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Quizá el mayor problema de los juegos de simulación golfística actuales es que convierten el realismo en tedio y que en general parece, por su desarrollo y su forma de comunicarse con el jugador, que tengan un palo metido por el culo. Posiblemente un driver de aluminio de noventa centímetros. Quizá las aventuras locas de Tiger Woods fuera del césped tuvieron parte de intención de alegrar un poco ese panorama de narradores narcolépticos y pijos aplaudiendo con la punta de los dedos, pero la relación con EA se fue al garete y este año con Rory McIlroy llega un nuevo comienzo. Lo que se había visto hasta ahora del próximo PGA Tour invitaba a pensar en lo de siempre: mejores gráficos y físicas pero el mismo tono solemne y poco accesible. ¡Pero ojo! El nuevo tráiler que EA acaba de publicar no solo incluye música movidita (me dicen que de LMFAO, uno de esos grupos que dan bastante rabia) sino que también enseña pedacitos de lo que serán algunas de sus imprevistas locuras: utilizar soldados como golfistas, jugar en mapas de Battlefield 4 y minijuegos nocturnos rodeados de neón que por la descripción suenan al recreo de Tiger Woods pero que en realidad recuerdan más a los gloriosos entrenamientos de Virtua Tennis. Veremos si este giro de la serie PGA Tour hacia lo rotundamente Poochie no rompe el romance con quienes la seguíamos de cerca y nos relajábamos en su ambiente de biblioteca y banda sonora de ascensor. Porque lo que es atraer a la juventud alocada, difícil lo veo.