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Free-to-play Tournament
BlueStreak: los quiénes, los cómos y los porqués
¿Por qué nos tenemos que fiar de lo nuevo de Cliff Bleszinski, por qué no y quiénes están detrás de todo esto? Un artículo de opinión sobre todo esto, y algo más.
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Cifras y letras
Gamelab 2014: Por qué hacemos juegos
La feria de Barcelona parece convencida en demostrar que creatividad y comercio pueden darse la mano en lugar de echar un pulso.
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E3 2014: A nadie le importa Code Name: S.T.E.A.M.
Ayer por la tarde, Nintendo presentó un nuevo juego, Code Name: S.T.E.A.M.; un juego de estrategia de Intelligent Systems.
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LET THERE BE LOVE
¿Y a quién le importa quién haya ganado el E3?
Empecé a seguir estos eventos en serio en 2008 y no recuerdo ni un solo año en que esas pesadillas del videojuerguista habitual no hayan devorado docenas de minutos.
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A falta de Nintendo, esto llevamos vivido desde EE.UU.
Desde Los Angeles: Una crónica del día de conferencias del E3 2014
Con cuatro conferencias a las espaldas, esto es lo que se sintió desde suelo norteamericano después de doce horas agotadoras de trotes y vídeos.
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Si segundas partes nunca fueron buenas, ¿por qué seguimos pidiéndolas?
Lo mismo de siempre
Todos queremos juegos nuevos que expandan lo que sabemos sobre lo que son y hacen los videojuegos, pero, ¿por qué seguimos pidiendo las secuelas, y por qué triunfan?
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Como el Yelp del Chicago hacker
La crítica al habla: Watch Dogs
Un repaso a las opiniones de distintos medios sobre el esperado juego de Ubisoft Montreal.
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Carta de amor aristotélica
Un año con Metal Gear Rising: Revengeance
La colaboración de Platinum Games y Kojima Productions es un juego de lucha escondido entre tensiones militares, dramatismo a flor de piel y katanas ensangrentadas.
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O por qué el nazismo en los videojuegos es positivo
Esta máquina mata fascistas
El eterno debate: ¿es mejor tapar las vergüenzas del pasado versus enfrentarnos a ellas, ridiculizarlas e intentar cerrar la herida por las bravas?
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¿Tienen más que decir las campañas de marketing que los propios juegos?
Marketing, sorpresas y muchas cosas bonitas
Por qué a veces es mejor matarlas callando que hablar más de la cuenta y acabar pegándose un tiro en el pie, y matando la sorpresa del jugador.