
Fanservice sin concesiones
Análisis de Dissidia Duodecim: Final Fantasy
A Cosmos rogando y con la espada dando.
A Cosmos rogando y con la espada dando.
Palos, agujeros, pelotas, clubes exclusivos, circuitos amateur, prácticas de swinging, y un poco de golf.
Los nanotrajes son lo puto mejor.
—Benjamin Franklin, Pennsylvania, 1772
Nota: Como ya ocurriera con el análisis de Los Sims 3, la valiosísima ayuda de la señora pinjed, simsadicta reconocida y tratada sin éxito, ha resultado fundamental para la consecución de este humilde montón de paparruchas que estáis a punto de degustar.
Los juegos deportivos están viviendo una época realmente fabulosa: ahí tenemos NBA 2K11, petándolo; FIFA 11, petándolo; Fight Night Champion, petándolo tan fuerte que podría sacarte el cerebro por las narices de una colleja. Top Spin 4 pretende hacer lo mismo con el tenis.
«El individuo es listo, la masa es un animal miedoso y estúpido», decía Tommy Lee Jones en Men in Black.
Como dijo el sabio, «el tiempo da la razón a quien la tiene ;)», pero dudo que el catálogo inicial de Nintendo 3DS acabe siendo de esos que se recuerdan durante años. Con Ocarina of Time y Kid Icarus llegando tarde a la fiesta, resulta curioso que el mejor juego para estrenarla sea el que está menos pensado para la portátil.
Pilotwings Resort opera con pulso de cirujano en la zona de nuestro cerebro que controla la nostalgia, y al mismo tiempo nos sirve de ventana (casi nunca antes esto había tenido un sentido tan cercano a lo literal) a la tercera dimensión que propone Nintendo 3DS. Vamos allá.