Aparece en el CES la primera consola de Disney... más o menos

Con el gigantesco poder que ostenta ahora mismo la Walt Disney Company y el ritmo al que está creciendo el contenido de sus arcas —a base de destrozar la taquilla internacional varias veces al año entre superhéroes, guerras galácticas y animación, amén del obscenamente rentable mundo del merchandising derivado de todo eso—, ya sabéis que la idea de que Disney acabe por comprarlo todo es cada vez menos una broma y más una posibilidad. Su paso por los videojuegos en los últimos años, eso sí, ha sido bastante prudente y carente de agresividad. En mayo, sin ir más lejos, cerró el chiringuito de Disney Infinity y se deshizo de todos sus proyectos en el sector, pero está claro que le sobraría capacidad para lanzar su propia consola de videojuegos si así se lo propusiera. De momento esto no va a suceder, o al menos no en la manera tradicional, pero en la feria de electrónica de consumo CES que se está celebrando estos días en Las Vegas se exhibe una maquinita que se enchufa a la tele, tiene juegos, incluye un pad y lleva el logotipo de Disney. El cacharro es en realidad un centro multimedia con Android y capacidad de reproducir en 4K, licenciado por Disney y que fabrica la compañía alemana Snakebyte, famosa últimamente por tener ya preparado un nutrido arsenal de accesorios para Nintendo Switch. El aparato lleva por nombre Disney Kids TV y saldrá en tres apariencias distintas —inspiradas en Los Vengadores, Frozen y Disney Kids—, y aunque principalmente está pensado sobre todo para ser el primer reproductor de contenido en vídeo para los más pequeños de la casa, como dirían en cualquier informativo, e incluye películas, series y juegos preinstalados, lo más llamativo es que incluye un pad totalmente opcional, que es compatible con cualquier otro mando bluetooth y que tiene acceso a toda la inmensidad del catálogo de juegos de la Play Store de Google. Disney Kids TV no tiene fecha de lanzamiento, pero se sabe que saldrá a lo largo de 2017 por 99 dólares.