Una de indies

azPLAY 2017: Sueños reales

azPLAY 2017: Sueños reales

En estos tiempos de autoafirmación, postureo y exhibicionismo, sorprende que azPLAY, un festival de videojuegos independientes que celebra su octava edición, ya consolidado a nivel nacional e internacional, comience el plato fuerte del evento, la entrega de premios, pidiendo disculpas. Debido al crecimiento del certamen, y a ser uno de los pocos a nivel nacional donde los ganadores reciben una dotación económica, este año se han presentado 432 proyectos de 63 países diferentes, un 73% más que en el año anterior. Como jurado de la anterior edición, sé la enorme carga de trabajo que eso supone y lo complicado que resulta elegir los juegos nominados sin cometer ninguna injusticia ni dejarse llevar por los prejuicios debido a la falta de tiempo para valorar cada propuesta en profundidad. Así que los organizadores, conscientes de esta titánica tarea, prometieron revisar el sistema para el siguiente año, donde presumiblemente la cifra de candidatos vuelva a aumentar.

Finalmente fueron 25 los títulos nominados a azPLAY, divididos en cinco categorías, cada una premiada con 5.000 euros: 

Mejor idea original: All You Can Eat (Gamechuck, Croacia), Distortions (Among Giants, Brasil), Figment (Bedtime Digital Games, Dinamarca), Last Day of June (Ovosonico, Italia), Lost Words (Sketchbook Games, Reino Unido), Old Man’s Journey (Broken Rules, Austria), Rock of Ages 2 (ACE Team Software, Chile), Solo (Team Gotham, España) y The Almost Gone (Happy Volcano, Bélgica). 

Mejor diseño artístico: Figment, Old Man’s Journey, AntVentor (LoopyMood, Ucrania), Dark Train (Paperash Studio, República Checa), Forgotton Anne (ThroughLine Games, Dinamarca), MARE (Visiontrick Media, Japón) y Path to Mnemosyne (Devilish Games, España).

Mejor diseño de sonido: Distortions, Figment, MARE, Old Man’s Journey y Resynth (Polyphonic LP, Australia). 

Mejor jugabilidad: A Place for the Unwilling (AlPixel Games, España), Figment, Imagine Earth (Serious Brothers UG, Alemania), KnightOut (2nd Studio, Dinamarca), Old Man’s Journey, Rock of Ages 2, Tiny Bubbles (Pine Street Codeworks, USA) y Zip Zap (Philipp Stollenmayer, Alemania). 

Mejor juego vasco: Mindtaker (Relevo Videogames / Virtualware), MOW: Minimal Over Wheels (Zeus Software), Submersed (Loma Digital), Teotl: Rise of a God (DigiPen’s Rin Tin Team) y Unforgiven VR (Delirium Studios).

El formato de azPLAY, a diferencia a otros eventos similares, ofrece la posibilidad de que cada desarrollador explique durante veinte minutos el procesos creativo de su juego, hable sobre influencias, intereses y problemas surgidos durante su creación. Es de agradecer que cada autor, desde el veterano con estudio propio hasta el joven amateur que ha programado el juego en su habitación durante los ratos libres, disponga de tiempo de sobra para profundizar en su obra, responder a las preguntas del público y tratar de convencer al jurado. Todas las presentaciones se pueden ver en su canal de YouTube, al igual que la entrega de premios, donde hubo alguna que otra sorpresa. El ganador de la Mejor idea original fue Distortions, del estudio brasileño Among Giants, un interesante juego en tercera persona con una potente carga onírica y surrealista donde la música cobra una gran importancia. El premio al Mejor diseño artístico era el más previsible de todos: Old Man’s Journey. El preciosista aspecto de este humilde juego de puzles parece salido de la imaginación de Wes Anderson, así que ahora que Annapurna Pictures está produciendo su siguiente película y que ha dado el salto a esta industria, podrían ofrecerle los australianos de Broken Rules que se encargaran de la adaptación oficial, aprovechando además que Isle of Dogs está realizada en animación stop motion. Megan Ellison, espero que leas esto.

Habría sido una gran pena que Figment, nominado en cuatro categorías distintas, se fuera con las manos vacías, así que fue una alegría que se llevara el galardón a Mejor diseño de sonido. El audio es un elemento realmente importante en la obra de Bedtime Digital Games, pues los enfrentamientos contra los jefes finales son una suerte batalla musical que parecen salidos de una ópera, al más puro estilo Great Mighty Poo, de Conker’s Bud Fur Day, pero con más influencia de Dalí que de los Farrelly. Si el festival quiere limitar la cantidad de juegos recibidos, quizá una buena forma de hacerlo sea impedir que se presenten secuelas. Rock of Ages 2 es un título estupendo, aún más divertido que su predecesor, pero choca verlo nominado en un festival que busca la originalidad y la vertiente artística del medio. En cualquier caso, su premio a la Mejor Jugabilidad fue muy merecido. Una de las sorpresas fue la victoria de Unforgiven VR, como Mejor juego vasco. El simulador de duelos del Oeste en Realidad Virtual incluye varias ideas jugables interesantes en lo que respecta a los menús y al sistema online, y se trata de una idea simple pero efectiva. Sus desarrolladores, los bilbaínos Delirium Studios, son ya unos habituales del certamen, donde casi cada año obtienen algún galardón.

azPLAY 2017: Sueños reales
Foto: Twitter

Una de las novedades de esta edición ha sido celebración de la ronda de calificación para el Nordic Game Discovery Contest que se celebrará en Malmö (Suecia) en mayo de 2018. Se había realizado una selección previa de cinco juegos nacionales que podrían encajar en ese evento donde dispondrán de acceso directo a los mejores inversores y editores de videojuegos del mundo: A Place for the Unwilling, Mindtaker, MOW- Minimal Over Wheels, Path to Mnemosyne y Solo. El elegido fue el primero de ellos, debido a su potencial comercial. Su director, Ludipe, explicó la enorme carga narrativa que están dándole a este cruce entre Majora’s Mask, Dead Rising, La Abadía del Crimen y Deadly Premonition con influencias de Lovecraft y Chambers. Por si fuera poco, cada uno de los quince personajes más relevantes del juego está siendo escrito por un escritor diferente del panorama fantástico nacional, lo que enriquecerá la profundidad de los diálogos y situaciones. Un proyecto ambicioso y complejo donde el tiempo y el comercio serán dos factores muy importantes durante las tres semanas que pasaremos en la ciudad investigando la muerte de un amigo de la infancia, con un delicioso diseño artístico victoriano.

Entre las obras que no consiguieron ningún premio destaca Solo. La influencia de Jonathan Blow (que apoyó el proyecto en su exitosa campaña de crowdfunding) es enorme: Braid en lo temático y The Witness en lo visual. Su director artístico explicó que el juego nació tras una dolorosa ruptura sentimental, así que el tema central que vertebra toda la experiencia es el amor. En la demo podíamos elegir nuestro sexo (incluido no binario) y también el de nuestro amado o amada. Los puzles a base de cajas y las preguntas íntimas y sentimentales que se nos plantean de vez en cuando recuerdan a Catherine, otro título que giraba en torno a las relaciones de pareja en un tono más oscuro.

Path to Mnemosyne tiene un magnífico diseño artístico y una original idea, al estar todo el juego realizado mediante un zoom infinito, una técnica empleada en cine, publicidad y videoclips. Además, su sonido está influido por Portishead y utiliza el Tono Shepard, un recurso habitual de Hans Zimmer en sus colaboraciones con Christopher Nolan, lo que le confiere una atmósfera muy particular. Tiny Bubbles parece el típico juego de móvil sencillo y olvidable, con su mecánica de pintar burbujas de jabón hasta juntar cuatro del mismo color para que exploten, pero es más complejo de lo que parece. Cada pantalla introduce nuevas ideas y poco a poco las va combinando para dar lugar a un genial juego de puzles, tan divertido como satisfactorio.

Si en los juegos comerciales de gran presupuesto ha sido el año de las cajas, fijándonos en los títulos nominados de azPLAY podríamos decir sin lugar a dudas que el tema central son los sueños. Son muchos los títulos que basan su historia y estética en ambientes oníricos, sea luminosos o lúgubres pesadillas, pero cada uno lo hace a su manera, con su propia personalidad. Puede parecer un recurso fácil para disimular la falta de recursos, pero es justo eso a lo que deben aspirar los videojuegos: mostrar mundos nuevos e imaginativos que no podamos visitar en la vida real, en el cine ni la televisión.

Colaborador

Periodista cultural y cofundador de la revista Cactus, donde lo mismo entrevista a un director de cine o hace un reportaje sobre música indie, que habla sobre paquetes de chucherías ya desaparecidas. Especializado en videojuegos, ahora le ha dado por impartir clases sobre narrativa interactiva con el firme propósito de demostrar empíricamente que What Remains of Edith Finch es nuestro Ciudadano Kane. [chupito]

  1. Txanke

    MIS inDIES por la crónica.

  2. Wicked

    Es de agradecer que podamos seguir contando con el ya veterano AzPlay como penúltimo bastión de #LoIndie. Y digo penúltimo porque este año se han estrenado otros dos eventos de similar temática, IndieMAD o GameBOSS, lo cual siempre es una gran noticia ya que, desde mi punto de vista y experiencia, aprendes mucho más sobre cultura y videojuegos en diez minutos en un AzPlay que en tres horas en cualquier evento de tipo feria que actualmente se celebra en España (X Games/Gaming Y). Y, bonus, tienes a la gente de bien mucho más cerca para compartir una birra. Two birds, one stone.

    Kudos, Koldo 😀

  3. DrTenma

    Me parece interesante que dejen explicar a los desarrolladores los juegos que salen de aquí, está claro que como gala alternativa pueden permitirse este tipo de ritmo más pausado.