It’s a trap!

Análisis de Deception IV: Blood Ties

Análisis de Deception IV: Blood Ties

Odiaba Ally McBeal con toda mi alma. Casi tanto como Noche de fiesta. O quizá más. Pero siempre tuvo algo bueno que le reconocí con deportividad: aquellos momentos en que Ally, la protagonista, sufría violentas alucinaciones en las que su jefe era aplastado por una roca gigante o su compañera de trabajo caía por una grieta que acababa de abrirse bajo sus pies. Era lo único que me unía a aquella abogada de Boston y seguro que también a muchos de vosotros: ese refugio en tu cabecita al que acudes en momentos de estrés y donde cualquier muerte brutal y placentera no solo es posible sino que se reproduce con todo lujo de detalles. Una válvula de escape que todos tenemos y que evita cada año centenares de masacres en oficinas, edificios públicos e institutos.

El primer Deception se publicó en Japón y Norteamérica un año antes, así que cualquier relación es fruto de la casualidad y sus referentes no estaban tan cerca de las correrías sentimentales de una pija treintañera con el reloj biológico a punto de explotar como de experimentos con gaseosa como Night Trap o aquella cosa llamada Double Switch que protagonizaban Deborah Harry y Corey Haim (!) para —válgame el Señor— MegaCD. Trap’em up, lo llamaban. El caso es que lo de poner trampicas donde la gente se haga mucho daño murió como género en Occidente pero se mantuvo tambaleante en ese reducto de demencia y entropía que es Japón con la saga Deception, que —digámoslo ya— sintoniza a las mil maravillas con esa pulsión humillatoria tan típica de la televisión nipona. Una década y media después de Deception III: Dark Delusion esa sed cultural de escarnio y burla sigue tan viva como siempre y por eso el nuevo Deception IV: Blood Ties tiene tanto sentido como sus predecesores: probablemente ninguno.

La historia, como en el resto de la saga, no es más que una amalgama independiente de clichés ocultistas que sirven de excusa para poner en contexto aquel espectáculo malvado. Encarnamos a Laegrinna, la mismísima hija del Diablo, enviada a la tierra para vérselas con los descendientes de los doce santos que encerraron a papá en un sello hace 3.000 años recitando unos versos de no sé qué y sacarle de su reclusión, que ya va tocando. A la hija del Demonio le acompañan tres sirvientas que representan los tres tipos de trampas: de elaboración, de sadismo y de humillación.

Deception IV tiene lo peor de los juegos japoneses: diálogos insufribles que no van a ninguna parte, diseños genéricos, momentos de ridículo absoluto, menús tan intuitivos como un Boeing 727, un sistema de guardado espantoso, una cojera gráfica terrible y mucho semierotismo machista de tetas gordas sin venir a cuento. Pero también tiene lo bueno de los juegos japoneses: una mecánica sencilla y honesta que funciona y satisface, una curva de dificultad ajustada, mucho sentido del humor, una cantidad asfixiante de modos y retos desbloqueables… y sí, tetas gordas sin venir a cuento.

La mecánica más o menos ya la he dejado caer: colocar trampas en una posición y orden determinado, atraer al enemigo hasta la casilla de salida y activar cada fase de esa maquinaria maligna en el instante adecuado. Cepos para osos, lanzas que salen de las paredes, bolas gigantes de piedra, jaulas colgantes, péndulos afilados y otros instrumentos de tortura se dan la mano con rastrillos, cañones lanza-personas, calabazas como casco, resortes, y algunos elementos sacados de los dibujos animados de la Warner. Porque no se trata solo de matar, que también, sino de humillar al héroe que acude al escondite de la bruja para impartir clases de moral y justicia y, por listo, acaba llevándose una somanta de hostias bien rica. Cada herramienta de dolor pertenece a un grupo —suelo, pared o techo, aunque por algún motivo no puedes poner una trampa de techo en la misma casilla de la retícula que una de suelo; adiós bocadillos— y adicionalmente podemos usar el entorno —columnas que se derrumban, estatuas que pegan calambrazos, estatuas que realizan golpes al ser activadas—, de modo que una vez finiquitamos el capítulo introductorio tenemos vía libre para confeccionar nuestras cadenas de trampas. Cuantas más hostias se coma el enemigo —que a su vez suele tener invulnerabilidades concretas que debemos tener en consideración— sin que le dé tiempo a ponerse en pie, más puntuación nos otorga el combo y más variedad de trampas se suma a nuestro arsenal.

Análisis de Deception IV: Blood Ties

Y eso es todo. Quizá ese sea el problema de Deception IV: que por mucho que se esfuerce en aumentar —solo en apariencia— la cantidad de trampas y multiplicar las horas de juego a base de modos y misiones adicionales, la propuesta es tan minimalista que se pierde todo sentido de progresión y tampoco masajea al devorador de tablas de puntuación que todos llevamos dentro. Vas a seguir haciendo lo mismo una y otra vez; con más medios, con más enemigos, pero siempre lo mismo. Es demasiado obvio que los oponentes están ahí como mero sparring, solo para tu disfrute, como muñecos de trapo a los que clavar agujas y prender fuego, y aunque el concepto sigue siendo interesante nunca termina de integrarse con la suficiente naturalidad en el contexto.

Tengo la sensación, entre triste y vergonzante, de que si la mecánica de Deception IV: Blood Ties estuviese en un indie de cuadrados y círculos, algo abstracto como Tetris o Thomas Was Alone, la experiencia podría cobrar fluidez y un tacto más agradable. Aunque, eso sí, ni el indie más pretencioso con los gráficos más artsy fartsy llegaría muy lejos si adolece del mismo defecto que el juego de Tecmo: una sola buena idea y nada más. [6]

Redactor
  1. Gilikong

    La falta de gore que veo en el trailer es muy preocupante.

  2. JuslibolLord

    tras ese magnifico primer parrafo solo puedo decir:
    https://www.youtube.com/watch?v=UUeBZ5Mluf4

    por lo demás no sé si es que me hago viejo pero uno se esta cansando ya de que en todos los juegos japos los personajes femeninos tengan diseño de cabareteras de noche de fiesta precisamente

  3. goth_yagamy

    @gilkong
    Si te preocupa que el juego tenga algún tipo de censura no te preocupes; lo único censurado del mismo es la portada de la versión norteamericana (Menos reveladora en la ropa) Por lo demás el juego está intacto.

  4. CharAznable

    Mucha opinión y poco análisis. El redactor dedica demasiado espacio a dar cuenta de sus fobias obviando aspectos importantes del juego (banda sonora, duración,etc). Después de leer esto a mi me pica la curiosidad por leer esos diálogos tan insufribles y por presenciar esos momentos de «absoluto ridículo».

  5. pinjed

    @charaznable

    La campaña dura unas 10 horas y la banda sonora es mediocre.

  6. octopus phallus

    Yo solía probar y ajustar la curva de maná de mis mazos de Magic con Noche de Fiesta de fondo (por la época de Embestida). Jugando sin oponente para ver cuántos turnos sin tierra tenía, el ratio de robar/antibichos/counters que me iban saliendo en la Psychatog y movidas así.

    Las cosas que hacía cuando no tenía ordenador en mi habitación…

  7. Vaus

    Una preguntilla; ¿se puede uno deshacer de los héroes a base sólo de humillaciones y similares o es necesario matarlos?

    Gracias de antemano.

  8. Gilikong

    @juslibollord no no,me refiero que yo si veo un hacha como mi coche de grande impactando sobre una persona pues espero más que un chorretón de sangre.

  9. Yipee

    Solo en Casa Goes Wild.

  10. VahnFannel

    Jugué bastante a la segunda parte de la saga y me divirtió bastante. No era un «juegazo», pero me eché unos buenos ratos divertidos liándola con las trampas.

    Así que seguramente caiga cuando esté baratillo en algún lado.

  11. PatientMan

    Parece una interesante opción para seguir perpetuando el tan necesario exorcismo del estrés, eso sí, cuando me canse (si es que eso llega a suceder) del alegre arte de reventar cabezas en Fist of the North Star: Ken’s Rage.

  12. V0id

    Genial el análisis. Siempre es un placer leerte.

  13. CharAznable

    @pinjed ok, un poco escueto pero supongo que el juego tampoco da para más. Mi crítica principal sigue en pie: algunas afirmaciones del texto son demasiado tajantes, creo que introducir matices es casi siempre recomendable, pero claro esto solo es mi opinión…

  14. CharAznable

    @el_jugador_medio gracias, pero yo no quiero leer un análisis con altas pretensiones de objetividad, me serviría de poco. Quiero leer algo que me de una idea aproximada de lo que me voy a encontrar y, a poder ser, que toque más o menos aquellos elementos que más valoro en un juego.

  15. Memnoch

    No sé cómo lo hago, pero adivino el 90% de notas que pone esta página simplemente con ver el título y la imagen de la noticia.

  16. El Jugador Medio

    @charaznable

    Prueba a leer de varias fuentes. Sería extraordinariamente extraordinario que leyendo una opinión, un análisis o una crítica te proporcione toda la información que tú deseas. Me sorprende tu comentario porque de Pinjed no se espera nada parecido a «Gráficos: 90 / Diversión: 79» etc, etc. También corres el riesgo de leer una análisis muy objetivo y te quedes con las ganas de saber la opinión del redactor.

    Piensa que es muy difícil conocer cuáles son los aspectos que tú más valoras en un juego. Tu esperabas un análisis que te los satisfaciera todos. Nosotros lo que esperamos leer es la opinión de @Pinjed , ni más ni menos.