Dándole vueltas

La polémica

Dándole vueltas es un espacio de opinión sobre temas relacionados con el videojuego.
El objetivo: darle vueltas a las cosas.
Muchas vueltas. Más de las necesarias.
Dándole vueltas
Llevo un tiempo dándole vueltas a un asunto. Comentaba hace unos días en su Twitter Eva Cid algo que me pareció crucial; reproduzco sus palabras de manera literal: «Me ponen de mal humor las actitudes chulescas y profundamente acríticas con las que recibimos cualquier intento de debate sobre la relación de los videojuegos con la violencia y la ludopatía. Ya sabemos que tú y que yo no, pero creo que habría que mirar esto detenidamente. Siempre defendemos que los videojuegos son artefactos insertados en nuestra cultura, que nacen de ella y tiene su impacto en ella, pero para ciertas cosas que no nos interesan los queremos aislar de toda responsabilidad. No me parece lógico. Estamos de acuerdo en que el debate siempre procede de los peores sitios y tiene las peores intenciones. La escasa legitimidad del interlocutor no va a hacer que la circunstancia sea otra». Con buen ojo, la última frase pone el broche a su serie de mensajes: «Igual es momento de plantear debates desde lugares apropiados y con profesionales legítimos». No sé si los mensajes tenían que ver o no con un fragmento del programa A partir de hoy, de TVE, en el que Carolina Cerezuela asociaba el uso de «videojuegos domésticos», o sea, los que todos o casi todos los «chiquillos» tienen y disfrutan en sus casas, con el auge de las casas de apuestas y la ludopatía, grave en todos los tramos de edad pero especialmente preocupante por motivos evidentes entre los menores de edad. A todo esto, la periodista María Gómez hacía un apunte sobre la «evolución del juego» que puede llevar del Fortnite a Codere: mientras hablaban sobre el asunto, una amiga le decía «ya, pero mi hijo no apuesta», tras lo que la periodista preguntaba: «¿pero tu hijo te ha pedido alguna vez la tarjeta de crédito para comprar armas en un videojuego?» «Sí», reconocía la amiga. Las reacciones a estos comentarios, desinformados o incorrectos en mayor o menor medida pero pronunciados, después de todo, en un magacín matinal, fueron tan furibundas y agresivas (tan, efectivamente, «chulescas y profundamente acríticas», como decía Eva) como se puede esperar, tristemente, de Twitter, la red social por donde circuló el clip: «Sois unos sinvergüenzas», «eres (sic) gilipollas», «¿qué casilla se marca para que esta gente no cobre ni un duro de mis impuestos?»; incluso los mensajes más matizados o razonables se pueden considerar un más uno a la polémica, una chispa más para el incendio que, un día más, se encendía en la red social. Se suele utilizar la metáfora del incendio —desde el título del libro de Soto Ivars, Arden las redes, hasta otro programa de TVE, Corazón, donde a diario nos informan sobre qué nueva imagen de Instagram «incendia las redes» y por qué motivo, de haberlo— para referirse a las polémicas online, y es justamente la insistencia con que las redes sociales, y últimamente casi cualquier entorno más o menos mainstream en internet, desde blogs o ediciones digitales de revistashasta secciones de comentarios o foros, convierten a sus usuarios en pirómanos lo que dificulta cualquier intento de llevar a cabo esos debates que pedía Eva Cid, y que pedimos (incluso necesitamos) tantas personas. Reflexionar y razonar sobre cualquier tema exige unos tiempos y unos silencios que parecen atentar directamente contra el uso recomendado y recomendable de una red social; el game design de Twitter exige agilidad y ruido, y de una manera perversa recompensan la búsqueda del aplauso fácil y la «nivelación del gusto a la media», como dice sobre los mass media Eco en Apocalípticos e integrados, pero también el conflicto frontal y la meada fuera de tiesto. Es un diseño pensado para frustrar cualquier debate, para monetizar el caos y la confusión; es un diseño que motiva la palmada en la espalda o el escupitajo en la cara: en Twitter, y cada vez más en otros espacios que intentan replicar el atractivo de esa red social imitando precisamente sus peores características, las conversaciones se producen a pesar de y no gracias a un diseño que las promueva o las facilite.
La polémica Pienso esto también (¡qué hipócrita, todo el santo día en Twitter!) a raíz de un tweet de Paolo Pedercini que decía lo siguiente: «Debatir si los juegos son o no adictivos desde un punto de vista psiquiátrico socava una conversación importante y compleja sobre patrones abusivos en el diseño de videojuegos (y en la tecnología en general). Una conversación que es enimentemente ética y política». Esa es, efectivamente, la conversación importante; también la difícil, porque exige tiempo y esfuerzo y sobre todo silencio, impensable para muchos que vivimos de no callar ni debajo del agua. De eso va precisamente ese informe del Comité de Tecnología Digital, Cultura, Medios y Deporte de la Cámara de los Comunes británica en el que se cuestionaba desde la ética el diseño de los videojuegos y las «nuevas tecnologías», un documento extenso y mucho menos viralizable que ese estudio que concluía que el videojuego no era un «trastorno clínico». Imagino que al final estas torpes palabras mías no son más que una llamada de auxilio: estoy seguro de que no soy el único que, como Eva Cid, cree importante —porque el videojuego es algo divertido pero también algo serio: «no hay nada más serio que un niño jugando», dijo Villoro— que se produzcan determinadas conversaciones «desde lugares apropiados y con profesionales legítimos», aunque no sabría decir con exactitud cuáles son esos lugares apropiados ni, aunque sí pudiera dar algún nombre, esos profesionales legítimos. Tenía pensado publicar esto el viernes pasado, día 25 de octubre, pero en el último momento no pude. El retraso me ha servido para ver una nueva polémica. Para invocar una polémica basta con nombrarla; son fáciles de fabricar. Me refiero a la pieza de la agencia EFE dedicada a los cuartos de final de League of Legends. «El lugar elegido ha sido el palacio de Vistalegre de Madrid», se leía en la noticia, ya eliminada pero accesible a través de Wayback Machine, «un pabellón enorme situado muy cerca de Madrid Río —kilómetros de parque con multitud de posibilidades de entretenimiento al aire libre— que han llenado a rebosar, a pesar de que la ciudad estaba hoy radiante, con un sol de otoño que permitía la manga corta». En mi círculo, esto provocó una polémica que ya hoy está más o menos olvidada, como pasó con las palabras de Carolina Cerezuela o con los perros de The Last of Us Parte II o con lo que dijo Scorsese sobre Marvel. Las redes arden a diario y a nosotros, pirómanos, nos gusta verlas arder; mientras las cosas arden nos tomamos un cafelito, como el perro de KC Green. Alguien me apuntaba con gran sarcasmo, cuando me metí (uno, que no es de piedra) a darle al chisquero para ver si se hacía más grande el fuego, lo siguiente: «Indignación total, no se puede despreciar de esa forma algo que mueve tanto dinero, que vivimos en el capitalismo». Y es verdad que se puede y hasta que se debe, pero no de cualquier manera; cuánto echo en falta todos los días esos lugares apropiados y a esos profesionales legítimos. También puede que estén los ánimos tan crispados porque hoy vivimos en una gigantesca casa de Gran Hermano, y ya se sabe que en Gran Hermano todo se magnifica.
  1. PetrosP8

    Muy interesante como la ignorancia puede llevar (y suele hacerlo) a faltar al respeto a un medio, a una comunidad y a al final, a personas.

  2. Belack

    «un pabellón enorme situado muy cerca de Madrid Río —kilómetros de parque con multitud de posibilidades de entretenimiento al aire libre— que han llenado a rebosar, a pesar de que la ciudad estaba hoy radiante, con un sol de otoño que permitía la manga corta».

    Típico comentario de pollavieja. Gente que ni comprende ni intenta entender que una cosa no excluye a la otra.

  3. Payonetta 03

    Ay xD es lo que tiene estar en la eterna segunda pubertad, vivir de las polémicas mediocres y del clickbait basado en rencor. El circo se les queda pequeño a los culturetas 🤡, vaquita por una carpa más grande.

  4. Mijel

    28 de octubre es hoy! ;P

    Yo creo que el tema de la adicción es aún más relevante en el contexto de los juegos que tienen compras y loot boxes. ¿Ha sido el FIFA siempre adictivo como juego? Seguramente sí, como probablemente lo sea todo buen juego. ¿Está el FIFA explotando a tope mecanismos de adicción para ganar pasta con los sobres del Ultimate? Sin duda, y probablemente tengan peña en EA especializada en esta mierda.

  5. Akuroshi

    Joder, justamente el otro día andaba viendo una especie de reportaje/debate/entrevista en el canal cultural de la tele pública suiza sobre la función social, humana y «polémica» de los videojuegos. Allí trataban lo de las lootboxes y discutían un poco sobre la ausencia de un discurso sosegado, filosófico y maduro a la hora de conceptualizar la experiencia lúdica del medio. Quería compartirlo por aquí pero pensé que sería una pedantería asquerosa si no lo traducía (ya que no tengo ni tiempo ni voluntad para este trabajo), pero ahora que sale el tema de una manera tan brillante me gustaría dejar el vídeo a modo de mensaje en una botella, por si a alguien le interesa. Es una conversación entre el presentador, un filósofo y una desarrolladora de Stray Fawn Studio (no los conozco).

    Sobre el artículo me gustaría comentar un par de cosillas, porque me parece extremadamente interesante y me remite en muchos casos a mi línea personal de investigación (la teoría crítica y su relación con la «esfera pública», que en la era de la información se encuentra amenazada por lo que Eli Pariser llamaba el «filtro burbuja», algo que Twitter, en mi opinión, está logrando representar en su metamorfosis más grotesca) pero creo que me iba a llevar mucho tiempo y ahora mismo no puedo elaborarlo demasiado. Lo dejo escrito aquí por si mañana tengo un rato libre y puedo desarrollarlo más (es un poco autoayuda, soy extremadamente caótico y necesito un input, casi siempre propio, para ponerme a escribir algo).

  6. el_adri2020

    Buen articulo, un tema muy interesante, a mi tanto en esta santa casa como en twitter, se me ha lapidado cuando he hablado de adicción en videojuegos o sobre la edad a la que un niño debería acceder a videojuegos. Es un tema muy sensible y supongo que como crea polémica atrae visitas.

  7. Molinaro

    Esto es un poco lo de siempre. En los debates de Al Rojo Vivo nadie tiene ni puta idea de lo que pasa en Catalunya, pero todos están hablando payasadas, asintiéndose unos a otros y reafirmándose en sus mentiras. Los políticos, por regla general, lanzan datos estúpidos sobre economía, también, que son mentira y cuesta poco verlo. Los medios manipulan la información siempre. Tú tienes tu círculo en twitter, ellos tienen sus noticias de A3. Todos «nos engañamos» con los puntos de vista que nos conviene tener cerca. Quizás por comodidad o por no salir a la calle con un bate, pero leemos lo que queremos leer. Hoy toca recordar que los videojuegos son unas putas tragaperras a veces, pero no para concienciar a nadie, ni trayendo a nadie válido ni capaz de hablar de ello. Para qué, Víctor, si eso no le importa a nadie. Sólo hablan de ello para decir que ahora el auge de las casas de apuestas tienen un culpable evidente. No la publicidad que ponen ellos mismos, no los deportistas patrocinando esas putas mierdas, no por la legislación del juego. Ahora por el Fortnite, mañana el absentismo es culpa de las redes sociales, y si no ya multarán a la gente que sale a correr por la calle o a la que hace skate en un parque, por que en este país lo que hay que hacer es beber carajillos y fumar puros mientras ves la puta tele. (Siento el odio desmedido, lo tenía dentro y gracias a ti lo he soltado 😳 )

  8. Freeslave

    Que no sean los actores adecuados no significa que no haya un fondo de razón en ello. Entiendo que interlocutores con un desconocimiento absoluto te van a dar la misma opinión que te podría dar tu madre. Pero es indudable que ciertas cosas que fomentan los videojuegos como la recompensa infinita, los aspectos de progresion y el juego social solo tienen un único fin, retener al jugador el mayor tiempo posible y exprimir su dinero. Y esto lo digo como jugador y lo digo cono desarrollador.Negarlo es mentirnos sobre la naturaleza de los juegos como producto.

    Me ha gustado tu artículo @chiconuclear pero te ha faltado especificar quien serían esos actores relevantes para hablar del tema.Me da que si fueran psicólogos y sociólogos, sus respuestas nos desagradarían más que la de los contertulios de Susana Griso.

    Me has matado con el gif de las llamitas, de los tiempos en los que internet molaba.

    @for_the_republic XD La inquisición del videojoc

  9. Víctor Martínez

    @freeslave
    ¡Se dice el pecado pero no el pecador!

  10. elchus

    Si cada uno supiera controlarse (o controlar a los menores que tiene a su cargo) no habría problema.

    Siempre será más fácil echar la culpa al McDonalds de que tienes el colesterol alto.

    Un 10% de la población española bebe alcohol A DIARIO (hombres sube al 15%), yo creo que hay más bares por las calles que otra cosa. ¿Erradicamos los bares y la maquiavélica mecánica de ponerte una tapa para enganchar al cliente?

  11. Freddy_Hardest

    Lo mejor de todas estas micro-polémicas con las que nos bombardean (nos bombardeáis) los medios en las redes a diario, es que su esperanza de vida es cada vez menor, a veces de un par de días, a veces incluso de horas. Y lo peor, lo que conlleva esto, es que muchos nos estamos haciendo callo ante todo lo que se publica, cosas serias incluídas, cansados de discernir el polvo de la paja.

    Yo reconozco que mi capacidad de atención ante casi todo lo que veo en la tele o leo en las redes se ha desplomado esta última década, y a veces pienso que solo si salgo a la calle y me encuentro con un holocausto zombie, mis pulsaciones pueden subir de 60.

  12. Boraj

    La última frase lo dice todo. Realmente vivimos en una enorme casa de Gran Hermano. O mejor dicho, las redes sociales como Twitter nos convierten en participantes de la casa. Me suscita mucho interés el fenómeno Twitter porque representa la peor de las formas de opinión que una persona puede dar. la opinión unilateral, el «rajar», la opinión sin propuesta. Nada constructiva para nadie, solo es soltar, (o regurgitar) lo que llevas dentro sin importarte el resultado. No me malinterpretéis. Veo esto como algo legítimo. La libertad de expresión es algo fundamental y debe ser respetada, pero a mí eso del «rajar» por «rajar»… pues como que a mí no. Creo que sería muy fácil intentar dar nuestra opinión intentando proponer algo en la respuesta, no soltando la bomba atómica y saliendo por piernas para que no te pille la onda expansiva. Así ganaría nuestra capacidad discursiva y nuestro punto de vista acerca de cualquier tema.

    Y el tema de la violencia, negocios y videojuegos ya me cansa. Esta gente que se piensa que los juegos vuelven violenta a la gente, o que actúan de catalizador para cometer actos violentos no tienen ni fundamentos, ni ninguna razón para pensarlo. Solo señalan a los videojuegos para buscar un culpable fácil por no mirar al verdadero problema. Como comentaba Trivi en uno de sus artículos hace bien poquito.
    Esta gente como Trump o Bolsonaro solo apoyarían a los videojuegos violentos en caso de que tuvieran que obligar a los ciudadanos a alistarse en el ejército para luchar en una estúpida guerra real, porque eh, si matan a gente en el Call of Duty, seguro que pueden matar a gente de verdad, ¿no?

    Lo que sí tengo la sensación, o la certeza, es que la industria ha cambiado muchíiiisimo de un par de años a esta parte. Hace cuatro años que no juego a videojuegos a diario, de hecho, me salté la actual generación de consolas porque quise parar un tiempo. Pero no he parado de informándome, escuchar podcast y tal. Porque no quería despegarme del mundillo. Pero poco a poco he visto que «la industria AAA», (como diría Sterling) es un negocio feroz, sin medias tintas, que van a lo que van sin importarle su reputación. Y en todos estos años sin jugar a los grandes juegos que han ido saliendo, pero viendo las tropelías de las empresas que hay detrás, (Take Two, Ubisoft, EA, Activision), en la nueva generación no creo que compre ningún juego de estas compañías, aunque las jugara en la anterior generación, (como Red Dead 1, Far Cry 3 o los Modern Warfare originales) y aunque tomar esta decisión me prive de jugar a grandes juegos (y casi al 80 por ciento de todos los juegos que saldrán). Simplemente no apoyo nada de lo que estás empresas quieren hacer con el usuario, (o lo que quieren que los usuarios hagan por ellas). Menos mal que siempre habrá otras compañías a las que se les ve un poco menos el plumero y a las que sí acudiré en la siguiente generación.

  13. el_adri2020

    @elchus
    Qué yo sepa, está prohibido que un bar le ponga un wiski a un niño de donde años. Es más, en muchos está prohibida la entrada a menores.

  14. Gordobellavista

    @elchus
    Podríamos vender caballo en los quioscos entonces, ¿no?
    Anda que…

  15. Sastometro

    Hasta que algún medio serio no se plantee llevar profesionales de esto a y que sean ellos quienes escriban esto seguirá así.
    Los debates que pueden montar son gente en contra y gente a favor. Nadie pondrá cordura ni nada por el estilo.

  16. Sams

    A veces queremos defender lo indefendible. La posición de la prensa generalista hacia los videojuegos es una vergüenza para la inteligencia de sus lectores/espectadores/oyentes como para su profesión. Ya basta, que no estamos en los noventa.

  17. Jamelín

    Muy interesante todo esto @chiconuclear.

  18. TizonaES

    @sastometro

    Yo, en mi opinión, describiría esos medios como «de gran tirada» en vez de denominarlos «serios». Pero sí, muy de acuerdo con lo que dices.

  19. Yurinka

    Sobre el tema «adicción y videojuegos», o «violencia y videojuegos» yo le hago caso a científicos serios y no a opiniones personales de gente random como Eva Cid o cualquiera de nosotros, porque estas cosas son muy importantes y hay que analizarlas con rigor.

    Y los científicos serios, como los investigadores de Oxford, dicen que no hay suficiente evidencia como para afirmar que el clinical gaming disorder (adicción a los videojuegos) exista:
    https://www.gamasutra.com/view/news/352607/Oxford_researchers_say_clinical_gaming_disorder_lacks_sufficient_evidence.php

    «Nuestra investigación no aporta suficiente evidencia de que se pueda acusar a los juegos por si mismos de problemas a los que se enfrentan los jugadores.». Vamos, lo mismo que con anteriores estudios similares sobre la relación de la adicción o la violencia con los videojuegos: o bien demuestran que no hay ninguna relación, o bien no cuentan con evidencia suficiente para demostrar que los juegos causen eso, o bien son estudios que por su metodología no se pueden tomar en serio.

    Vamos, que a nivel clínico/científico no hay debate alguno: no hay nada que demuestre que los videojuegos causen adicción o violencia. Si un jugador se vuelve violento o sufre de adicción parece que es por otras causas y no por los juegos en si.

  20. Víctor Martínez

    @yurinka
    Es obvio que no has leído el texto. Te recomiendo que lo hagas.

  21. Zissou

    A mí, por mucho que piense que la reflexión interna está más que bien, no me quita lo absolutamente desesperanzador que es pensar en lo poco que puede llegar a influir dentro del panorama mediático y de RRSS de la actualidad.

    En otras palabras: interiorizar que tu actitud en twitter solo puede estar echando leña al fuego de tus prejuicios y actuar en consecuencia es como un grano de arena comparado con que un tertuliano random diga en horario de máxima audiencia una «verdad» tan reafirmadora y cómoda para mucha gente como «los videojuegos te eneñan a apostar».

    Al final me acuerdo mucho de lo que decía el inventor del retweet aquí https://www.buzzfeednews.com/article/alexkantrowitz/how-the-retweet-ruined-the-internet

    “We might have just handed a 4-year-old a loaded weapon,” Wetherell recalled thinking as he watched the first Twitter mob use the tool he created. “That’s what I think we actually did.”

  22. elchus

    @el_adri2020 @gordobellavista me estáis poniendo ejemplos de cosas que SON ILEGALES… Qué tiene que ver eso con echarle la culpa al fifa o al call of duty de la violencia o la ludopatía?.

    La pregunta sería… tiene la culpa un bar de que existan los alcohólicos? Porque si nos ponemos así, cerramos todo.

    Yo abogo por que cada uno tenga las herramientas suficientes para saber tener juicio crítico, autocontrol y asumir la responsabilidad de sus propias decisiones, no echar la culpa siempre al otro o prohibir porque hay gente que no se sabe controlar o vigilar a sus menores.

    Vamos, que no me hace falta que nadie me prohíba ir al McDonald’s para comerme una ensalada hoy, ya elijo yo sin paternalismos artificiales impuestos.

  23. Yurinka

    @for_the_republic
    @chiconuclear

    Me lo he vuelto a leer por si me había perdido algo, pero creo que no. Quizás -como suele pasar- no me he explicado bien: me refiero a que estoy de acuerdo con que estos temas son lo suficientemente serios como para dejar el debate en manos de investigadores cualificados del ramo (en este caso psicólogía, psiquiatría e incluso sociología o antropología), quienes tienen unas metodologías y unos procesos para investigar y verificar estas cosas de forma científica.

    Vamos, que no depende de nuestra opinión personal. Como yo que sé, la ley de la gravedad, o que 2+2=4. Los científicos hacen sus investigaciones, experimientos y verificaciones, y llegan a un consenso de que con tal fórmula se calcula la fuerza de la gravedad, porque es replicable por otro científico en condiciones objetivas. Y a menos que llegue luego otro científico con otra explicación más precisa o mejor, esa es la «verdad» científica.

    Lo que me vengo a referir es que -tras haber estado años leyendo y contrastando estudios, papers y demás sobre el tema y comentándolos con un amigo psicólogo y una amiga psiquiatra-, he visto que a nivel científico se ha estudiado bastantes veces la posible relación entre videojuegos y violencia, o entre videojuegos y adicción y no hay debate para los científicos: siempre ha salido que no hay nada que demuestre que los videojuegos causen violencia o adicción. Hay algún estudio o paper que decía que había o podía haber relación pero lo decían sin basarse en ningún dato científico, más bien como opinión personal, o lo hacían con errores de metodología como por ejemplo tener una muestra insuficiente, haber un claro sesgo, etc.

    Nunca se sabe, quizás salga algún investigador en el futuro que demuestre lo contrario pero por ahora no hay debate, hay consenso: los videojuegos no causan violencia o adicción. O al menos, tras haberse estudiado unas cuantas veces desde diferentes puntos de vista o especialidades, nunca se ha podido demostrar que causen violencia o adicción, o incluso provocar una duda razonable de que puedan ser la causa.

    Al menos por ahora se considera que si alguien es violento, la causa no es que haya jugado a Mortal Kombat o GTA, sino que hay otras causas que le han llevado a actuar así. Lo mismo con alguien que pueda jugar obsesivamente: no hay nada que indique que los juegos causen eso, sino que bastante más probablemente se deba a que esa persona tiene otros problemas psicológicos o sociales que causan el que se refugie en algo hasta el punto de descuidar cosas importantes tipo trabajo/relaciones familiares o sociales/etc.

    TLDR: si, esto es algo para los profesionales que se dedican a investigar estas cosas con rigor. Pero -al menos que yo sepa- con lo bastante que hay investigado hasta hoy no hay debate posible, hay consenso: los videojuegos no causan violencia o adicción. O como mínimo no hay evidencia científica que lo demuestre o resalte una duda razonable.

  24. Coredump

    []aunque no sabría decir con exactitud cuáles son esos lugares apropiados ni, aunque sí pudiera dar algún nombre, esos profesionales legítimos.

    Esos expertos están todos en twitter, iluminando al resto de expertos con su valioso conocimiento.

  25. J90

    @yurinka

    Las investigación que mencionas específica que no han podido demostrar que los videojuegos no crean adicción en sí mismos (evidentemente no son tajantes y dejan abiertas las conclusiones para futuras investigaciones).

    Hay que diferenciar las cosas que puedan crear una adicción por si solas (el caso evidente de las drogas) de las que favorece la aparición de ellas (aquí yo metería los juegos de azar). Hay videojuegos que claramente tienen mecánicas sacadas de los juegos de azar y con el único fin de favorecer la adicción. Esto último creo que no queda nadie que lo pueda discutir.

    No me quiero alargar pero el debate me parece muy interesante y creo que se debería hacer desde diferentes ramas.

    PD: Hablo como psicólogo NO especializado en adicciones por lo que es solo mi opinión 🙂

  26. Preacher (Baneado)

    Me alucina que perdáis el tiempo con estos debates absurdos.

  27. el_adri2020

    @elchus

    Ostia es que pareces Sito Miñanco culpando a los padres de la adicción a la cocaína de sus hijos.

    @jcb @yurinka

    A VER

    que digo yo que los millones de estudios concluirán que no se puede decir que la adicción al videojuegos se pueda catalogar como enfermedad, no creo que afirmen categóricamente que ningún juego cree adicción (porque sería mentira vamos).

  28. elchus

    @el_adri2020 No se por donde empezar, si por el intento de insulto diciendo a quién me parezco o por la comparación exagerada con la cocaína que es ILEGAL.

    Si la gente no sabe controlarse ni cuando escribe por internet cómo vamos a pedir que sepan controlarse con el juego? Claro, todo cuadra ahora…

    Esto en mi pueblo se conoce por querer ser más papista que el papa

  29. el_adri2020

    @elchus
    Siento si te has sentido insultado no era mi intención.

  30. Bababú

    Veo en los comentarios que se está enfocando el debate sobre la relación entre violencia/adicción y videojuegos cuando creo que el tema a tratar es la cantidad de «fuegos» continuos que demandamos tener. Aquí ya entran varios factores discutibles:
    – Polarización
    – Análisis basados en titulares
    – Deseo de pertenencia a un grupo
    – Prejuicios
    – Ilusión al creer que en ciertos temas tienes poder de cambio
    – Búsqueda de reconocimiento
    – …
    Creo que muchos de estos «fuegos» son parte de nuestro consumo y los utilizamos como analgésico de muchas de las carencias que tenemos como sociedad.

  31. Yurinka

    @el_adri2020 dijo:
    @jcb @yurinka

    A VER

    que digo yo que los millones de estudios concluirán que no se puede decir que la adicción al videojuegos se pueda catalogar como enfermedad, no creo que afirmen categóricamente que ningún juego cree adicción (porque sería mentira vamos).

    En el caso de la que puse decían que clasificación de adicción a los videojuegos como enfermedad no se aguanta porque no hay evidencia científica de que ningún juego cause adicción, en la misma línea que los otros estudios serios sobre el tema, que decían que los videojuegos no causan adicción.

    Hay que aclarar que por un lado obviamente es imposible que hayan investigado todos los juegos en el mercado, y supongo que se habrán centrado en aquellos que levanten más sospechas. Por otro, hay que aclarar que ellos entienden adicción como algo patológico, como puede ser la adicción a la coca o los ludópatas que son adictos a las tragaperras. No se refieren a adicción/vicio como el término que usamos a veces los jugadores a cuando disfrutas mucho un juego y tienes ganas de jugar más, pero de una forma sana y que no afecta a tu vida/familia/trabajo/etc.

    Y por último, hay que aclarar que aunque los videojuegos no causen adicción, y que no hayan evidencias científicas para considerar esto una enfermedad, esto no niega que alguien pueda tener problemas siendo adicto a los videojuegos pero por otras causas, quizás causado por otros temas psicológicos/sociológicos/familiares/etc que le han llevado a refugiarse obsesiva/compulsivamente en algo, que bien podría ser jugar a videojuegos como podría ser el trabajo, drogas, compras, el bingo, o yo que sé, quizás coleccionar sellos y ordenarlos alfabéticamente. Pero vamos, tampoco no es que yo sea un experto en esto, no tengo ni idea mas allá de los estudios relacionados con videojuegos, y supongo que habrán diferentes tipos de causas y motivaciones para diferentes grupos de adicciones.

    Lo que vienen a decir es que si esa persona tiene problemas la causa no es el juego en sí, sino que ese es el efecto, el resultado provocado por otras causas. Llevándolo al absurdo, es como si vinieran a decir que si una persona acuchilla a otra la culpa no es del cuchillo, sino que hay otras causas que han llevado a esa persona a agredir a otra y que si no tuviese tenido un cuchillo en la mano la habría agredido con otra cosa que tuviese a mano. No niegan que no hayan acuchillamientos, dicen que a lo que hay que prestar atención es a las causas de la agresión y no al cuchillo, que normalmente se usa para cortar el pan y que no genera acuchillamientos de por si.

  32. Memories of Green

    El problema también está en que pensamos que el sentir y la opinión de queda en las redes sociales y de eso, sacar noticias y/o artículos. La realidad es que como comunidad importamos bien poco para lo bueno y lo malo. Y ahora estamos en eso, y esa es la exposición.

  33. OdiseoBCN

    @elchus dijo:
    @el_adri2020 No se por donde empezar, si por el intento de insulto diciendo a quién me parezco o por la comparación exagerada con la cocaína que es ILEGAL.

    Si la gente no sabe controlarse ni cuando escribe por internet cómo vamos a pedir que sepan controlarse con el juego? Claro, todo cuadra ahora…

    El concepto de «saber controlarse» es interesante porqué, me temo, implica que todas las personas tienen las mismas herramientas emocionales/vitales para enfrentarse a eso. Quicir, es un poco como decir que «alguien es alcohólico porqué que quiere» sin querer tener en cuenta una serie de cuestiones genéticas y/o emocionales que puedan llevar a una persona concreta a sumergirse en una adición.
    Y el problema de «las adiciones» y los empleos que (sobre)viven suministrando productos que pueden ser (mas o menos) adictivos, siempre va a estar ahí. Sea la cocaína medicinal (creo recordar que en la Alemania nazi (o pre-nazi) el uso/abuso de las anfetaminas era altisimo. Ahora mismo en USA hay un descontrol con los opiáceos importante, por ejemplo) , el alcohol o las máquinas de pachinko.

    p.d: Siempre, siempre, siempre, deberíamos conocer quién paga los estudios que dicen que X no genera adición (o sí que lo hace). Para así nunca volver a caer en trampas como las de «el tabaco no produce cáncer» o «el consumo de petroleo no va a afectar al clima». Bola extra: https://www.youtube.com/watch?v=FGVW9vJ773k

  34. DarkCoolEdge

    @elchus
    Responsabilizar a los adictos así, a las bravas, de sus adicciones me parece un error. Porque influyen muchos más factores que el ser responsable y hacer lo correcto. Para empezar, lo responsable y correcto es algo relativo. A partir de ahí…