Tomonobu Itagaki, famoso por ser el bueno, el feo y el malo a la vez, estuvo en el E3. De hecho, chiconuclear y Xavi cuentan en el podcast que se lo encontraron en la conferencia de Nintendo. Pero su próximo juego, el que tenía que quitarnos el sabor agridulce de Ninja Gaiden 3, se quedó en Japón esperando el Tokyo Game Show. No tiene prisa.
Como suele ocurrir con las demostraciones en el show de Jimmy Fallon, le acompañan un pez gordo como Eric Hirshberg, presidente de Activison Publishing, y dos no tan gordos como nuestros viejos conocidos Glenn Schofield y Robert Bowling. Por allí aparece también Simon Pegg para echar unas partidas al modo Spec Ops de Call of Duty: Modern Warfare 3. Se ve poco, sí, pero hace gracia ver a Jimmy perder el control entre gritos e ignorar totalmente a sus invitados.
Toshihiro Nagoshi: menudo tío. Un señor que tiene en su currículum la serie Yakuza, Super Monkey Ball, F-Zero GX y Billy Hatcher and the Giant Egg, entre otros, tiene que darle a uno confianza; por eso Binary Domain no tuvo que hacer demasiado para atraernos con sus cantos zalameros y sus tiroteos con roboces. En el E3 es difícil hacerse una agenda más o menos precisa de a qué va a jugar uno y cuándo, porque nada más entrar el bombardeo de stands y máquinas en las que ponerse a los mandos es intensísimo, pero dio la casualidad de que Binary Domain fue de las primeras cosas que pude probar. ¿Sabrán los japoneses hacer un shooter que baile a un ritmo más o menos occidental?
Ubisoft ha lanzado un nuevo tráiler de Assassin’s Creed: Revelations. Esta vez no nos muestran a Altaïr o al envejecido Ezio siguiendo sus pasos, sino que se centran en el protagonista menos carismático de la saga: Desmond Miles.
Hace más de un año el ahora posiblemente muy bronceado @chiconuclear soltaba la liebre: un rumor llegado desde las oscuras cavernas de IMDB aseguraba que Robin, el amanerado compañero de batalla de Batman, haría acto de aparición en la secuela del juego de Rocksteady, Batman: Arkham City. Ahora, nuevos indicios avalan esta información.
Cada mañana cuando llego a la oficina, Pep viene a mi lado y me susurra al oído: «Sonic Generations va a ser el mejor juego del año», y luego se marcha y se pone a hacer otras cosas. Cuando le hablo de esto no parece recordar nada, es como si no me hubiera dicho nada o como si lo hubiera hecho sonámbulo. Tan fuerte es lo que siente Pep por el juego, tan profundo ha echado raíces en él. Así que, como comprenderéis, en cuanto tuve la oportunidad de echarle el guante al juego en el E3, me abalancé de una forma tan fuerte que todo el mundo quedó asustado de mis ansias.
