Análisis de Golden Axe: Beast Rider

Queridos amigos de AnaitGames, la prensa del videojuego está podrida (la generalista ni te digo). Acabo de hacer una búsqueda de notas y Heavenly Sword tiene un 79 mientras que Golden Axe: Beast Rider (en adelante Golden Axe) tiene un 40 y pico. Y ni uno se merece un 79, ni otro se merece un 40 y pico. Vayamos al fondo de la cuestión. Golden Axe no es un mal juego. Es más, se puede hasta considerar que es un juego bastante decente. Pero tiene un problema: el nombre. Si el juego se hubiera llamado «Tyris the Amazon», por ejemplo, estaría bastante bien. Tendría notas entre 50 y 70, mucha prensa no le habría hecho caso, y sería el clásico juego de presupuesto barato que «hace de tributo» de otros clásicos (véase Kaan, de PS2). Pero el caso es que se llama Golden Axe y no es un juego de presupuesto barato; más de 300.000 euros ha costado por narices. Es más, es un juego que Sega ha encargado a uno de sus estudios de reciente adquisición, Secret Level, que la deben de chupar de puta madre, que aún no han hecho un juego bueno (Final Fight Streetwise para Xbox e Ironman son sus obras mas recientes… y siguen teniendo trabajo). Centrándonos en el juego, en Golden Axe nos encontramos manejando a Tyris Flare, que protege a las sacerdotisas de Axir. La pega es que se las cargan a todas, raptan al dragón (raptar un dragón me recuerda a lo de los piratas de Somalia que secuestran un superpetrolero), y te dejan compuesta y sin novio. Así que toca ir a al rescate del dragón (lo que hay que ver…) y a derrotar a Death Adder —con la ayuda de la Golden Axe, faltaba más—. El juego recuerda bastante al mentado Heavenly Sword, pero sin fases de flechas. Durante los combates, que son la esencia del juego, los enemigos te pueden atacar con golpes de varios tipos; los flojos son totalmente «obviables», pero los azules y los naranjas te dan la posibilidad de pararlos/esquivarlos para luego realizar una contra. La gracia está en que cuando vayamos encadenando ataques sin que nos zumben nos dan un multiplicador de bonus, que sirve para cuando cogemos dinero, lo que revierte en mejoras para nuestro personaje. Aun así, la mejor manera de conseguir estos bonus y el hecho diferenciador de este juego es, como dice el subtítulo, es la posibilidad de manejar bestias. Y ciertamente, es de lo mejorcito del juego. En esta ocasión podemos controlar a los Abrax —los dragones que parecían gallos del primero—, al Lynth —una especie de gato gigante que tira rayos y se vuelve invisible—, al Krommath —un mamut o similar que hace temblar la tierra—, al Mirigore —un mono gigante que ha estudiado para luchador de Wrestling—, además de una sorpresita que me sabría mal destripar (aunque el que haya seguido el desarrollo del juego ya lo sabrá), si no fuera porque sé que nunca llegaréis a verla. Así que os la dejo aquí: En resumidas cuentas, Golden Axe no es un mal juego. De hecho, algunos de sus aspectos son bastante dignos (música, diseños e ilustraciones, control, llevar los bichos). Pero además del tema del nombre, tiene fallos como algunas cámaras, que algunos objetos aparezcan de golpe (siempre pueden decir que es un homenaje al Daytona de Saturn), y en general una cierta falta de interés (aunque una vez te pones y pasas «el tutorial» es bastante normal picarse y jugar un buen rato). Además, por mucho que haya cameos… ¡lo que mola es llevar al enano! Nota: 6