E3 2009 White Noise

La resaca, además del estado continuo en el que se encuentran los redactores de AnaitGames, es el nombre que se le da a unas peligrosas corrientes marítimas. Un fenómeno a pequeña escala por el cual el mar se retira un poco antes de una ola. Antes de un tsunami los pobres desgraciados que están a punto de morir de una manera bastante cinematográfica pueden contemplar este efecto con una magnitud tal que los peces se quedan sobre la costa. Los E3 han tenido tradicionalmente los dos tipos de resaca: la que te deja la boca pastosa tras emborracharte de vídeos, pantallas, anuncios y puñaladas diversas, y el vacío mediático que precedía a la gigante ola expositiva. Pero este año no. El E3 ha vuelto. Lo dice todo el mundo. Vuelve la grandeza, vuelven la tetas y vuelven los anuncios a marchas forzadas en esta sana carrera armamentística por conseguir un trozo de mercado. Y asusta. No lo digo por los redactores que van a tragar Red Bull y patatas fritas durante cinco días, ni por el palizón que se dan Nae y Xavi viajando al otro lado del globo, ni por los fanboys temerosos del robo de exclusividades. Son las multimillonarias distribuidoras de videojuegos las que están asustadas de su propia creación. Las compañías tienen ya el culo pelado de nueva generación y chascos como el Mirror’s Edge les han enseñado que con proyectos de 50 millones de dólares no puedes hacer las cosas como antes. Nada de solaparlo todo en navidades o el título estrella first te come por los pies y sobre todo nada de anunciar tu juego como the next big thing a la vez que decenas de proyectos igual de espectaculares hacen exactamente lo mismo. Podrías no salir ganando. El cambio generacional, los presupuestos de la era pre-crisis —con los publicistas y directivos tirando dinero por la ventana mientras esnifaban en los Blu-rays— y el intento fallido de que cada compañía tuviese su propio evento particular son el trasfondo que nos ha llevado a la situación actual. Este fenómeno fue lo que todo el mundo llamó la muerte del E3. Pero ya no estamos en 2007, estamos en un mundo completamente diferente donde lo cabal se impone sobre el marketing desmedido y pagar una feria siempre ha sido más barato que pagar tres o cuatro. Pero el problema sigue ahí, más grave ahora si cabe con la resurrección del ímpetu del evento. Y ya ha pasado antes: preparas tu gran anuncio, lo aderezas con mucha información y te lanzas al combate… –Electronic Actisoft: «¡Nuevo juego! ¡Vamos a sacar Assasin’s GRID!» El público enloquece, todos los F5s del planeta sufren un castigo insoportable… «Y aquí tenemos un montón de mat…» –Nintony: «¡Halo: Alguazas!» Ya está. Te acaban de obliterar de la faz de Internet. Como si tu juego nunca hubiese existido los foros se inundan con páginas del gran megatón donde acalorados adolescentes discuten sesuda y/o estúpidamente sobre el juego, cada dos por tres se citan de nuevo imágenes o vídeos con comentarios con muchos signos de exclamación y algunos empiezan a retocar las imágenes para hacer portadas, posters… Mientras tus trailers en alta definición, tus entrevistas y tus guías de niveles comentados por un diseñador en persona se mueren de hambre en Game Trailers con un par de visualizaciones. La solución —que cualquier lector mínimamente asiduo habrá notado— para combatir ese ruido estático que rodea al evento ha sido espaciar los anuncios antes del evento. De este modo consigues dos efectos beneficiosos. El primero es un impacto único en un periodo de tiempo exclusivo para ti (esa semana o ese día si has tenido mala suerte). ¡Boom! La única onda expansiva es la tuya y los aficionados no van a tener nada mejor de lo que hablar durante un tiempo. El segundo es focalizar al público a algo ya concreto en el E3. Ya lo hemos anunciado, ahora os toca esperar el material y cuando empiece el evento lo andaréis buscando, en vez de tener que intentar atraer vuestra atención sobre el mismo en medio de la borrasca de presentaciones. La idea es muy buena pero el hecho de que todo el puto mundo lo haya hecho así a la vez y en la magnitud que estamos presenciando da que pensar. Si incluso compañías first como Sony van dejando concluidos asuntos como mostrar carnaza del Uncharted 2… ¿qué nos espera entonces en la Electronic Entertainment Expo? Uno podría pensar que va a ser un chasco. Que todo está presentado y sólo será una sucesión de vídeos y las casi siempre aburridas entrevistas. Que las conferencias se limitarán a decirnos lo que ya sabemos. Pero yo ya he leído algunos signos, he visto algunas trazas y no va a ser así. Puede que sepa a poco confirmar un rumor, pero si el hecho de pasar de un «Y si…» a «Esto es real» no es suficiente para alguno de vosotros, aún hay más. Habrá material exclusivo de lo que hasta ahora sólo eran teasers y renders. Y más: no sólo se desea sino que se esperan sorpresas, porque el que más y el que menos ha dejado caer que habrá un título completamente nuevo en el evento —además de ser lo mínimo que manda la tradición de un E3 como Dios manda—. El hecho de que la revelación de la certera existencia de TRICO y su metraje antiguo haya sido algo superfluo y desechable para Sony da una idea de lo mucho que andan marcando territorio en el E3: «Electronic Actisoft, esto te lo digo para que siga habiendo buen rollo entre nosotros y nuestros PR. Si vas a mostrar algo nuevo, más te vale ir adelantando el material porque, al menos por mi parte, voy a enseñar ESTO Y ESTO Y ESTO. Tú verás.» De modo que todo parece indicar que las third han obrado bien y que podemos dejar que el hype nos embriague sin resistirnos.