Nintendo hace el free-to-play más raro con Rusty's Real Deal Baseball

Los Nintendo Direct no son exactamente iguales en todos los territorios; en unos se enseñan algunos juegos que no aparecen en otros, o el orden cambia, por poner un par de ejemplos de las diferencias. En el último, el de este jueves por la noche, por aquí pudimos ver Steel Diver, un juego de submarinos que se ofrece, en parte, de manera gratuita en la eShop de 3DS. En Estados Unidos tuvieron más suerte: allí les llegó Rusty’s Real Deal Baseball, una rarísima colección de minijuegos basados en el béisbol… y un metajuego sobre animar al perro que nos los vende. En Japón salió el año pasado bajo el nombre de Darumeshi’s Sport’s Shop, y la cosa va más o menos así: una vez nos bajamos el juego, disponible de manera gratuita en la eShop, tenemos una tienda, regentada por un perro llamado Rusty Slugger, ex jugador profesional de béisbol, y allí tenemos una serie de minijuegos que podemos comprar usando dinero real. Para probar, hay un par de demos de algunos de estos minijuegos, basados cada uno de ellos en una sensación del deporte en el que se basan: la sensación de captar la pelota, la de lanzarla, la de batear. Es un poco como la versión gratuita, entre mil comillas, de Wii Sports: lo que nos bajamos gratis es, básicamente, un escaparate de los varios juegos que podemos comprar. La cosa no tarda en volverse loca. Rusty es ex jugador profesional, ya digo, y por eso sabe que los juegos que venden son canela fina: los ha comprado por algo, él sólo ofrece lo mejor. La tienda de Rusty es su manera de llegar a fin de mes, de alimentar a sus numerosos hijos y seguir adelante, algo que se le hace cuesta arriba por sus problemas personales: a los problemas económicos se le suman una ex mujer que le dejó tirado y una nueva novia que le trata de pena. Está de bajona total. Aquí entramos nosotros, los jugadores, y aquí empieza el metajuego. Rusty tiene 10 juegos a la venta, y cada uno cuesta 4 dólares; pero la tienda funciona como más que un sitio donde comprar mercancía: podemos hablar con Rusty, enterarnos de sus movidas, e intentar regatear el precio de los minijuegos, escuchando sus problemas, dándole regalos y, en fin, siendo su colega. Colegas del perro virtual. Si le conseguimos animar, Rusty nos rebaja el precio: si regateamos bien, en lugar de 4 dólares pagamos algo menos (ni idea de cuánto menos: en el Nintendo Direct tapan las cifras). En un principio, desbloquear todo el contenido de Rusty’s Real Deal Baseball cuesta 40 dólares; si le caemos en gracia al perro, lo podemos conseguir por menos. Para regatear, podemos ser buenos colegas y escuchar o hacerle regalos a Rusty. Estos regalos, sorpresa, se consiguen en los minijuegos, consiguiendo buenos resultados, jugando bien. Si juegas bien, pagas menos. Aparte de eso, por lo que he ido leyendo es un juego que se apoya mucho, evidentemente, en el texto de Rusty. Claro que los minijuegos tendrán su gracia (a Nintendo se le da muy bien crear pequeños juegos súper pulidos y muy disfrutables, como se puede ver en Nintendo Land), pero lo interesante de verdad es el guión: me gustan mucho estos juegos en los que los guionistas se exprimen el coco y luego son terreno fértil para los traductores, uno de los eslabones más valiosos de Nintendo. Al parecer, con la versión en inglés los traductores se lo pasaron pipa; ojalá salga por aquí y ocurra lo mismo con la traducción al castellano. Es una pirueta rara, la verdad; imagino que tenía que ser Nintendo la que le diera una vuelta tan estrafalaria al free-to-play, introduciendo un concepto tan marciano en un juego así como el regateo. En la práctica puede ser mil cosas (y muchas de ellas malas, casi todas), pero sobre el papel me parece una extravagancia genial, una idea que parece sacada de Peter Molydeux, esa parodia de Twitter que a menudo también tiene ocurrencias brillantes en un plano teórico. Rusty’s Real Deal Baseball sale en abril en Estados Unidos; en Europa no tiene fecha.