E3 2019: Jugando a ser diferente

Un año más, el E3 confirma que existe una fórmula para montar el tráiler de cualquier juego triple A. Si la saga es conocida, empezaremos con un poco de environment: unos preciosos fondos mostrados sin música y acompañados quizás de una voz sobre puesta dejándonos claro el tono del juego. Este tono es, por supuesto, ligeramente épico pero está mezclado con unas notas dramáticas o gamberras según sea la ocasión. Tras un fundido o un paneo de la cámara, vemos por fin al Protagonista. Nuestras ilusiones quedaran confirmadas. Se trata un Nuevo Título de esa esperada serie que, más grande, más ambicioso y, quizás, en mundo abierto, se prepara para arrasar tanto en PC como en consolas durante los próximos años. Lo que sigue, acompañado de alguna versión pegadiza de una canción popular, es un recital de acción en el que no faltan tiros a la cabeza, las persecuciones, las explosiones y las hordas de enemigos que no son nada ante el musculado, joven y blanco front man.

A lo largo de los años ciertas compañías de videojuegos se han acomodado en crear y vender solo para un público muy específico: su público, unos jugadores autodenominados hardcore que no sólo citan los videojuegos como su principal actividad de ocio sino que se mantienen al día de las novedades y lanzamientos dentro de la industria. Pero aunque este jugador no tiene problemas en distinguir entre el enésimo título inspirado por la obra de Tom Clancy ni en listar las diferencias entre dos futurismos aparentemente idénticos, lo cierto es que el jugador esporádico sí. Y este aficionado casual, por desgracia, no ha tenido en el E3 mucho en lo que fijarse. Lo más destacado, lo que ha llegado a aquellos que no siguen las conferencias, puede reducirse al meme y al fan art, mayoritariamente centrado en Nintendo.

Aunque la poca originalidad a la hora de vender no tiene por qué estar relacionada necesariamente con la calidad final del juego, esta oleada de tráilers indistinguibles no se debe solo al uso de «la plantilla de juego de acción» a la hora de crear los videos sino a que los creativos tienen poco con lo que jugar. La idea detrás un avance debería ser llamar la atención de los interesados pero es difícil hacerlo cuando el género mayoritario en este tipo de eventos es la acción, la mecánica principal es el disparo y gran cantidad de protagonistas son hombres con un perfil paramilitar. Por supuesto, todos somos capaces de nombrar un buen puñado de protagonistas femeninas, protagonistas racializados o títulos que no necesitan recurrir a las armas para gustar, pero lo cierto es que, por desgracia, cuando se trata de vender de manera masiva las compañías siguen confiando en gran medida en los que se conoce como «El héroe prototípico». Y Luego, tenemos Watch Dogs: Legion.

Watch Dogs: Legion, que estará disponible en marzo del 2020, nos invita a visitar una Londres que, en un futuro cercano, se encuentra bajo el yugo de una tiranía. El jugador formará parte de La Resistencia, un grupo terrorista formado por espías, hackers, asesinos y todo tipo de ciudadanos que unirán fuerzas en pos de la liberación de la ciudad. Y aunque la premisa del título no es especialmente original, sí lo es el acercamiento a La Resistencia presentado por Ubi que, lejos de estar formada por los intercambiables tipos duros de siempre, está conformada por un grupo de lo más variopinto y perteneciente a todos los estratos de la sociedad.

Para demostrar la variedad de personajes que el juego pondrá a nuestra disposición, en Ubisoft escogieron a Helen, una adorable ancianita que compagina la revolución con alimentar a los patos del parque. Helen no se parece a ninguna otra protagonista de la compañía y, por eso mismo, se ha convertido en la estrella de la conferencia y un motivo para que muchos nos fijemos en el juego. Se ha transformado en un selling point.

Pero los motivos que muchos tenemos para querer jugar con Helen van más bastante allá de la gracieta o risas con su edad. Obviando la personalidad que pueda tener un protagonista, el aspecto físico y la apariencia del personaje nos influye tanto a la hora de percibirlo como de jugar. Su género, tono de piel, sexualidad, la manera de vestir y la de expresarse, añaden subtexto a la historia a la vez que modifican nuestros comportamiento dentro de ese universo. En otras palabras: diferentes protagonistas harán al juego distinto.

El efecto en el subtexto se hace más evidente con juegos pegados a la realidad social. Uno de mis ejemplos favoritos para ilustrar la influencia del aspecto de los personajes se encuentra al comienzo del juego The Walking Dead. Al iniciar el primer capítulo del título de Telltale vemos a su protagonista Lee, un hombre negro, esposado en el coche de un policía blanco. Entre las opciones de diálogo que la compañía pone a nuestra disposición se encuentran un taciturno silencio, un alegato por nuestra inocencia o una confesión. Dada la gran cantidad de detenciones injustas y abusos policiales cometidos en Estados Unidos contra la población afroamericana, nuestra elección —que se produce en un momento en el que no sabemos nada de la historia del personaje— dice más de nosotros que de él. Si alegamos que somos inocentes estamos dibujando un universo muy similar al nuestro en el que las injusticias contra las personas racializadas son algo común. Si admitimos la culpabilidad, por otro lado, tendremos que enfrentarnos al juego manejando a un asesino. De ser el protagonista un hombre blanco, el mencionado héroe prototípico, las lecturas se reducen. Es inocente, porque es un héroe, y su detención no es más que un error.

Con la inclusión de Helen, Ubisoft dibuja una tiranía totalitaria que no solo discrimina, persigue y enfada a los más jóvenes sino que afecta en muchos niveles a todos los individuos de la sociedad. A la vez, los guionistas relaciona la caída del gobierno, no con la lucha de unos pocos, sino con el trabajo en conjunto de un ejército en donde nadie sobra, en donde todas las habilidades son necesarias y útiles según el caso.

Por otra parte, y pese al que el tráiler no se corta en enseñar un socorrido disparo a la cabeza, todo indica que uno de los puntos fuertes del gameplay de Watch Dogs pasará por la elección de personajes lo que, queramos o no, terminará por invitarnos a probar sin que lo notemos diferentes modos de juego. Esto sucede porque el personaje que controlamos en una historia nos afecta debido a la enorme capacidad para la identificación que permiten los videojuegos. Según varios estudios, de la misma manera que si jugamos con un personaje sexualizado tenderemos a hablar de manera más provocativa en el chat, si controlamos a un protagonista que consideramos más débil (una anciana o un niño, como pasa en los títulos de Playdead) seremos más cautos con nuestros movimientos y nos sentiremos inspirados a usar soluciones que no pasen por la violencia. Y eso, hace que Watch Dogs, en cierto sentido, se perciba diferente.

De la creciente popularidad de Helen y el renovado interés que muchos tenemos en el juego puede sacarse una última lectura. Hay jugadores que no se conforman solo con mas juegos sino que quieren que estos sean distintos. Que creen que la innovación no solo se practica en la parte gráfica sino que afecta al lenguaje y a otros elementos del medio. Que pasa por ser diferentes. En un E3 donde ha habido poco movimiento, a la conservadora Ubisoft le ha beneficiado el riesgo. Watch Dogs: Legion es uno de los títulos más comentado tanto en redes sociales como en páginas especializadas. La simple presencia de Helen ya ha conseguido cambiar un poco las cosas.