario, las luces, y gente ahí abajo sin duda aportaran algo, pero el mirar a los guitarras y el batería, y que sus movimientos concuerden con la música (sonando bien además) hacen de este juego una experiencia brutal. Resulta que si eres un paquete que no llega al nivel de dificultad elegido, cuando llegue el límite, te eliminan y no puedes seguir tocando/cantando, pero si el resto de tu grupo es lo suficientemente bueno a continuación, pueden salvarte. ¡Rock your salón!

Y poco más se puede contar del evento. La gente se fue turnando durante el resto de la noche para probar el juego y el ambiente fue muy bueno. Por lo que pude jugar (aún no lo tengo), es fresco y divertido. El concepto no es nuevo, de acuerdo, pero si reúnes gente con la que jugar, casi te aseguro que la diversión está garantizada. Y no es una frase hecha. En lo que respecta al multijugador online, por lo que se sabe el único modo de juego para tocar con gente que encuentres por Internet será el típico quick mode, no existiendo así un modo carrera que te permita llevar el grupete que montes con gente que no has visto en tu vida a lo más alto del panorama musical ficticio. Y cuando ya te sepas de memoria las canciones incluidas en el juego, siempre está la opción (siempre cuestionable también) de pagar por otras nuevas. Hay un buen montón de ellas que elegir, por lo menos desde USA. Con Rock Band 2 de camino, resulta un poco chocante una introducción al mercado tan tardía. Pero aparte de instrumentos más silenciosos y precisos (los de Rock Band serán compatibles), no creo que revolucionen la industria como lo ha hecho éste a no ser que incluyan una agenda con teléfonos de camellos y groupies o tengan alguna idea increible-ble.