Que no nos acomplejen: un videojuego NO es una película

que no nos acomplejen  un videojuego no es una pelicula
Por: Ikael Hace unos días, Roger Ebert, un crítico de cine que escribe en un diario cuyo nombre no quiero acordarme, afirmaba que los videojuegos eran incapaces de ser un arte por culpa de un factor inherente a ellos: la interactividad. Según Ebert, la acción reacción del videojuego impedía el narrar una buena historia al tenerla que adaptar a la acción del jugador. Lo curioso es que a pesar de las más que predecibles reacciones airadas de algunos jugadores, la mayoría concuerda con Ebert, a pesar de que no lo admitan. ¿Cómo? Mediante una de las tres siguientes frases: 1- “Era una mierda de juego porque casi no tenía historia” 2- “Era un mierda porque te lo pasabas en menos de 10 horas” 3- “Era una mierda porque sus gráficos eran una mierda”. De un tiempo a esta parte, se ha producido un cambio catastrófico dentro de la mentalidad de los jugadores y de todo el sector. El videojuego, como todo buen arte, evoluciona, y este lo hace a pasos agigantados, como todo buen arte joven que es. Atari y Sega establecieron y nutrieron el paradigma del videojuego arcade, después Nintendo estableció y nutrió el paradigma del videojuego épico, y por último las third parties bajo Sony crearon el y nutrieron el paradigma del videojuego cinemático. Como arte que es, el juego se nutre de otras artes, y los creadores vieron en el cine un filón por explotar de otra manera a parte de las licencias cinematográficas. Secuencias de video, planos, producción, post producción, historia densa y larga… los videojuegos fueron siendo más video y quizás un poco menos juego. Pero cuando empezó, aquello era una tarea de genios que sólo gente como Mikami o Kojima se atrevían a realizar. Era original, y dio un nuevo enfoque, y nueva vida a los videojuegos. Estos genios al fusionar cine y juegos expandieron la narrativa de los juegos hasta límites insospechados. Y todo pareció ir bien. El problema es que ese enfoque, en vez de dar su aportación a los videojuegos y evolucionar como los anteriores, se ha enquistado aquí, quién sabe si por la idiotez propia de nuestra amada industria, o por el hecho de dos generaciones de hegemonía de Sony, una multinacional con amplios intereses en la industria del cine, pero el caso es que este enfoque ha pasado a ser el pensamiento único que domina a la inmensa mayoría de desarrolladores e incluso, jugadores (al menos, los de consolas de sobremesa). Y es que lo que ha pasado es muy simple. El cine nos tiene acomplejados, acojonados. Nuestra obcecación con el cine es casi enfermiza, y nosotros, los videojugadores, nos negamos a aceptar la esencia de los videojuegos, que es su interactividad. A día de hoy tenemos una malsana obsesión por las películas. Son lo que nunca hemos sido pero siempre hemos querido ser. Queremos ser espectaculares como el cine, respetados como el cine, queremos ser cine, qué demonios, un cine con pad de por medio pero cine al fin y al cabo. ¿Qué cómo es eso así? Comparamos nuestra industria con Hollywood, nuestras historias con la de las películas, y hemos pasado a juzgar lo bueno o malo que es un juego según los patrones de propios de películas. Y sencillamente, se nos ha olvidado una verdad básica y sencilla: UN VIDEOJUEGO NO ES UNA PELÍCULA. Nuestra industria no se parece NADA a Hollywood, nuestras historias no pueden ni deben ser narradas exactamente igual que hace una película, y las cualidades de un buen juego no se miden por los patrones de una buena película. El que Ico tenga “poca historia” importa tanto como que “El Padrino” tenga poca jugabilidad y siempre acaben matando al pobre viejo. Ninguna en absoluto. Es hora de que dejemos de estar acomplejados por el cine. Es hora de que dejemos de darle la razón al señor Ebert con la cabeza mientras negamos con la boca. Los videojuegos son otra cosa, y son capaces de transmitir sensaciones que el cine nunca podrá recrear por el mero hecho de que se basa en el ver, y no en el hacer. Por el mero hecho de que no son ni mejores ni peores, sino distintos medios. El videojuego es un arte propio de pleno derecho. El videojuego, al aportar la interactividad, no sólo logra transmitir otras sensaciones, sino que además logra narrar historias como nunca antes otro medio lo había logrado. Desde aquí afirmo que nunca ninguna secuencia de vídeo, no importa lo lograda, bien filmada o bien producida que esté, jamás logrará hacernos sentir como lo han hecho algunos videojuegos. Es luchar codo con codo con Sefirot, y ver cómo se carga un dragón mientras hacemos 15 de daño. Filme ese quince de daño, señor Ebert. Es la sensación de triunfo personal y euforia tras haber pegado ese último disparo al jefe final del Ikaruga. ¿Es capaz el cine de transmitir triunfo personal, señor Ebert? Son los jugadores del MGS2 pensando que su consola se ha estropeado al ver el mensaje del “Fission Mailed”. Haga que los espectadores crean que el cine se ha estropeado y que empiecen a salir de la sala, señor Ebert. Y cuando haya hecho esas cosas, entonces, sólo entonces, podrá considerar a los videojuegos una forma inferior de arte, señor Ebert. Por eso digo: ¡Dejad de acomplejaros por el cine! Es hora de admitir que jugamos a juegos, y estar orgullosos de ello. Es hora de dejar de escupir a la cara de lo que hace grande a los videojuegos, de reírnos de títulos como Wario Ware o el Civilization porque no se aferran al paradigma cinemático, hora de dejar de mandar el mensaje erróneo a la industria, que cada vez nos ofrece unos videojuegos menos jugables, y unos videojuegos cinematográficos más lineales, menos participativos, menos interactivos, con una narrativa menos original (de película), y en definitiva, más avergonzados de ser juegos. Y ya es hora de acabar con esa mentalidad. Porque todas esas sensaciones y memorias inolvidables no las hemos visto en una pantalla: las hemos vivido. Porque es el cine el que se queda corto y capado, no los videojuegos, por mucho que este tenga la fama y el reconocimiento cultural y social del que carece nuestra pasión. Porque mientras los videojuegos ya han aprendido del cine, el señor Ebert y otros muchos que nos miran por encima del hombro todavía tienen mucho que aprender de los videojuegos. Y qué demonios, porque al fin y al cabo, UN VIDEOJUEGO NO ES UNA PELÍCULA.
Redactor
  1. Xavi Robles

    Sencillamente genial, magistral, el artículo. Ikael, ahí te has superado. + diez kudos para ti y +100 de elegancia para AnaitGames. Estoy de acuerdo contigo en todos los puntos que citas.

    El que Ico tenga “poca historia” importa tanto como que “El Padrino” tenga poca jugabilidad y siempre acaben matando al pobre viejo. Ninguna en absoluto.

    :aplauso: :aplauso: :mecorro:

  2. jokingo

    Totalmente deacuerdo con xenon360 y con el autor de el articulo. Pero cada uno tiene sus gustos.

  3. Sfax

    Grandioso, felicidades Ikael

  4. A. Sayalero

    Me alegra saber que no soy el único que piensa que Sony le ha hecho mucho daño a esta industria.

  5. JakCore

    Los videojuegos han evolucionado hacia un estilo más cinematográfico, y yo personalmente no lo veo como algo negativo, tenemos lo mejor de las películas metido en un videojuego. Pero esto a desembocado en que algunos midan la calidad de un videojuego como si fuese una película, y como bien dice el articulo de Ikael eso es un error. Son conceptos que aunque parecidos, son muy distintos.

    UN BUEN VIDEOJUEGO ES MEJOR QUE CUALQUIER PELICULA.

  6. Pep Sànchez

    Muy buen artículo, Ikael ;)

    La verdad es que la cosa da para escribir algún libro (nota mental: no es mala idea…) dada su enorme complejidad.

    Creo que si partimos de la premisa de que los videojuegos son un arte, me parece innegable que es el que tiene mayor potencial y el que abarca más estilos. Uno de estos estilo, en mi opinión igual de lícito que cualquier otro, es el uso del videojuego como vía para llegar a la película interactiva. Todos deberíamos estar pensando en Kojima, aquí. Y la saga MGS me parece jodidamente buena.

    Eso sí, el problema llega cuando esa vertiente de los videojuegos se considera la más evolucionada o mejor. Nada más lejos de la realidad. ¡Al contrario!, si me presionáis. Como bien dice Ikael, juegos como estos no han sabido evolucionar como se esperaba (tal vez por limitaciones técnicas que podrían desaparecer dentro de poco). Esto hace que, siempre dentro de su género, juegos como Radiant Silvergun o OutRun 2 me parezcan MUCHO más maduros y pulidos; va a ser muuuuy difícil mejorar estos juegos sin que pierdan su eséncia.

    Otro tipo de madurez, puede que más meritoria si cabe, es la impresionante madurez de la que hacen gala Panzer Dragoon Orta, Shadow of the Colossus o el mencionado ICO: dándonos poquísimos detalles sobre la historia nos meten de lleno en su mundo. Estan muy muy cerca de fusionar argumento, cinemáticas y jugabilidad. Eso, para mí, sería el cénit de, como mínimo, la mitad de los videojuegos.

    Aún así, introducir dogmas en un arte me parece limitarlo en exceso. El artista siempre debería tener poder para darle un nuevo sentido a su obra. Viéndolo así, tal vez algún día un videojuego se convierta en película… aunque para ello renunciaría a ser un videojuego, esta claro.

    Saludos

  7. Ikael

    Gracias, muchas gracias por todas vuestras respuestas, de verdad, qué alegría ^_^

    Los ejemplos que he escogido están cogidos MUY adrede. Son videojuegos que reunen lo mejor y lo peor de ese paradigma cinemático. Lo que he querido mostrar es que la parte más genial del ffVII era luchar codo con codo con Sefirot, no ver en una secuencia de video como quema Midgard. Demostrar que las cienmil conversaciones de codec del Metal Gear 2 palidecen ante el genial «Fission Mailed».

    Y sí, algún día me animaré y escribiré un manifiesto del videojuego, y quién sabe, un «que nos ha dado y qué nos ha quitado Sony».

  8. Xavi Robles

    pancho_287, tienes mucha razón en tu comentario, sí señor. (Solamente te ha fallado el escribir tipo SMS (con «q»)).

    Evidentemente, cada arte es distinto. Sería una estupidez diferenciar las artes por su soporte o formato. Lo crucial es qué aporta cada una.
    Como decía Ebert, el cine es una obra de autor: te conduce desde el principio hasta el final, te hace pensar lo que él quiere, te hace ver lo que él quiere que veas. En este sentido, creo que los videojuegos tienen más de novela, de enriquecimiento personal: suponen un trayecto, un tránsito entre varios puntos, que el cine también ofrece, pero en menor grado. Como en las novelas, en los videojuegos tienes tiempo para pensar, para relacionar, para vivir, para relacionar con lo vivido. Para interactuar.

    Lo penoso de la moda de los videojuegos cinemáticos, bajo mi punto de vista, es que no se explotan las posibilidades narrativas de los videojuegos. Se toma como premisa «si parece una película está de puta madre» y, joder, esto no es verdad. Si el objetivo de un videojuego es, por ejemplo, divertir, sírvete de las herramientas que tienes a tu alcance. No pongas un guión que no le interesa a nadie. Ves directamente a la acción y diviérteme. Joder, mirad los Kirbys o los Marios; no hay nada más divertido. También se cree que hay varios elementos esenciales: gráficos, sonido, guión, jugabilidad… Y bueno, sí y no. Mirad Darwinia. Tiene un guión de mierda, una jugabilidad dudosa si tenemos en cuenta lo visto hasta ahora, unos gráficos que para nada son espectaculares (si hablamos en tono «uala has visto el último video de Gears of Wars?? uala uala, me corro). En cambio, es una puta obra maestra. ¿Porque? Porque ha creado un estilo de narración, de interactividad, que funciona, propio. Lo bueno que tienen los videojuegos es que hay TANTAS fórumulas y TANTAS combinaciones posibles para conseguir un buen producto que parece que no van a acabar nunca.

  9. Nae

    A que te refieres con que Nintendo estableció y nutrió el paradigma del videojuego épico?.

    Un saludo.
    Nae

  10. Ikael

    Quiero decir lo siguiente: antes los videojuegos eran algo hecho para jugar un rato y puntopelota, muy al rollo portátil. Uno no aguantaba una tarde jugando al asteroids o al space invaders ni entripado, o si se hacía, era algo extremadamente puntual. Los videojuegos eran muy rejugables, pero poco más.

    Nintendo y su Mario establecieron varios paradigmas: los distintos mundos, los secretos, los niveles «que empiezan y se acaban», etc. No fueron los primeros, pero si los que mejor lo hicieron. Esa variedad, longitud y bueno, en general la sensación que destilaban algunos de los juegos de la NES era muy distinta del típico juego de maquina arcade. El Zelda o el Metroid no estaban hechos para jugar un rato y ya está, o para dedicarse a destruir highscores. Pero fue Super Mario Bros 3 y la llegada de la Super NEs los que establecieron el paradigma del juego épico. Salvar partida en un juego de acción? mapas con niveles en juegos de accion? donde se había visto eso? Ese fue el inicio de ese videojuego épico; donkey kong country, castelvanias, final fantasies VI, etc, que acabo con la llegada del paradigma cinemático y la obsesión por parecerse a una película.

    Lo cual, para gustos los colores, y sí, se han hecho grandísimos juegos cinematográficos, pero me raya cuando intentan meterme sus paradigmas por el ojal y sobre todo, cuando a mucha gente (desarrolladores y jugadores por igual) pretenden transformar los videojuegos en películas para adolescentes con un poco más de seso. Si quieren eso, que se dediquen a producir y ver películas, en vez de programar y jugar juegos.

  11. Ikael

    ¡WOOOOO, Oddler tío, qué alegría verte! :D me das tu bendición y todo ^.^ esto es histórico.
    Bienvenido a anaitgames, y permanezca en sintonía, que en breve tendremos otros artículos chulos como «la caída de Sega vista por…»

  12. Koldo Gutiérrez

    No puedo más que aplaudir tan glorioso artículo. De acuerdo contigo al 99’9%. Si no lo estoy completamente es por el “Fission Mailed” (que resultó ser lo único que me gustó del horrendo, por INJUGABLE, MGS2).

    Creo que el cine ha dado buena muestra en cantidad de ocasiones de que se puede «trascender» del propio medio. Ahora me vienen a la mente los Gremlins 1, que vista en cine, hacía creer que los propios bicho habían jodido la bobina (o algo similar, no lo recuerdo completamente porque en el DVD hacen una cosa distinta), o la gloriosa Fight Club, donde el gran Fincher nos muestra y explica cómo Tyler retoca las bobinas en el cine donde trabaja…

    Aun así es un mero ejemplo para demostrar lo equivocado que está el, por otro lado, gran crítico que es Ebert, así que no empeña el resto de tu artículo.

    Y como ya te he dicho en gamerah, genial web, gracias por dármela a conocer ^^

  13. Ikael

    Tu increíble capacidad para el debate, la argumentación y el raciocinio han logrado convencer a todos los aquí presentes y cambiar sus opiniones :-)

  14. Ikael

    Jo chico, hay dos opciones:
    1) Si has venido a debatir, sé bienvenido, por mucho que no concuerdes con el artículo. Me parece que no has terminado de captarlo: no se trata de cagarse en todos los juegos que tengan historia (o que quieran contarla), sino de que una historia no es imprescindible y, puestos a contar una, pues para eso que la cuenten aprovechando este medio y no mediante secuencias de vídeo.
    2) Si por contra quieres trollear y punto pelota, pues oye, en gamefaqs como en ninguna parte, y nuestros amigüitos de gamerah seguro que te responden con muuuucho más ingenio y cachondez mental que aquí (que pa eso son los amos). Procura mantener una dieta sana y equilibrada.

  15. Koldo Gutiérrez

    Me quedo con la siguiente trollada:
    «Entiéndase falsedad por panfleto apelando a un concepto de videojuego soso, idiota y que no ha existido nunca.»
    Claro, claro, nunca ha habido juegos que han pasado de tener una storyline compleja. Anda y vuelve a tu madriguera.

  16. Víctor Martínez

    Es uno de los artículos más grandes que he leído en mucho tiempo. Tengo la impresión de haberlo leído en alguna otra página, pero aún así (re)leerlo ha sido maravilloso.

  17. Ikael

    Nunca se ha dicho en todo el artículo que la narratividad o la cinematografía en los videojuegos exisitesen únicamente desde la llegada de «laplei». Tan sólo que ahora nos toca vivir ese paradigma, esa hegemonía. Hay épocas donde un concepto de juego se impone a los demás, pero nunca por eso el resto de tipos de juegos deja de existir por arte de magia (menos mal).

    Y para mi gusto (y el de varios) esa hegemonía se ha extendido demasiado y debería evolucionar a algo nuevo y más acorde con su medio.

    ¿que la cinematografía o la narrativa no son válidas? Pues claro que son válidas, hombre. Si hay algo que define a los videojuegos es el «todo vale». Pero el problema es cuando se le pone en un altar y se introduce a capón en TODO. Hay un problema cuando hay más horas de conversación que de juego en un metal gear, o cuando la cámara de un juego de acción se queda centrada en el careto del personaje, haciéndolo injugable en pos de una mayor cinematografía. ¿que nos hemos inventado nosotros el problema? No hay mayor ciego que el que no quiere ver.

    Ahora bien, si lo que te molesta en realidad es que ahora que los herederos naturales de tus queridas aventuras de texto reinan, exista gente que no esté tan contenta con ese reinado; o si directamente te produce urticaria el que haya gente que no considere la cinematografía como el santo grial del videojuego (he dicho cinematografía, que no narratividad) y necesites malinterpretar el artículo, insultar a todos los aquí presentes, e inventarte estereotipos para que todo aquel que se te oponga encaje bien en tu cómodo esquema mental bueno, qué decir… …dudo mucho de que quieras razonar con gentuza como nosotros. Según tus poderes mentales somos estirados, epilépticos, amargados y cabecicubos, como los hombrecillos del katamari.
    PD: Postéalo en la review del Geom en Gamerah, que verás que risas. Besitos…

  18. Koldo Gutiérrez

    Coincido, palabra por palabra, con lo dicho por Ikael, así que date por respondido.

  19. Ikael

    Cuando la mitad de los juegos se hagan únicamente en escalas de azul y violeta, escribiré ese artículo.
    Yo también espero que no faltes a esa cita :-) Podrás llamarnos estirados por tener otra visión de los videojuegos distinta de la tuya y expresarla en un blog, cabecicubos por pretender que los videojuegos tengan más colores, y amargados por no considerar a esos tonos los mejores colores del mundo.

  20. Xavi Robles

    A ver Shounen bat, no ralles. Porque rallas.

    Nosotros hemos publicado una (interesante, para la mayoría) reflexión sobre las posibilidades narrativas de los videojuegos. ¿Daría para escribir un libro? Sin duda. Solamente soltamos destellos, fomentamos el debate, que para eso creamos AnaitGames. Si Ikael cree que los videojuegos tienen que buscar una narratividad distinta a la del cine, y ha detectado ciertos vicios en los desarrolladores, adelante, que escriba sobre ello.

    Encuentro ridícula tu postura, de verdad. Además, no has entendido nada, parece. Ikael no reniega de las cinemáticas (faltaría más, coño). Simplemente dice que a veces están mal utilizadas y que, en los videojuegos, hay otras muchas formas de contar historias que en el cine.

  21. Ikael

    Fíjate tú si será complicado que de todos los que alguna vez han posteado y comentado el artículo eres el único que no lo ha entendido (o no lo ha querido entender).
    Y por favor, deja de intentar hacer pasar esto por una crítica, las críticas están argumentadas y libres de ataques ad hominem. Tu te has limitado a soltar que la narrativa interactiva es una pollez, sin más, y a ponerme a caldo a mi y a todo aquel que no concuerde contigo. Cada post tuyo rebosa bilis, y se nota. No sé lo que quieres conseguir con todo esto, en serio. ¿te da satisfacción personal? ¿tienes la esperanza de que no se vuelva a debatir sobre este tema nunca más? ¿te conformas con que no vuelva a escribir?

  22. Pep Sànchez

    Shounen bat, envíanos tu un artículo serio y así nos enseñas.