Análisis de Marvel Ultimate Alliance 2

Al igual que X-Men Legends, su secuela y el primer Marvel Ultimate Alliance, nos encontramos ante un beat ‘em up con elementos de RPG, mezcla de la que son protagonistas superhéroes icónicos de la Marvel. En este punto, a poco que conozcáis los antecedentes o sepáis un poco cómo va este negocio ya os habréis dado cuenta de que este producto va enfocado claramente a fans de Marvel y su fabuloso imaginario superheróico. Pero, ¿y los demás? ¿Disfrutará un jugador normal con Marvel Ultimate Alliance 2? La Guerra Civil marveliana sirve de telón de fondo a la ensalada de hostias que es, a la vista está, la columna vertebral del juego. La historia, pues, nos habla del gobierno queriendo regular la actividad justiciera de los superhéroes y de la bronca que se forma entre los que están a favor del registro, encabezados por Iron Man, y los que están en contra, liderados por el siempre awesome Capitán América. ?Los que hayan leído la serie de comics en que se basa el juego sabrán que es una historia estupenda, resuelta con mayor o menor éxito pero narrada de forma inteligente y resultona; en el juego, sin embargo, la narración es torpe, insustancial y apenas sirve de nexo entre las distintas fases del juego, y es una lástima porque había material de sobra para hacer algo mucho mejor. Los vídeos por los que se nos cuenta el progreso de la historia están bien, son efectistas y están bien realizados, pero con lo que sacamos de ellos y del juego mismo el argumento se nos queda cortísimo, anémico y demasiado flojo como para interesarnos por él. Desde luego no estamos ante un juego que se compre por su argumento. Cuando nos ponemos manos a la obra, Marvel Ultimate Alliance 2 recuerda a Diablo, esto es: lo que hacemos es pasear por los distintos escenarios matando a hordas de enemigos. Tan repetitivo y machacón como suena, y tan delicioso, también. A medida que avanzamos en el juego, conseguiremos más habilidades con las que patear culos de enemigos; a diferencia de Diablo, aquí llevamos un grupo de cuatro superhéroes, por lo cual la buena gestión de las habilidades individuales será importante para pasar por las zonas más duras del juego con éxito; además, ciertas combinaciones de héroes dan bonificaciones a las habilidades; por ejemplo: Lobezno, Tormenta, Gambito y el Hombre de Hielo forman los X-Men, y tienen cierto porcentaje extra en los ataques combinados. ?Todas estas cosas, en el fondo, sólo añaden variedad y complejidad a un sistema, el yo contra todos (en este caso nosotros contra todos, por ser un equipo de cuatro), que en estos tiempos parece no ser suficientemente buena como para sustentar un juego entero. Lo acepto, venga; y lo hago porque en este caso funcionan, es divertido probar combinaciones de héroes y probar cómo se combinan entre ellos, porque además de los ataques normales y los especiales tenemos los ataques fusión, llamados así porque surgen de la unión de los poderes de dos héroes. Su potencia es mucho mayor que la de los demás ataques y son de un tipo u otro según los héroes que se utilicen. Son también divertidos los ataques especiales individuales, y en general la parte de combate del juego es buena, con lo que por lo menos eso lo tenemos asegurado: un beat ‘em up sólido y divertido, modernillo, dinámico. En general, la sensación mientras juegas es la de estar jugando a algo bien hecho y bien pensado, porque el control es eficaz y satisfactorio, pudiendo ya en la tercera misión combinar todos los movimientos hábilmente; y creedme, es ahí cuando el juego es más divertido: cuando te centras en un personaje para los ataques rutinarios pero puedes cambiar a otros cuando la situación lo requiere sin perder demasiado tiempo. ¿Qué más nos ofrece el juego? Podría decir que la suerte de minijuegos que conforman la sala de realidad virtual, o las preguntas à la Trivial o la posibilidad de jugar al menos dos veces sin repetir exactamente lo mismo (una vez como pro-registro y otra como anti; aunque las misiones per se no cambian, sólo cambian los objetivos: si como anti tenías que destruir algo, como pro tendrás que protegerlo, etc.), y todas estas cosas están ahí, pero no tienen peso suficiente como para justificar la compra rotundamente, amén de que no alargan el juego sino que nos distraen de él, retrasan el momento de comenzar la siguiente misión dando así la falsa sensación de que hemos tardado más en terminarlo. Es cierto que no son todo aciertos: si bien antes alababa el sistema de juego, también debo reconocer que los menos amantes de lo simple y directo quizá no lo vean tan encomiable, y quizá a mitad de partida ya estén hastiados de avanzar y matar, porque básicamente es eso todo lo que hay que hacer; como baremo podéis usar Diablo 2: si os gustó éste, posiblemente os guste Marvel Ultimate Alliance 2. Sumadle dos puntos si encima os gusta el imaginario marveliano. Otro tropiezo del juego es la ya mencionada narrativa, que molestará principalmente a los que ya disfrutaran en su día de Civil War. Aunque como ya he dicho en este caso es lo de menos (las innumerables lagunas narrativas del juego las suplirá sin problemas el que ya haya leído el cómic, mentalmente y sin darse cuenta incluso), resulta terrible ver cómo la oportunidad de crear momentos épicos, aunque sea con vídeos generados por ordenador en los que el jugador ni pinche ni corte, se pierde como lágrimas en la lluvia. Otros puntos negros podrían ser la mínima variedad de enemigos rasos (son todos iguales y sólo sirven de antesala para los jefes, que sí son bastante variados e incluyen un buen número de malvados bien conocidos por todos) o la dificultad, algo escasa a veces; puntos negros o impurezas que arrastra la serie desde los X-Men Legends, y que no son para tanto mirando el juego en conjunto. Lo que hace que Marvel Ultimate Alliance 2 sea una opción a tener en cuenta es que, yendo al grano, es un buen juego, un juego sólido en el que no importa la historia (aunque sea buena en potencia, o pudiera haber sido mejor teniendo en cuenta de dónde sale), sino ir matando los aluviones de enemigos que tan amablemente se prestan a ello, es decir: estamos ante un beat ‘em up camuflado de aventura con puntos de experiencia, una versión más complicada del arcade de Konami basado en los X-Men, si queréis. Un juego divertido y sencillote, honesto, directo, al que más nos vale no pedirle peras porque, aunque es un olmo bien hermoso, de donde no hay, no se puede sacar. Nota: 7