No sé hasta qué punto me deja en mal lugar que tras más de un cuarto de hora de gameplay de Tokyo Jungle no entienda un carajo de lo que está sucediendo ante mis ojos. Distinto a una manada de perros Pomeranian haciéndose los dueños del barrio a base de aniquilar a otros animalicos, pero más allá de eso no me pidáis que os explique su mecánica. Todo muy entretenido y surrealista, eso sí.
Este vídeo es la bomba: Toshihiro Nagoshi, nuestro chinegro favorito, jugando a Tokyo Jungle. No se me ocurre qué más pedir. Manejando a un simpático gatito, Nagoshi intenta sobrevivir a la dura Shibuya del juego; os juro que necesito que esto llegue a España y jugarlo con pasión y alegría durante todo lo que me queda de vida.
No tengo ni idea de cómo funciona exactamente Tokyo Jungle. Veo plataformas, hostias, carreras y algo de estrategia pero no lo tengo claro. Y aun así, con esos gráficos de hace siete años y esas animaciones de robot de los 80, la idea es tan mongola que no podría seducirme más: un Tokio asilvestrado plagado de animales salvajes, domésticos (cuidadito con el pomeranian), gatos con cascos, pandas en celo y velocirraptores. ¡Y con modo historia!
Me cuesta mucho entender lo que veo en estas imágenes de Tokyo Jungle, pero creo poder hacer unos cuantos apuntes: 1) hay monos en fila india; 2) veo una extraña fijación con los animales que se miran fijamente al ojete; 3) sale un perro que me ha recordado, en pequeño, al de @pinjed; 4) lo quiero para ayer, por favor, gracias. Mirad las imágenes y viajad con nosotros a otro planeta.