Verdades como puños: 10 juegos en los que tu novia te patea el culo

En esta santa casa, como bien sabéis, tenemos dos intereses principales: los videojuegos y las mujeres ((Bueno, en realidad suelen ser las mujeres las que se interesan por los AnaitGentleMen y no al revés, pero no queremos que lo sepan, se sientan usadas y manchen nuestros elegantes mocasines con sus lágrimas cargadas de rimel cuando se agarren, suplicantes, a nuestras rodillas.)). Sin embargo la fascinación que sentimos por ambos conceptos no es nada comparado con lo increíblemente difícil que resulta combinarlos en un único escenario. Las mujeres y los videojuegos son como el agua y el aceite, como el cielo y la tierra, como Hideo Kojima y Benny Hill, como Bobby Kotick y cualquier emoción humana positiva, como Nintendo y la pobreza, como Ubisoft y hacer un buen juego a la primera, como Molyneux y el silencio ((Aquí acaban nuestros ejemplos, sin embargo estáis cordialmente invitados a seguir con el «Como…» en los comentarios)). Existen mujeres gamers, claro está, pero en general se resisten a jugar a videojuegos y, cuando lo hacen, el nivel de torpeza que demuestran se dispara, sale de la gráfica, llega hasta el tejado y sigue hasta la ionosfera, donde estalla en un gargantuesco y ominoso espectáculo luminoso de ineptitud sin precedentes en la historia humana. Normalmente darle un mando a una mujer y esperar que se pase el primer nivel del Shinobi es como darle un martillo y un cincel a un mono y esperar que te talle La Pietà de Miguel Ángel. Sin embargo existen ciertos juegos que parecen ser singularidades en el espectro cuántico del ocio electrónico femenino. En lo que respecta a estos videojuegos y por motivos que escapan a nuestro entendimiento, las hembras de la especie humana no sólo demuestran tener capacidad suficiente para aguantar en una competición contra un varón, si no que alcanzan niveles de éxito imposibles para un macho. Se muestran imbatibles, infalibles, inmisericordes. Y nuestro objetivo hoy es hacer un breve repaso por todas esas excepciones donde las mujeres son claramente superiores a los hombres. Hoy: juegos en los que tu novia te patea el culo.

Los Sims

1, 2, 3, Universitarios, Abren negocios, Sodomizan cabras… da igual qué juego o expansión de Los Sims sea, cuando tu Sim esté empezando a abrirse camino en la vida, con un curro a media jornada y una pequeña casa con cocina americana, el Sim de tu novia vivirá en una gran mansión (diseñada píxel a píxel por ella misma, claro) y no necesitará trabajar porque ya habrá acumulado una fortuna gracias a su negocio/trabajo/venta de obras de arte. Da igual cuánto te esfuerces, que tú juegues durante seis horas diarias y a ella sólo la veas jugar diez minutos después de las comidas. Lo peor es que encima proyectan sus planes de futuro en el juego, así que si quieres saber como será tu casa cuando os concedan la hipoteca, bueno, sólo carga su última partida y echa un vistazo. Y sí, no me mires con esa cara, eso es un cuarto para el bebé.

El boxeo de Wii Sports

Aquí la cosa ya se vuelve sobrenatural. Tu esquivas, lanzas crochets, directos, combinaciones 1-2… Ella grita, agita los brazos, te insulta, grita, salta, grita, se ríe, grita. Y treinta segundos después tu Mii está en el suelo escupiendo los dientes mientras tú te preguntas por qué. Y mejor no clames por revancha, que todos sabemos cómo va a acabar la cosa.

Puzzle Bobble

Enfrentarte contra una mujer al juego de los dragoncitos es sinónimo de derrota. En el tiempo que tú has lanzado una burbuja ella ya ha lanzado tres. Y lo peor es que ella las ha colocado bien y tú no. El tiempo pasa, el montón de bolas crece, fallas esa que llevabas un rato preparando para tirar 15 de golpe. Miras su pantalla y lo único más vacío que has visto en tu vida es tu cuenta corriente a día 22. Empiezas a sudar, ella sonríe, tu cara se tuerce en una angustiosa mueca de esfuerzo sobrehumano, agitas los mandos y le gritas a la pantalla para acabar llorando cuando un millón de burbujas enviadas por su pérfida mano rubrican un GAME OVER para ti.

Tekken 3

O cómo tu novia puede ganarte un millón de veces pulsando TODOS los botones usando solo los dedos índice y anular de cada mano. He bautizado a esa técnica como «Técnica de Chiquito» debido a los pequeños saltitos y gritos que emiten las zagalas al jugar así. La humillación de la derrota se ve acrecentada a menudo porque generalmente han elegido personaje escrutando el plantel de luchadores durante largos minutos, con una seriedad y concentración infinita digna de los más sesudos científicos, para al final exclamar indefectiblemente «¡Huy, mira cariño, un oso panda!».

Super Mario Bros., Sonic y cualquier juego con recogida de ítems

Aquí entra en juego un aspecto muy importante de la psicología femenina que vamos a llamar «Factor Urraca». Es bien sabido por la comunidad científica (y si no os lo creéis, haced la prueba en casa) que las mujeres NECESITAN coger todos los ítems que aparezcan en pantalla. Da igual que sean monedas del Mario, anillos del Sonic o bolas del LittleBigPlanet. Ellas llamarán a todo «fichitas» y harán lo imposible por recoger hasta la última de ellas. Son capaces de sufrir un colapso nervioso al ver como Sonic suelta todas las monedas al ser alcanzado, pero también son las únicas capaces de recogerlas todas antes de que desaparezcan. Todo ello se traduce en la habilidad cuasi robótica que tienen las damas para pasarse cualquier Super Mario del tirón sin dejarse nada atrás. Inhumano.

Dead or Alive

por Ikael Un caso sorprendente similar al de Tekken 3. Los del instituto de la mujer pueden decir misa, pero eso de ver a dos mujeres tetonas apalizándose es algo que ejerce una fascinación en las novias comparable al curling bajo los efectos de la marihuana. Lo que ya no soy capaz de explicar son las palizas skin que son capaces de administrar. Ni estrategia, ni reflejos, ni leches que valgan contra ella, debe de haber una parte del cerebro femenino dedicada exclusivamente a dilacerar rivales en este juego.

Super Mario Kart

por Ikael Eso de que a las mujeres no les gustan los coches es mentira: si tienen caparazones voladores y los conduce Bowser, la cosa cambia. La alineación planetaria de juego competitivo cara a cara, sencillez en el control, profundidad en el juego en sí y bichos adorables en amoroso pixel art resulta letal.

Wii Fit

por DonDepre Sí, vale, no es un juego competitivo. O probablemente ni siquiera un juego. Gimnasia, aeróbic, yoga… ¿cómo demonios saber quién gana? ¿Quién pierde más peso? ¿Quién no se disloca nada haciendo las posturas avanzadas de yoga? No, simplemente vuestras novias os patean el culo al Wii Fit porque siempre van a parecer menos ridículas que vosotros mientras juegan. Como muestra analicemos cómo se ve ella jugando, frente a cómo se ve él. Lamentable.

Singstar y Lips

por DonDepre Es inevitable, las chicas siempre ganan al Singstar. No importa lo que hagas, practiques, o si tienes cinco años en un conservatorio de música. Es una cuestión de vergüenza. Las chicas no tienen el más mínimo problema para cantar las letras de Abba o Mecano. Los chicos, en cambio, no se arriesgan con los agudos y se dedican más a tararear que a cantar las letras. A no ser que ambos estéis muy borrachos, que es cuando se podría llegar a conseguir un empate técnico. Pero no sufráis, pillad el Guitar Hero Metallica, coged un micrófono y pedid revancha. Seguiréis perdiendo, pero al menos será cantando temas que os gustan.

Soul Calibur

por Tito Almo El que sea, pero sobre todo a partir del 3, que el editor de personajes era para el sector femenino algo así como dronjaína en toneladas. Acto seguido de acabar de diseñar el muñequín parando en cada puto complemento, van y eligen las características para la lucha al azar y cuando pensamos «esta es la mía» al comenzar el combate, pueden suceder dos cosas: a) Léase el apartado referente a Tekken 3 y Dead or Alive. b) En vez de machacar todas las teclas a lo loco, optan por UNA SOLA PARA TODO EL PUTO COMBATE. Ante tal despliegue de medios, nuestra mente, acostumbrada a pergeñar estrategias milimétricas contra complejos combos, tempos para parrys y zarandajas varias, va y se mindfuckea para acabar cayendo sistemáticamente ante cada sablazo clónico. Y hasta aquí los resultados de nuestra primera investigación. En el Anaitlaboratorio estamos muy satisfechos porque hemos aprendido un montón sobre las mujeres ((Tenemos tantos datos que quizá podríamos plantearnos un segundo informe.)). Son unos sujetos de investigación terriblemente interesantes e inteligentes. ¡Y mantienen limpísimas sus jaulas! Queda demostrado pues, que no son malas jugando a videojuegos, si no que se enfocan solo en lo que les gusta, obviando todos los demás géneros y desarrollando por ende una terrible incapacidad ante lo que ignoran y una maestría terrible ante lo que les atrae. Ergo nuestra conclusión después de este sesudo estudio es sencilla y la podemos resumir en una sola frase:

La mujer cuando juega / es que juega para ganar / y a ninguna le interesa / jugar por frivolidad.

Y olé.