Un crío convence a sus padres para dedicarse profesionalmente a Guitar Hero

En otra de sus emocionantes top stories de domingo por la tarde, los amigos de Kotaku nos cuentan (con unas semanas de retraso, pero en fin) la historia de Blake Peebles, un crío de 16 años que ha convencido a sus padres para que éstos le permitan dejar el instituto para dedicarse al entrenamiento profesional en Guitar Hero. El chaval, que cree estar entre los 15 ó 20 mejores jugadores de Guitar Hero III de su país (los siempre gloriosos Estados Unidos de América), está o estará muy pronto (mediados de agosto, según la noticia original del News Observer) en su competición más importante, que le llevará desde su Raleigh (Carolina del Norte) natal hasta California para los regionales de World Cyber Games. Si gana, cosa que dudo bastante, representará a los Estados Unidos en las finales en Alemania. Sus padres, después de que el mocoso se pusiera pesado con que las clases no le servían para nada y todas esas pequeñas obviedades que la gente normal nos callamos porque sabemos que son eso, obviedades, gente normal que por otro lado acaba teniendo un primer beso y una carrera universitaria o una FP o un trabajo de verdad, vamos, lo que es gente normal estándar, le permitieron dejar el instituto y le pusieron un profesor en casa para que su educación no se descuidara. Blake Peebles no sabe tocar la guitarra real, jamás ha puesto las manos sobre una. Juega bajo el pseudónimo de Dreminem y quién sabe, quizá llegue a algo, consiga un sponsor y haga algo de dinero. Posiblemente acabe suicidándose en un motel de Carolina del Norte. Eso sólo el tiempo puede decirlo. Por lo pronto él me provoca una hilaridad tremenda y sus padres merecen la custodia de su hijo menos que Britney, maldita sea.