Fernando Benzo, secretario de Estado de Cultura, presentó el pasado jueves en el Congreso el Plan Cultura 2020, en el que se destaca la importancia de trazar «un plan específico de desarrollo de la creación y producción del videojuego en España» con incentivos fiscales y medios para atraer la inversión nacional e internacional. Destaca la creación de una mesa de trabajo permanente de la Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas con el sector del videojuego en España, que tendrá su primera reunión el 18 de abril.
En el Plan se resume la estrategia del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para cumplir con sus cinco objetivos generales en lo relativo a la cultura: «fomentar una oferta cultural de calidad», apoyando la producción y haciendo posible el acceso universal a la cultura; «actualizar el marco jurídico de protección de la cultura», reforzando la defensa de la propiedad intelectual; «promover una alianza social por la cultura», acercando a la ciudadanía al patrimonio cultural; «extender la cultura española más allá de nuestras fronteras»; e «impulsar la actividad creadora», con ayudas, reconocimientos y alcance de la cultura española.
Los videojuegos protagonizan dos proyectos concretos, uno dentro de la estrategia 1.2 («Impulsar y dinamizar las industrias culturales y creativas») y otro dentro de la 2.1 («Mejorar la fiscalidad de la cultura»):
Proyecto 1.2.3
Constitución, en el marco de la Conferencia Sectorial de Cultura, de una mesa de trabajo permanente de la Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas con el sector del videojuego en España.
Objetivo específico del proyecto:
Elaborar un plan específico de desarrollo de la creación y producción del videojuego en España.
(…)
Proyecto 2.1.2
Establecimiento de un incentivo fiscal en el Impuesto de Sociedades para las inversiones en producciones de videojuegos en colaboración con el Ministerio de Hacienda y Función Pública.
Objetivo específico del proyecto:
Impulsar la producción nacional y la inversión internacional en videojuegos.
Además, dentro de la estrategia 5.7, dirigida a incrementar y mejorar el acceso a los contenidos de la Biblioteca Nacional, se mencionan los videojuegos en el proyecto de «creación del laboratorio de ideas de la Biblioteca Nacional “BNE.LABS”», que busca «favorecer la investigación y la generación de nuevo conocimiento y facilitar el uso de contenidos en dominio público o en los que una cesión de sus derechos de explotación lo permita».
Tanto la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV) como la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) han celebrado el Plan en nota de prensa. «La industria del videojuego está de enhorabuena», ha dicho Ignacio Pérez Dolset, presidente de DEV. «Nunca antes los poderes públicos habían mostrado tanto interés por establecer planes de apoyo al desarrollo de nuestra industria».
Por su parte, José María Moreno, director general de AEVI, ha declarado que «hoy es un día de celebración para la industria nacional e internacional del videojuego que ve como España puede convertirse en un lugar atractivo para invertir y generar trabajo». Moreno cree que «las instituciones cada vez son más sensibles a la potencialidad del sector de los videojuegos», asociado a «la innovación y a la cultura» y «con una gran capacidad de generación de riqueza y creación de empleo de calidad».
Entre los criterios de elaboración del Plan Cultura 2020 está la viabilidad, esto es, «que todos y cada uno de [los proyectos] sean factibles en términos políticos, presupuestarios y administrativos», escribe Benzo en la introducción al documento. «Al margen de los condicionamientos sobrevenidos que pudieran aparecer en el futuro, en su enunciación todas y cada una de las iniciativas comprendidas en este Plan han sido analizadas con el debido rigor para garantizar su viabilidad y posibilidad de cumplimiento».
Las principales críticas al Plan vienen de su falta de detalles económicos y fiscales, que hace que no suponga «nada relevante en sí mismo», según Carlos Rosado, presidente de la Spain Film Commission, «solamente una apertura al diálogo».
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Aquí el gobierno, creando la mesa
Mantienen una educación alienante destructora de la creatividad, que pone a niños de cinco y seis años a aprender únicamente técnica y más técnica, jamás arte. Nunca aprenderán en la escuela a entender el arte, a crear, a expresarse. Los alumnos deben aprender técnica. En clase de dibujo, técnica, aprende los colores, los trazos, la perspectiva. En música, salvo la divina excepción de tocar la flauta, el resto es técnica, perversión del arte: aprende compositores, no los oigas, aprende corrientes, no las oigas, no hace falta que trates de crear o entender la expresión artística de esos compositores. Más mayores, en Literatura, aprende análisis morfosintáctico, analiza científicamente un poema buscando mecanismos estilísticos como las figuras literarias, acercando la literatura más a un ejercicio matemático que a un arte mediante el cual el escritor expresa emociones y belleza.
Podría seguir eternamente, pero creo que no hace falta. Un Estado que atrofia nuestra capacidad expresiva no será aliado del arte jamás. Si hoy leemos estas líneas aparentemente favorecedoras del medio, es porque es una industria en expansión, en la que se puede explotar y fiscalizar como la que más. De la cuestión de la propiedad intelectual mejor ni hablar.
Sera otro observatorio como los de genero, pero en vez de enchufar a las mujeres de los apotentados, enchufaran a sus retoños.
Subvenciones dadas antes de revisar los proyectos, contrataciones opacas, sobres…No espereis nada bueno.
Desde este lado del charco, en un país donde los videojuegos en su mayoría están prohibidos, no puedo sino alegrarme por el incentivo que ojalá suponga para los creadores de videojuegos estas medidas, sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de trabajadores del mundillo que existe en anait.
Y así es cómo murió la industria del videojuego en España.
Una noticia demasiado seria como para ponerla un subtítulo gracioso
THIS.
Mi mujer es profesional de la educación y subrayaría con rotulador todo lo que dices. Ella aparte de maestra de infantil, primaria y ‘educación y lenguaje’ (niños con necesidades educativas especiales) es maestra Montessori titulada por la AMI y habla de este problema continuamente. Dice que una enorme cantidad de los problemas que tenemos hoy a nivel social, político, etc… en este país provienen justo de ahí: la educación.
¿Y las desgravaciones al IRPF de los Patreons qué?
@andresbaez
Bueno, supongo que eso depende más del centro que del Estado… Yo en mi colegio (normal y corriente, un concertado religioso de ciudad pequeña, pero nada especial) escuchaba música en clase de música y hasta nos hacían escribir letras de canciones.
En Literatura a parte de la parte «técnica» y de «historia de la Literatura» leíamos poesía (no sólo para estudiarla técnicamente) y leíamos varios libros, que podíamos elegir nosotros según nuestros gustos.
Que oye, soy el primero que cambiaría muchas cosas del sistema educativo, y de su enfoque en general, enfocándolo menos a la memorización de contenidos y más a la experimentación, pero tampoco es cierto que se quiera desterrar el arte del sistema educativo… Otra cosa es que de cara a la «evaluación» sea mucho más sencillo valorar la técnica, lo que hace que muchos se centren sólo en eso…
En serio nos parece mal que el Gobierno invierta en esto, sea del color que sea? Okey.
@jaetanaka
No te contesto yo, ya te han contestado un poco mas abajo.
+1000
Por supuesto. La única forma en la que un gobierno puede ayudar es quitándose del medio (fuera trabas, burocracia, impuestos, etcétera).
@f
Antes de la Ley Miró de subvenciones: películas de Paul Naschy, los templarios de Amando de Ossorio, Jesús Franco, el ciclo kinki de Eloy de la Iglesia, lo mejor de Berlanga, las dos obras maestras de Chicho, las explotaciones chatarreras de Juan Piquer Simón, Pánico en el Transiberiano, No profanar el sueño de los muertos, Arrebato…
Después de la Ley Miró: películas sobre la Transición, comedias de tercera y mierda política.
Vale, en 1989 se hizo Amanece que no es poco, que es el bien, pero a muy grandes rasgos se pasó del cine comercial hecho para el público a un cine pretencioso más al gusto de la élite progre. Grandísimos directores como Jordi Grau se fueron a la mierda, mientras que otros tuvieron que meterse en coproducciones extranjeras para sacar adelante sus proyectos. El cine español aún no se ha recuperado de ello y en 2017 sigue produciendo cantidades ingentes de basura, salvo un par de genialidades muy contadas al año.
La industria española no puede depender de subvenciones. Tiene que crearse a base de crear juegos geniales con potencial comercial para todo el mundo.
No me entendáis mal, una subvención puede darle alas a algún buen equipo. Pero es un parche que dista mucho de ser lo ideal.
Este comentario ha sido publicado sin ánimo de ofender a ninguna persona o colectivo y puede no representar mis opiniones y/o puntos de vista.
Eso no explica por qué hay que obligarme a financiar productos por la fuerza. La subvención tiene que hacerlo cada uno con su dinero, no vía impositiva del Estado.
Royo, gran ilustrador.
@preacher
Menuda manera de condensar 30 y pico años de pelis en una frase.
»películas sobre la Transición, comedias de tercera y mierda política»
@jnaba Y mejor persona.
@f
El Sur sin ir más lejos es de mis preferidas, en general y del cine español.
@f
Es el problema de tratar al cine como una industria y no como un arte.
La mayor parte de las subvenciones de todas maneras van a las películas taquilleras, comerciales, que justamente no necesitan subvención.
A mí hablar del cine como si se hablara de agricultura me pone triste, obviamente nada es sostenible económicamente con subvenciones, que son problemas estructurales, porque el arte no vende. El porqué de ello es otro tema.
Hoy día no creo que el cine pueda mantenerse sin subvención, no podemos poner como ejemplos películas de hace 60 años porque la sociedad, y básicamente todo, ha cambiado. Y digo cine porque es un arte que necesita un desembolso económico importante para llevarse a cabo, a niveles completamente distintos que, por ejemplo, la música y la literatura, que tampoco te da para vivir, pero puedes sacar adelante proyectos con relativa facilidad si los ponemos al lado de una puta película, aún así muchos grupos tienen que irse fuera de España a grabar y todas esas mierdas.
Y hay películas buenas hechas con cuatro perras, y películas comerciales buenas, y películas buenas que consiguen ir a caballo entre lo comercial y el cine de autor.
En resumen: las subvenciones no son sostenibles, las no subvenciones no son sostenibles, el arte no es sostenible, y todo está muy mal montao.
Como ex-profesional de la educación (en mi caso Secundaria y Bachillerato) suscribo todo lo que dices, encima yo era de arte así que imagínate el panorama.
Casi toda la polémica por las subvenciones al cine viene de donde viene, de los indignados por el No a la Guerra de hace unos años. Vosotros veréis si queréis seguirle el juego a los liberales de los «pogres mimimi» con carguito de 30 años a costa del Estado.
Se subvenciona el cine como se subvenciona de una u otra forma casi toda actividad. Los fabricantes de coches, el i+D, los bancos y sus rescates, las autopistas, construcciones, turismo, etc.
@f
En España no interesa el cine, Magical Girl recaudó más en una semana en Francia que todo lo que recaudó en España.
Lo que es impresionante es que el mayor tópico sobre el cine español es que es malo y que sólo hace pelis de guerra civil, teniendo uno de los mejores cines de Europa, tampoco voy a hablar mucho porque ni de coña conozco tanto a los demás países, pero es de locos imaginarse a otro país que tuviera directores de la talla de Buñuel, pero que repudie su cine.
De momento la noticia me parece humo y además creo que tengo un déjà vu. A medida que se vaya concretando se podrá opinar mejor.
En otros sitios planteaban mejoras en el régimen de autónomos, que dado el tipo de tejido de la mayoría de estudios no suena mal (y además beneficiaría a mucha gente más fuera de videojuegos). Incentivos fiscales si tampoco se concretan gran cosa se quedan en poco más que una buzzword.
Y las subvenciones yo las veo bien (voy a usar el comodín nórdico con todo el morro y enlazar iniciativas que se han llevado a cabo por allí como el Nordic Game Program que entre otros financió Limbo), pero hacen falta mecanismos de selección y control estrictos, como cabría esperar de cualquier otro sector -que se apliquen en España ya tal -_-.
Para eso sería necesario tener claros los objetivos. ¿Qué se querría promover? ¿I+D y nuevas tecnologías? ¿Juegos sobre el folklore y cultura de aquí, como en Reino Unido? ¿Rentabilidad y proyección internacional?¿Promoción y fomento artístico y de humanidades? En función de unos y otros podrías estar beneficiando o perjudicando empresas.
Otra complicación es que el desarrollo de un juego es bastante volátil y puede haber mil razones válidas por las que se vaya al cuerno sin necesidad de que medie mala fe (sin descartarla). Si las subvenciones son a fondo perdido adiós muy buenas. Si no lo son habría que evaluar caso por caso. En general sería necesario realizar seguimiento de los proyectos y que ese seguimiento lo evaluara gente preparada.
El problema no es dar subvenciones, el problema es a quien se las das
Siempre que sale el tema de las subvenciones parece que lo obvio es pensar que va a venir Gonzo a convertirse en «el Almodovar de los videojuegos» (que, porcierto, el cine de Almodovar se ve fuera de nuestras fronteras).
Lo que no se si sabeis es que, ahora mismo, hay ya subvenciones del Ministerio de Cultura. La queja habitual es que se las llevan todas Mercury. Pero es que trincar dinero de allí es complicado. Lo que yo esperaría que esta mesa de trabajo solventase es la burocracia y los procesos farragosos que hacen que para poder acceder a este dinero necesites invertir tanto trabajo previo.
Por supuesto, un videojuego representa riesgo. Pero estos proyectos no estan pensados para que el gobierno te pague el desarrollo del juego de tus sueños, es un pequeño capital para que empieces.
A mi me toca razonablemente de cerca el caso de Tekes (Finlandia). Si os mirais donde han metido pasta vereis que ahí hay un monton de empresas que han cogido dinero de ahi. Seguro que algunos proyectos no han llegado a ningun sitio, pero cosas como Yousician, el juego de Reforged (que han recibido una inversión fuerte de NetEase), Next Games (que salieron a bolsa la semana pasada) y compañias como Rovio, Remedy, Colossal Order o Supercell han recibido dinero de ahi en algun momento tambien.
Yo creo que, aunque esten más centrados en la «industria» que en la «artesanía», a alguien que quiera tirar por los caminos más alejados del negocio le va a venir bien que la industria sea potente en su zona. Más que nada porque esto te abre un montón de posibilidades de contract work. Si eres un chaval joven pues estás más jodido, pero Jonathan Blow y otros indies del estilo se han pagado sus juegos haciendo trabajitos aquí y allá (en plan, ven y hazme el motor de sonido, ven y riggeame estos modelos).
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