Neth desde el E3: Impresiones acerca de Wii

Hoy he jugado a wii. Hoy ha sido un gran día. Os cuento mis impresiones. Tal y como os cometé el otro día, la impresión general de los periodistas con los que he hablado es que la gran triunfadora de la feria ha sido Microsoft. Lo mantengo. Su presentación fue genial, y lo mostrado, en general, es realmente bueno. Sony ha decepcionado a todos mostrando una consola que nada tiene que ver con lo que se supone que iba a ser. Lo que nos han dejado ver de PS3 es, en el meor de los casos, muy poco mejor que 360, y menos maduro, por supuesto. Una de las grandes incógnitas, al márgen de la calidad de unas u otras presentaciones, era comprobar cómo se comportaba el mando de Wii. Pues hoy, por fin, he podido vivirlo. Es cierto que mis espectativas no eran buenas. Como ya comenté el otro dia los gráficos que vimos en la presentación del Kodak Theatre nos dejaron frios, y algún que otro periodista que ya había probado Wii me comentaba que el control no estaba logrado. De modo que he entrado al stand de Nintendo con bastantes recelos. Pero ha sido ver cara a cara a Wii, y se me ha pasado todo… El stand (aquí los llaman booths) tiene forma redonda, y te obliga a recorrerlo en espiral, partiendo casi desde el centro. Allí hay tres consolas conectadas a sendos televisores, en cada una de las cuáles hay unos tipos jugando para que todo el mundo pueda ver el gameplay que impone la máquina. Este conjunto rota para ser visto desde cualquier sitio. Despúes hay una vitrina donde se muestra la consola (que, además de preciosa, es muy muy pequeña) los Wii mandos en tres colores (blanco, azul clarito, y negro, los tres muyyyy brillantes), el nunchaku, y (OMG) un mando «estandar» para jugar con la máquina virtual, y un accesorio para convertir el Wiimando en una pistola. Y este accesorio comparte diseño con el mac mini. Es identico, blanco brillante y aluminio. Además cuenta con un stick al alcance del pulgar, lo que lo hace muy interesante para cierto tipo de juegos. Veremos. Después de contemplar el kit completo, pasamos por unas estancias abiertas y compartimentadas con televisores grandes y sillones en plan salón, donde la gente podía probar la máquina. Estaba muy chulo, pero era más decorativo que práctico, ya que el turrón estaba un poco más alante, en las más de 40 Wiis listas para ser toqueteadas…. Así he llegado frente a la zona de los «nintendo sports», un pack de cuatro minijuegos deportivos. Me he tirado a por el de tennis. Así que cojo el wiimando (puedo decir con toda certeza que soy el primer usuario de anait que ha tocado un wiimando), lo sopeso, y me preparo para sacar. Un rápido movimiento vertical de mi mano y la pelota está en el aire. Sin tocar ni un botón. Mola. Ahora sólo queda golpear a la bola. Movimiento vertical descendente, y plas. Pienso, «coño, esto funciona». Y me preparo para devolver la bola. Y la devuelvo! Pruebo un globo, pruebo un drive, pruebo un revés… y parece que todo va como debe ir. No responde tan mal como me habían comentado, pienso mientras trato de ejecutar un paralelo… que se me va por centímetros. De todos modos parece más una demo que un juego realmente comercial. Los personajes se colocan solos delante de la bola, y nosotros sólo tenemos que preocuparnos de golpear. En cualquier caso, se me ha iluminado la cara. Continuo el tour. Paso del golf (en poco más de una hora tenía invitación para el teatro de Gears of War) y me dispongo a probar un juego en el que controlas un avioncito. Perdonadme que no recuerde el nombre… El juego se maneja como si tuviésemos cogido el avión por la «panza», como un avión de papel. Podemos inclinarlo, rotarlo, y ejecutar una especie de turbo moviendo rápidamente el mando hacia alante. Todo muy bien. No es el juego más divertido del mundo, pero demonios, esto se controla de maravilla! Tras flipar bastante con el manejo del avión, es el turno de Wario Ware. Como ocurría con la primera versión de NDS, este juego muestra gran parte del potencial de Wii. Antes de cada mini juego se te indica cómo debes coger el mando. Te piden, por ejemplo, que hagas la postura del sirviente, que consiste en poner la palma hacia arriba y colocar encima el mando, la del mohawk, en el que cogemos el mando en plan hacha y lo colocamos sobre la cabeza, y algunas más cuyos nombres no recuerdo. Y los jueguecillos, pues geniales. He colocado la dentadura a una anciana, he levantado pesas, he abierto unas cerraduras… Os podeis imaginar. Ya con la hora muy justa, he pensado que era el momento de ser selectivo. He pegado un vistazo al resto de juegos sin probarlos, reservando los últimos 15 minutos a uno que ya sabeis y que cometaré más alante. Pero en general me hyan dejado buen sabor de boca. Metroid parecía manejarse bastante bien, pero se ve igual que el de Cube. No he notado ninguna diferencia, de verdad. Zelda es muy chulo. A mi me gustó mucho Wind Waker, pero la verdad es que lo han mejorado mucho desde que lo jugué el año pasado por estas fechas. Sí es cierto que el Madden tenía buena pinta. Se veía muy bien, y el manejo no tiene nada que ver con nada que hayais visto en la vida. El Project Hammer tenía una pinta bárbara, pero no huele a nintendo por ningún lado. A seguir. Y por fin he llegado a Mario Galaxy. Todo el mundo me había comentado que era el que mejor aprovechaba el manejo de la máquina, y quería comprobar si era cierto. Mientras esperaba mi turno he estado observando que se ve bastante bien. Es claramente el mejor de todos gráficamente, y tiene detalles muy buenos. La mayor diferencia con respecto a cube es la calidad de las texturas y el uso intensivo de shaders. Le dan un aspecto muy muy logrado. El juego se desarrolla entre pequeños planetas (muy parecidos a los de spore, por cierto -juego que también he visto hoy a puerta cerrada, con presentación in situ de Will Wright-) con estéticas muy marcadas y diferenciadas. Es efectivamente una pequeña galaxia por la que nos podemos mover saltando de planeta en planeta mediante unas estrellas. Ya con los mandos en la mano (por fin tocaba el nunchaku) he comprobado que el control está muy bien adaptado. Con el pad del nunchaku nos movemos, y con los botones del wiimando saltamos y realizamos alguna otra opción. El wiimando mueve un puntero contextual, es decir, que dependiendo de lo que señalemos tiene una función u otra. Por ejemplo, cuando estamos en una estrella y queremos saltar a otro planeta, hemos de agitar el wiimando para poder ejecutar el salto. En otras ocsasiones, hemos de señalar algunos objetos para que estos reaccionen, o si «disparamos» sobre algunos enemigos les dejamos aturdidos. Conclusiones: La consola mola. Mola de verdad. Y se juega realmente bien. Pero cansa. No quiero decir que uno acabe harto de mover el mando, o que resulte un rollo. Me refiero a que tengo el hombro derecho jodido, y que se que mañana voy a tener agujetas. En el de tennis, por ejemplo, si no marcas bien el golpe, la leche que le das a la bola no llega ni a la punta de tus pies. Y Wario te obligaba en ocasiones a ponerte casi de rodillas. En el del avioncito, tener los cinco minutos que he jugado el brazo en esa posición te acaba cargando los músculos, y con Mario, cada vez que tenía que saltar de planeta en planeta acababa deseando que pudiera coger un autobus. Cansa. En cualquier caso es un invento genial. Y no me cabe ninguna duda de que va a triunfar, porque el potencial del sistema es enorme. Gráficamente es una cube overpower, y queda ver cómo la pueden exprimir. Pero tiene muy buena pinta. Os dejo, que tengo que subir unas fotos. Pasaros por media-vida.net, que deberían subir algo pronto. PD: Hoy he visto muchas cosas muy interesantes. Sólo os cuento lo de wii porque seguro que es lo que más os interesa, pero he visto cosas muy chulas. Ya os contaré.