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No me lo puedo creer.
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- 2 diciembre 2009 a las 01:42 #49868
loversandbrothers
Miembro2 diciembre 2009 a las 01:55 #258167No me lo puedo creer
MiembroSupongo que es mucho más complicado que eso, pero prueba a ver algo de pornografia homosexual y ver si te excita. O prueba a ver imagenes de modelos masculinos y cosas asi, y compara las reacciones que te produzcan con las sensaciones que obtengas al ver porno heterosexual o imágenes solo de mujeres.
2 diciembre 2009 a las 02:03 #258170mio_tony
MiembroSabía que alguien hablaría del porno/sexo, esto es un error, en mi opinión.
Veamos, muchas veces, sobre todo los hombres (que abusan del porno y tal) confunden atracción sexual o morbo con atracción real hacia una persona del mismo sexo. Digamos que a un hombre hetero le puede atraer sexualmente un pene grande y duro, pero la atracción será meramente sexual, muchas veces por simple morbo, por envidia, por saber que esa persona tiene »poder», tiene un gran pene, igual que la mujer puede ver igual a otra con grandes tetas, culo perfecto y coño de quinceañera y excitarse, o símplemente sentir morbo (OJO, no significa que todos los heteros experimenten dicha atracción, luego aquí entra la mentalidad y la adoctrinación, pero eso va en las siguientes líneas). El sexo y todo lo que le rodea es algo que está bastante poco desarrollado, no por culpa del ser humano en sí, si no por nuestra cultura restrictiva y nuestra moral y ética, digamos que sin »reglas» morales la humanidad follaría entre sexos iguales y diferentes sin problemas, porque sólo es sexo, no es algo »antinatural», la naturaleza nos ha dado unas herramientas que sirven para procrear, pero también nos ha dado un cerebro que sirve para entender, para experimentar el placer, y el placer no siempre se tiene que encontrar con el sexo opuesto.
Ahora bien, entrando en temas sentimentales creo que sí que se podrían sacar conclusiones, sí que podríamos hablar de homosexuales, heterosexuales y bisexuales, pero en temas sentimentales la cosa se pone cruda, pues salvo que en el foro tengamos a algún bisexual, dificil será debatir sobre el tema ya que sólo conocemos lo que nos atrae y no podemos hablar de lo que significa sentir atracción por 2 sexos al mismo tiempo, no conocer esa experiencia nos complica el tema y nos hará chocar siempre contra hipótesis.
Lo de ser bisexual tiene que ser curioso, sin duda alguna.
2 diciembre 2009 a las 02:05 #258172loversandbrothers
MiembroYo intento saber si me gustan los hombres y/o las mujeres. No si quiero follarmelos. Yo me quiero demasiado como para permitir que algun ajeno me toque la polla. Hay una tradición de grandes onanistas ante la cual me gustaría sentirme identificado (?) aunque fuera solo como creencia. "De lo que sabe Onan no lo sabe Don Juan" y toda esa mierda. Haber, no le voy a pedir a una tia (que no sea prostituta) que me meta el dedo en segun que prostata y que me pellizque el glande en segun que sitios durante cierto tiempo porque mas que parecer que es una relación sexual, esta llevando un PNT clínico.
(Un PNT significa aquí un Procedimiento Normalizado de Trabajo)
2 diciembre 2009 a las 02:07 #258175Akuroshi
MiembroLo mejor del post es Frai tomándoselo en serio
2 diciembre 2009 a las 02:08 #258176loversandbrothers
Miembrohaha akuernoshi es Gay
2 diciembre 2009 a las 02:16 #258179Akuroshi
MiembroYo creo que es tan indeterminado como difícil de definir. La culpa la tienen los judíos, como casi todo.
2 diciembre 2009 a las 02:18 #258183No me lo puedo creer
Miembro[quote="loversandbrothers":3lz2ukfu]que me meta el dedo en segun que prostata[/quote:3lz2ukfu]
xDDDDD que gracia me ha hecho esta frase concretamente. Y kuernakuroshi, ya he dicho antes que muchas veces no se distinguir de si anal habla en serio o de coña, y he decidido cambiar y contestarle de un modo mas o menos serio…
2 diciembre 2009 a las 02:22 #258184mio_tony
MiembroDa igual si habla en serio o no, lo normal es responder, y ante la duda, responder en serio.
2 diciembre 2009 a las 02:26 #258187Akuroshi
MiembroYo siempre asocio su carácter al movimiento pánico, lo que me permite apreciarle
[img:1wstlbcs]http://img.src.ca/2009/10/05/480×270/091005irai-cheval-fou_8.jpg[/img:1wstlbcs]
[spoiler:1wstlbcs][i:1wstlbcs]El Movimiento Pánico es una expresión artística que pretende anunciar la locura controlada como supervivencia ante una sociedad en crisis de valores (la sociedad posmoderna). Sus autores sugieren un universo barroco, preciso, de un mundo delirante y matemático; una mezcla de contrarios: de amor y odio, tragedia y comedia, mal gusto y refinamiento estético, el sacrilegio y lo sagrado, lo individual y lo colectivo; el ritual ceremonial: en actos trascendentales de la vida; la visión onírica, y a veces cruel y satírica de la vida, la sinrazón del mundo; la repetición de las cosas, a veces se concibe el tiempo de manera circular. El objeto -escribe Arrabal- no es el de descubrir que es la confusión sino tan sólo lo que se puede decir sobre ella".[/i:1wstlbcs][/spoiler:1wstlbcs]
2 diciembre 2009 a las 02:33 #258188mio_tony
Miembro¿Y por qué no asocias del mismo modo el carácter de Gansu?
2 diciembre 2009 a las 02:36 #258190Radical Ed
Miembro[quote="mio_tony":19b8ltsz]¿Y por qué no asocias del mismo modo el carácter de Gansu?
[/quote:19b8ltsz]
La respuesta a lo bien que cae anal para mi siempre estará en esa conversación pretérita que se tuvo cuando empezó a tocar las narices por primera vez y todavía no lo teníamos calado:
[quote="Un anaitero que ya no recuerdo":19b8ltsz]Vale, el tío es un troll. Pero es [b:19b8ltsz]nuestro[/b:19b8ltsz] troll.[/quote:19b8ltsz]Anal, anaittroll certified since 1979.
2 diciembre 2009 a las 02:38 #258194mio_tony
MiembroXDDDDDDDDDDDD
Igualmente Gansu realiza un papel, todos lo sabemos, cuando le ha tocado ponerse serio ha demostrado que tonto precisamente no es. A ver si algún dia le pone ganas y entra como un forero normal y corriente (salvo que sea un clon, que por el papel que hace tampoco me extrañaría, pero, ¿tanta molestia por esas chorradas?, nadie tiene tanto tiempo libre).
2 diciembre 2009 a las 02:43 #258195J.Keel
MiembroUn "nolopilla" pal tony por favor.
2 diciembre 2009 a las 02:44 #258196copymouse
Superadministrador[quote:1dpc4hqd]Digamos que a un hombre hetero le puede atraer sexualmente un pene grande y duro, pero la atracción será meramente sexual, muchas veces por simple morbo, por envidia, por saber que esa persona tiene »poder», tiene un gran pene[/quote:1dpc4hqd]
Eso me pasa todo el tiempoA mi avatar puesto a traición me remito.
2 diciembre 2009 a las 02:45 #258197Akuroshi
MiembroPero, ¿a qué coño ha venido esa apología de gansu en este topic?
2 diciembre 2009 a las 02:48 #258198loversandbrothers
MiembroCreo que mientras gansu sea parte del universo haru, o algo de su estirpe, poco podemos hacer para entenderlo. Es su broma, y es asi. Hay que ser comprensible con la realidad de cada uno. Pero bueno, que en general esta gente son buenos humoristas. Creo que intentan llenarnos de la esencia del foro en todo su esplendor. A mi siempre me ha gustado el tema de gansu. Joder, nos metieron durante unos dias en el mismo subforo (el otro dia borrando archivos del fotoduke me acordé), es decir que parece que dentro de todo es interesante para fomentar una especie de existencia aliena al resto del foro pero que de alguna manera va surgiendo esporadicamente, como la suegra, los terroristas, y las fracturas atrasadas. El problema es que aveces se pasa de exagerado y…
2 diciembre 2009 a las 02:51 #258199copymouse
SuperadministradorCada uno tiene su papel, lo que no sé es por qué en el topic de la homosexualidad [b:y24vtji1]se me men[/b:y24vtji1]ta más a mí que a Sauron
2 diciembre 2009 a las 08:32 #258201Sturmtruppen❤Nintendo
MiembroEso es porque todos mas o menos sentimos un cierto tipo de atracción hacia ti.
2 diciembre 2009 a las 08:57 #258203sauron
Miembro[quote="loversandbrothers":18n651fb]Puede parecer absurdo, pero por preguntar que no quede[/quote:18n651fb]
Anal tio, con todo el cariño del mundo, esto es una absoluta gilipollez. Es como decir: "como puedo saber si me siento hombre o mujer"? Y tened en cuenta que para mucha gente eso no es TAN obvio.
2 diciembre 2009 a las 10:39 #258209Sturmtruppen❤Nintendo
MiembroA ver Sauron, que no le puedes decir a Anal que esa pregunta es una gilipollez y luego ponerle un ejemplo donde tu mismo dices que para algunas personas esa pregunta no es una gilipollez.
Si es que lo he entendido bien of course.
2 diciembre 2009 a las 10:42 #258210Inepto
MiembroYo me siento mujer, pero como una rubia macizorra que se excita mirandose en el espejo.
2 diciembre 2009 a las 11:33 #258215Víctor Martínez
SuperadministradorYo me siento muy jer.
2 diciembre 2009 a las 11:45 #258216No me lo puedo creer
Miembro[quote="Sturmtruppen":qnqcol6d]Si es que lo he entendido bien of course.[/quote:qnqcol6d]
Supongo que se refiere a que es algo tan personal y distinto en cada uno que es una tonteria preguntarlo, pues es algo que se tiene que descubrir de manera intima.
[spoiler:qnqcol6d]En realidad, anal, tu verdadero problema es que con algunas tias hay mucho lirili y poco lerele[/spoiler:qnqcol6d]
2 diciembre 2009 a las 14:51 #258246P@yasu
MiembroUn nolepilla por aquí, también.
Anal, si te gustan los tíos, las tías, ambas o nada (que también hay casos) es una sensación interna. Desde mi punto de vista, el único consejo que se te puede dar es que te desinhibas. Pero no a lo mariposón, sino en tu interior, en tu manera de pensar.
Y luego, ten en cuenta que los gustos son cambiantes, también en cuanto a sexo.
2 diciembre 2009 a las 15:18 #258256Satellite of Love
MiembroSólo una cosa: lo que a uno le gusta que le hagan o le gusta hacer no tiene nada que ver con el género. Y si mucho me apuras ni siquiera tiene que ver con quién quieres hacerlo. A tomar todos por el culo!
Recomiendo por instructiva y divertida a partes iguales la lectura del Manifiesto Contra-sexual de Beatriz Preciado. Si doy con un pdf os lo paso.
2 diciembre 2009 a las 15:21 #258259Happy Cat
MiembroPues yo digo: Who really cares? ¿Qué no te gusta nadie? pues bien por ti. ¿Qué te enamoras de un tío? pues bien por ti. ¿Qué luego te tiras a su novia? Pues mejor. Comprendo la necesidad social de un grupo homosexual como representantes de una parte de la población que puede tener/tiene discriminaciones, pero no entiendo la necesidad individual de pertenecer a un solo grupo.
2 diciembre 2009 a las 15:37 #258260Satellite of Love
MiembroVenga va, os dejo con Beatriz Preciado dando la chapa, en spoiler, por supuesto:
[spoiler:qlm4y76y]BASURA Y GÉNERO. MEAR/CAGAR. MASCULINO/FEMENINO
Por Beatriz Preciado
Más acá de las fronteras nacionales, miles de fronteras de género, difusas y
tentaculares, segmentan cada metro cuadrado del espacio que nos rodea. Allí
donde la arquitectura parece simplemente ponerse al servicio de las necesidades
naturales más básicas (dormir, comer, cagar, mear..) sus puertas y ventanas,
sus muros y aberturas, regulando el acceso y la mirada, operan silenciosamente
como la más discreta y efectiva de las "tecnologías de género."(1)
Así, por ejemplo, los retretes públicos, instituciones burguesas generalizadas
en las ciudades europeas a partir del siglo XIX, pensados primero como
espacios de gestión de la basura corporal en los espacios urbanos (2) , van a
convertirse progresivamente en cabinas de vigilancia del género. No es casual
que la nueva disciplina fecal impuesta por la naciente burguesía a finales del
siglo XIX sea contemporánea del establecimiento de nuevos códigos
conyugales y domésticos que exigen la redefinición espacial de los géneros y
que serán cómplices de la normalización de la heterosexualidad y la
patologización de la homosexualidad. En el siglo XX, los retretes se vuelven
auténticas células públicas de inspección en las que se evalúa la adecuación
de cada cuerpo con los códigos vigentes de la masculinidad y la feminidad.
En la puerta de cada retrete, como único signo, una interpelación de
género: masculino o femenino, damas o caballeros, sombrero o pamela,
bigote o florecilla, como si hubiera que entrar al baño a rehacerse el género
más que ha deshacerse de la orina y de la mierda. No se nos pregunta si vamos
a cagar o a mear, si tenemos o no diarrea, nadie se interesa ni por el color ni
por la talla de la mierda. Lo único que importa es el GÉNERO.
Tomemos, por ejemplo, los baños del aeropuerto George Pompidou de Paris,
sumidero de desechos orgánicos internacionales en medio de un circuito de
flujos de globalización del capital. Entremos en los baños de señoras. Una ley no
escrita autoriza a las visitantes casuales del retrete a inspeccionar el género de
cada nuevo cuerpo que decide cruzar el umbral. Una pequeña multitud de
mujeres femeninas, que a menudo comparten uno o varios espejos y
lavamanos, actúan como inspectoras anónimas del género femenino controlando
el acceso de los nuevos visitantes a varios compartimentos privados en cada
uno de los cuales se esconde, entre decoro e inmundicia, un inodoro. Aquí, el
control público de la feminidad heterosexual se ejerce primero mediante la
mirada, y sólo en caso de duda mediante la palabra. Cualquier ambigüedad de
género (pelo excesivamente corto, falta maquillaje, una pelusilla que sombrea
en forma de bigote, paso demasiado afirmativo ) exigirá un interrogatorio del
usuario potencial que se verá obligado a justificar la coherencia de su elección
de retrete: "Eh, usted. Se ha equivocado de baño, los de caballeros están a la
derecha." Un cúmulo de signos del género del otro baño exigirá
irremediablemente el abandono del espacio mono-género so pena de sanción
verbal o física. En último término, siempre es posible alertar a la autoridad
pública (a menudo una representación masculina del gobierno estatal) para
desalojar el cuerpo tránsfugo (poco importa que se trate de un hombre o de
una mujer masculina).
Si, superando este examen del género, logramos acceder a una de las cabinas,
nos encontraremos entonces en una habitación de 1×1,50 m2 que intenta
reproducir en miniatura la privacidad de un váter doméstico. La feminidad se
produce precisamente por la sustracción de toda función fisiológica de la
mirada pública. Sin embargo, la cabina proporciona una privacidad únicamente
visual. Es así como la domesticidad extiende sus tentáculos y penetra el espacio
público. Como hace notar Judith Halberstam "el baño es una representación, o
una parodia, del orden doméstico fuera de la casa, en el mundo exterior" (3).
Cada cuerpo encerrado en una cápsula evacuatoria de paredes opacas que lo
protegen de mostrar su cuerpo en desnudez, de exponer a la vista pública la
forma y el color de sus deyecciones, comparte sin embargo el sonido de los
chorros de lluvia dorada y el olor de las mierdas que se deslizan en los
sanitarios contiguos. Libre. Ocupado. Una vez cerrada la puerta, un inodoro
blanco de entre 40 y 50 centímetros de alto, como si se tratara de un taburete de
cerámica perforado que conecta nuestro cuerpo defecante a una invisible
cloaca universal (en la que se mezclan los desechos de señoras y caballeros),
nos invita a sentarnos tanto para cagar como para mear. El váter femenino
reúne así dos funciones diferenciadas tanto por su consistencia (sólido/líquido),
como por su punto anatómico de evacuación (conducto urinario/ano), bajo una
misma postura y un mismo gesto: femenino=sentado. Al salir de la cabina
reservada a la excreción, el espejo, reverberación del ojo público, invita al
retoque de la imagen femenina bajo la mirada reguladora de otras mujeres.
Crucemos el pasillo y vayamos ahora al baño de caballeros. Clavados a la
pared, a una altura de entre 80 y 90 centímetros del suelo, uno o varios urinarios
se agrupan en un espacio, a menudo destinado igualmente a los lavabos,
accesible a la mirada pública. Dentro de este espacio, una pieza cerrada,
separada categóricamente de la mirada pública por una puerta con cerrojo, da
acceso a un inodoro semejante al que amuebla los baños de señoras. A partir
de principios del siglo XX, la única ley arquitectónica común a toda
construcción de baños de caballeros es esta separación de funciones: mear-de
pie-urinario/cagar-sentado-inodoro. Dicho de otro modo, la producción eficaz de
la masculinidad heterosexual depende de la separación imperativa de
genitalidad y analidad. Podríamos pensar que la arquitectura construye barreras
cuasi naturales respondiendo a una diferencia esencial de funciones entre
hombres y mujeres. En realidad, la arquitectura funciona como una verdadera
prótesis de género que produce y fija las diferencias entre tales funciones
biológicas. El urinario, como una protuberancia arquitectónica que crece desde
la pared y se ajusta al cuerpo, actúa como una prótesis de la masculinidad
facilitando la postura vertical para mear sin recibir salpicaduras. Mear de pie
públicamente es una de las performances constitutivas de la masculinidad
heterosexual moderna. De este modo, el discreto urinario no es tanto un
instrumento de higiene como una tecnología de género que participa a la
producción de la masculinidad en el espacio público. Por ello, los urinarios no
están enclaustrados en cabinas opacas, sino en espacios abiertos a la mirada
colectiva, puesto que mear-de-pie-entre-tíos es una actividad cultural que
genera vínculos de sociabilidad compartidos por todos aquellos, que al hacerlo
públicamente, son reconocidos como hombres.
Dos lógicas opuestas dominan los baños de señoras y caballeros. Mientras el
baño de señoras es la reproducción de un espacio doméstico en medio del
espacio público, los baños de caballeros son un pliegue del espacio público en
el que se intensifican las leyes de visibilidad y posición erecta que
tradicionalmente definían el espacio público como espacio de masculinidad.
Mientras el baño de señoras opera como un mini-panópticon en el que las
mujeres vigilan colectivamente su grado de feminidad heterosexual en el que
todo avance sexual resulta una agresión masculina, el baño de caballeros
aparece como un terreno propicio para la experimentación sexual. En nuestro
paisaje urbano, el baño de caballeros, resto cuasi-arqueológico de una época
de masculinismo mítico en el que el espacio público era privilegio de los
hombres, resulta ser, junto con los clubes automovilísticos, deportivos o de caza,
y ciertos burdeles, uno de los reductos públicos en el que los hombres pueden
librarse a juegos de complicidad sexual bajo la apariencia de rituales de
masculinidad.
Pero precisamente porque los baños son escenarios normativos de producción
de la masculinidad, pueden funcionar también como un teatro de ansiedad
heterosexual. En este contexto, la división espacial de funciones genitales y
anales protege contra una posible tentación homosexual, o más bien la condena
al ámbito de la privacidad. A diferencia del urinario, en los baños de caballeros,
el inodoro, símbolo de feminidad abjecta/sentada, preserva los momentos de
defecación de sólidos (momentos de apertura anal) de la mirada pública. Como
sugiere Lee Edelman (4), el ano masculino, orificio potencialmente abierto a la
penetración, debe abrirse solamente en espacios cerrados y protegidos de la
mirada de otros hombres, porque de otro modo podría suscitar una invitación
homosexual.
No vamos a los baños a evacuar sino a hacer nuestras necesidades de género.
No vamos a mear sino a reafirmar los códigos de la masculinidad y la feminidad
en el espacio público. Por eso, escapar al régimen de género de los baños
públicos es desafiar la segregación sexual que la moderna arquitectura urinaria
nos impone desde hace al menos dos siglos,: público/privado, visible/invisible,
decente/obsceno, hombre/mujer, pene/vagina, de-pie/sentado, ocupado/libre
Una arquitectura que fabrica los géneros mientras, bajo pretexto de higiene
pública, dice ocuparse simplemente de la gestión de nuestras basuras
orgánicas. BASURA>GÉNERO. Infalible economía productiva que transforma la
basura en género. No nos engañemos: en la máquina capital-heterosexual no se
desperdicia nada. Al contrario, cada momento de expulsión de un desecho
orgánico sirve como ocasión para reproducir el género. Las inofensivas
máquinas que comen nuestra mierda son en realidad normativas prótesis de
género.
(1). Utilizo aquí la expresión de Teresa De Lauretis para
definir el conjunto de instituciones y técnicas, desde el cine
hasta el derecho pasando por los baños públicos, que
producen la verdad de la masculinidad y la feminidad.
Ver: Teresa De Lauretis, Technologies of Gender,
Bloomington, Indiana University Press, 1989.
(2).Ver: Dominique Laporte, Histoire de la Merde,
Christian Bourgois Éditeur, Paris, 1978; y Alain Corbin, Le
Miasme et la Jonquille, Flammarion, Paris, 1982.
(3). Judith Halberstam, "Techno-homo: on bathrooms,
butches, and sex with furniture," in Jenifer Terry and
Melodie Calvert Eds., Processed Lives. Gender and
Technology in the Everyday Life, Routledge, London and
New York, 1997, p.185.
(4). Ver: Lee Edelman, "Men's Room" en Joel Sanders, Ed.
Stud. Architectures of Masculinity, New York, Princeton
Architectural Press, 1996, pp.152-161.[/spoiler:qlm4y76y]
2 diciembre 2009 a las 15:56 #258263AnónimoInactivoHola
2 diciembre 2009 a las 16:40 #258275basilisk
MiembroA ver, ¿te ha interesado algún hombre? y no me refiero sexualmente. Si es así, debes ver que sientes cuando estas a su lado, que tipo de emociones, ideas, hasta juegos te imaginas, pero que eso no salga de ti, tu te estas evaluando. Y relacionarlo con lo que sientes con una mujer, saber si son iguales los sentimientos o las emociones.
2 diciembre 2009 a las 17:11 #258276AnónimoInactivoPara saber si eres gay de verdad hay que ir a las fiestas del orgullo como van mis amigas.
[img:2kw36k4j]http://personal.telefonica.terra.es/web/laredo/anait/wally.jpg[/img:2kw36k4j]2 diciembre 2009 a las 17:14 #258277Deus Ex Machina
Miembro[quote="Ildefonso Cerdá Suñer":1ck0rvxy]Para saber si eres gay de verdad hay que ir a las fiestas del orgullo como van mis amigas.
[img:1ck0rvxy]http://personal.telefonica.terra.es/web/laredo/anait/wally.jpg[/img:1ck0rvxy][/quote:1ck0rvxy]
OMGÉClon is a winner guy!
[spoiler:1ck0rvxy]veo que, al igual que su padre, no aprenden la lección
[/spoiler:1ck0rvxy]
2 diciembre 2009 a las 17:17 #258278Harukiya
MiembroOh my! Estaba intentando decidir si las hitearía o no cuando me he dado cuenta de quien son!!
2 diciembre 2009 a las 17:26 #258279Long Drong
Miembrola del sombrero parece la única no? aunque el morbo del poder… ¿poder?
2 diciembre 2009 a las 18:11 #258287Shinomune
Miembro[quote="Haru":3nt4qgg5]Oh my! Estaba intentando decidir si las hitearía o no cuando me he dado cuenta de quien son!!
[/quote:3nt4qgg5]
This
2 diciembre 2009 a las 18:18 #258288copymouse
Superadministrador[quote:1xxtw4mi]veo que, al igual que su padre, no aprenden la lección[/quote:1xxtw4mi]
¿Y cuál es la lección? ¿No salir en fotos?Su padre es el presidente, no ellas, ellas no tienen que hacer la vida de su padre.
Ellas pueden hacer lo que quieran, y si luego se relaciona su forma de actuar con Zapatero, que así sea, es la realidad, son sus hijas, pero no por ello deben permanecer ocultas en un trastero para no ennegrecer su imagen.
Ah, que siempre pedís sinceridad y cuando se os muestra la realidad decís, joder, ¡ocultadla, ocultadla!
"Las hijas de Zapatero deberían permanecer ocultas, porque son feas." Cuando la mitad de la juventud es como ellas. Sois despreciables si el único motivo por el que arremetéis contra ellas es su "aspecto", dice bastante de lo bastardos que sois. Igual que en el cole oye, reírse de los gordos y los feos, veo que habéis progresado un huevo.
Yo no he visto que hicieran nada malo, además de salir en dos fotos demostrando ninguna actitud deplorable a la altura de la vuestra. Y se las critica igualmente. Porque son feas. Y luego la culpa del país que tenéis es de Zapatero…
Si ya.
2 diciembre 2009 a las 18:27 #258290Harukiya
Miembro[quote:2psnmpa5]Su padre es el presidente, no ellas, ellas no tienen que hacer la vida de su padre.[/quote:2psnmpa5]
Pero esque se las critica por hacer la vida de su padre vestidas de góticas, es decir: ir a hacerse fotos con Obama a la casa blanca.
En que quedamos? Que tienen que hacer la vida de supadre o que no?
2 diciembre 2009 a las 18:31 #258292copymouse
SuperadministradorSon fotos familiares, que seas familia de un actor y vayas a ver su premiere no significa que tengas que demostrar nada como se espera de ellos.
Que seas familia de un violador no significa que tengas que registrarte como "familiar de delincuente sexual".
Acompañar a alguien no es hacer su vida. Ellas no son líderes de ningún sitio, son adolescentes, que salgan donde quieran y se vistan como les salga del nabo.
O ahora resulta que todas las excusas son buenas para saltarse clase MENOS ESTA. No, qué hipocritud. De jóvenes si os hubieran propuesto viajar a EEUU y haceros una foto con un presidente lo habríais hecho. Haber visitado la Casa Blanca para MUCHOS es más importante que faltar 3 o 4 días a un instituto lleno de calorros y maleantes, prejuiciosos y futuros violadores.
2 diciembre 2009 a las 18:40 #258293Harukiya
MiembroNo es una foto familiar, es una foto de estado igual a todas las que se hace Obama con los dirigentes mundiales.
Y a mí no me vengas con demagogias que tengo la exclusividad.
2 diciembre 2009 a las 18:48 #258294mio_tony
MiembroQue no Gansu, coño, que no puedes ir de invitado a la WH disfrazado de Némesis, que una cosa es la sagrada libertad de vestir como a uno le salga del bullarengue, y otra pasarse por el mismo bullarengue los protocolos, la etiqueta y la formalidad que exigen ciertos eventos.
¿Por qué cojones han colgado una foto con las 2 pavas estas?, ya la hemos liado.
2 diciembre 2009 a las 18:50 #258295Harukiya
MiembroEh oye, que ni Ganzo ni yo te hemos hecho nada.
2 diciembre 2009 a las 19:07 #258298copymouse
SuperadministradorTenían todo el derecho a estar ahí, ni ellas ni Zapatero se saltaron ninguna "norma" al incluir su familia en la foto, y si veis su aparición como "patética" es porque consideráis que ser feo en este mundo es patético. Es el único defecto del que pecan en las fotos. Las hijas adolescentes de un gobernante se deben vestir como las hijas adolescentes de un gobernante, no como señoras grandes o como putas. Fueron con un color acorde, y cubriéndose casi todo el cuerpo. ¿Qué más hace falta?
Claro, les faltó ser guapas y ocultar los kilitos de más que abultaban los vestidos. Si hubieran ido de góticas con cuerpazos no habrían habido fotomontajes y cada vez que se hablara de ellas serían "las diablitas por las que vendería mi alma".
2 diciembre 2009 a las 19:09 #258299Deus Ex Machina
MiembroLo siento Ganso yo no alimento trolls. Vete a buscar tu sustento con otro internauta.
Si no sabes pillar una broma que se quedará en privado no es mi problema.
2 diciembre 2009 a las 19:15 #258301copymouse
SuperadministradorEra una broma de mierda, por cierto. Por eso fui el único en citarla.
2 diciembre 2009 a las 19:22 #258305Deus Ex Machina
Miembro[quote="Sangu":3vzdea2i]Era una broma de mierda, por cierto. Por eso fui el único en citarla.[/quote:3vzdea2i]
[i:3vzdea2i]Touché![/i:3vzdea2i] Eres el mejor Ganso.
2 diciembre 2009 a las 19:31 #258309copymouse
Superadministrador:____________________________________________________)
2 diciembre 2009 a las 20:41 #258326basilisk
MiembroHey! que la cosa va que anal quiere se gay.
2 diciembre 2009 a las 20:49 #258327Shinomune
Miembro[quote="basilisk":1y0klaz1]Hey! que la cosa va que [b:1y0klaz1]anal[/b:1y0klaz1] quiere se [b:1y0klaz1]gay[/b:1y0klaz1].[/quote:1y0klaz1]
No [b:1y0klaz1]shit[/b:1y0klaz1] Sherlock
2 diciembre 2009 a las 21:25 #258336MrMiyagi
Miembrohehe, el tío cuelga la foto y luego blablablá.
2 diciembre 2009 a las 21:26 #258337Jorge Fuentes
Participante[quote="amoricilin":2doga63v]Venga va, os dejo con Beatriz Preciado dando la chapa, en spoiler, por supuesto:
[spoiler:2doga63v]BASURA Y GÉNERO. MEAR/CAGAR. MASCULINO/FEMENINO
Por Beatriz Preciado
Más acá de las fronteras nacionales, miles de fronteras de género, difusas y
tentaculares, segmentan cada metro cuadrado del espacio que nos rodea. Allí
donde la arquitectura parece simplemente ponerse al servicio de las necesidades
naturales más básicas (dormir, comer, cagar, mear..) sus puertas y ventanas,
sus muros y aberturas, regulando el acceso y la mirada, operan silenciosamente
como la más discreta y efectiva de las "tecnologías de género."(1)
Así, por ejemplo, los retretes públicos, instituciones burguesas generalizadas
en las ciudades europeas a partir del siglo XIX, pensados primero como
espacios de gestión de la basura corporal en los espacios urbanos (2) , van a
convertirse progresivamente en cabinas de vigilancia del género. No es casual
que la nueva disciplina fecal impuesta por la naciente burguesía a finales del
siglo XIX sea contemporánea del establecimiento de nuevos códigos
conyugales y domésticos que exigen la redefinición espacial de los géneros y
que serán cómplices de la normalización de la heterosexualidad y la
patologización de la homosexualidad. En el siglo XX, los retretes se vuelven
auténticas células públicas de inspección en las que se evalúa la adecuación
de cada cuerpo con los códigos vigentes de la masculinidad y la feminidad.
En la puerta de cada retrete, como único signo, una interpelación de
género: masculino o femenino, damas o caballeros, sombrero o pamela,
bigote o florecilla, como si hubiera que entrar al baño a rehacerse el género
más que ha deshacerse de la orina y de la mierda. No se nos pregunta si vamos
a cagar o a mear, si tenemos o no diarrea, nadie se interesa ni por el color ni
por la talla de la mierda. Lo único que importa es el GÉNERO.
Tomemos, por ejemplo, los baños del aeropuerto George Pompidou de Paris,
sumidero de desechos orgánicos internacionales en medio de un circuito de
flujos de globalización del capital. Entremos en los baños de señoras. Una ley no
escrita autoriza a las visitantes casuales del retrete a inspeccionar el género de
cada nuevo cuerpo que decide cruzar el umbral. Una pequeña multitud de
mujeres femeninas, que a menudo comparten uno o varios espejos y
lavamanos, actúan como inspectoras anónimas del género femenino controlando
el acceso de los nuevos visitantes a varios compartimentos privados en cada
uno de los cuales se esconde, entre decoro e inmundicia, un inodoro. Aquí, el
control público de la feminidad heterosexual se ejerce primero mediante la
mirada, y sólo en caso de duda mediante la palabra. Cualquier ambigüedad de
género (pelo excesivamente corto, falta maquillaje, una pelusilla que sombrea
en forma de bigote, paso demasiado afirmativo ) exigirá un interrogatorio del
usuario potencial que se verá obligado a justificar la coherencia de su elección
de retrete: "Eh, usted. Se ha equivocado de baño, los de caballeros están a la
derecha." Un cúmulo de signos del género del otro baño exigirá
irremediablemente el abandono del espacio mono-género so pena de sanción
verbal o física. En último término, siempre es posible alertar a la autoridad
pública (a menudo una representación masculina del gobierno estatal) para
desalojar el cuerpo tránsfugo (poco importa que se trate de un hombre o de
una mujer masculina).
Si, superando este examen del género, logramos acceder a una de las cabinas,
nos encontraremos entonces en una habitación de 1×1,50 m2 que intenta
reproducir en miniatura la privacidad de un váter doméstico. La feminidad se
produce precisamente por la sustracción de toda función fisiológica de la
mirada pública. Sin embargo, la cabina proporciona una privacidad únicamente
visual. Es así como la domesticidad extiende sus tentáculos y penetra el espacio
público. Como hace notar Judith Halberstam "el baño es una representación, o
una parodia, del orden doméstico fuera de la casa, en el mundo exterior" (3).
Cada cuerpo encerrado en una cápsula evacuatoria de paredes opacas que lo
protegen de mostrar su cuerpo en desnudez, de exponer a la vista pública la
forma y el color de sus deyecciones, comparte sin embargo el sonido de los
chorros de lluvia dorada y el olor de las mierdas que se deslizan en los
sanitarios contiguos. Libre. Ocupado. Una vez cerrada la puerta, un inodoro
blanco de entre 40 y 50 centímetros de alto, como si se tratara de un taburete de
cerámica perforado que conecta nuestro cuerpo defecante a una invisible
cloaca universal (en la que se mezclan los desechos de señoras y caballeros),
nos invita a sentarnos tanto para cagar como para mear. El váter femenino
reúne así dos funciones diferenciadas tanto por su consistencia (sólido/líquido),
como por su punto anatómico de evacuación (conducto urinario/ano), bajo una
misma postura y un mismo gesto: femenino=sentado. Al salir de la cabina
reservada a la excreción, el espejo, reverberación del ojo público, invita al
retoque de la imagen femenina bajo la mirada reguladora de otras mujeres.
Crucemos el pasillo y vayamos ahora al baño de caballeros. Clavados a la
pared, a una altura de entre 80 y 90 centímetros del suelo, uno o varios urinarios
se agrupan en un espacio, a menudo destinado igualmente a los lavabos,
accesible a la mirada pública. Dentro de este espacio, una pieza cerrada,
separada categóricamente de la mirada pública por una puerta con cerrojo, da
acceso a un inodoro semejante al que amuebla los baños de señoras. A partir
de principios del siglo XX, la única ley arquitectónica común a toda
construcción de baños de caballeros es esta separación de funciones: mear-de
pie-urinario/cagar-sentado-inodoro. Dicho de otro modo, la producción eficaz de
la masculinidad heterosexual depende de la separación imperativa de
genitalidad y analidad. Podríamos pensar que la arquitectura construye barreras
cuasi naturales respondiendo a una diferencia esencial de funciones entre
hombres y mujeres. En realidad, la arquitectura funciona como una verdadera
prótesis de género que produce y fija las diferencias entre tales funciones
biológicas. El urinario, como una protuberancia arquitectónica que crece desde
la pared y se ajusta al cuerpo, actúa como una prótesis de la masculinidad
facilitando la postura vertical para mear sin recibir salpicaduras. Mear de pie
públicamente es una de las performances constitutivas de la masculinidad
heterosexual moderna. De este modo, el discreto urinario no es tanto un
instrumento de higiene como una tecnología de género que participa a la
producción de la masculinidad en el espacio público. Por ello, los urinarios no
están enclaustrados en cabinas opacas, sino en espacios abiertos a la mirada
colectiva, puesto que mear-de-pie-entre-tíos es una actividad cultural que
genera vínculos de sociabilidad compartidos por todos aquellos, que al hacerlo
públicamente, son reconocidos como hombres.
Dos lógicas opuestas dominan los baños de señoras y caballeros. Mientras el
baño de señoras es la reproducción de un espacio doméstico en medio del
espacio público, los baños de caballeros son un pliegue del espacio público en
el que se intensifican las leyes de visibilidad y posición erecta que
tradicionalmente definían el espacio público como espacio de masculinidad.
Mientras el baño de señoras opera como un mini-panópticon en el que las
mujeres vigilan colectivamente su grado de feminidad heterosexual en el que
todo avance sexual resulta una agresión masculina, el baño de caballeros
aparece como un terreno propicio para la experimentación sexual. En nuestro
paisaje urbano, el baño de caballeros, resto cuasi-arqueológico de una época
de masculinismo mítico en el que el espacio público era privilegio de los
hombres, resulta ser, junto con los clubes automovilísticos, deportivos o de caza,
y ciertos burdeles, uno de los reductos públicos en el que los hombres pueden
librarse a juegos de complicidad sexual bajo la apariencia de rituales de
masculinidad.
Pero precisamente porque los baños son escenarios normativos de producción
de la masculinidad, pueden funcionar también como un teatro de ansiedad
heterosexual. En este contexto, la división espacial de funciones genitales y
anales protege contra una posible tentación homosexual, o más bien la condena
al ámbito de la privacidad. A diferencia del urinario, en los baños de caballeros,
el inodoro, símbolo de feminidad abjecta/sentada, preserva los momentos de
defecación de sólidos (momentos de apertura anal) de la mirada pública. Como
sugiere Lee Edelman (4), el ano masculino, orificio potencialmente abierto a la
penetración, debe abrirse solamente en espacios cerrados y protegidos de la
mirada de otros hombres, porque de otro modo podría suscitar una invitación
homosexual.
No vamos a los baños a evacuar sino a hacer nuestras necesidades de género.
No vamos a mear sino a reafirmar los códigos de la masculinidad y la feminidad
en el espacio público. Por eso, escapar al régimen de género de los baños
públicos es desafiar la segregación sexual que la moderna arquitectura urinaria
nos impone desde hace al menos dos siglos,: público/privado, visible/invisible,
decente/obsceno, hombre/mujer, pene/vagina, de-pie/sentado, ocupado/libre
Una arquitectura que fabrica los géneros mientras, bajo pretexto de higiene
pública, dice ocuparse simplemente de la gestión de nuestras basuras
orgánicas. BASURA>GÉNERO. Infalible economía productiva que transforma la
basura en género. No nos engañemos: en la máquina capital-heterosexual no se
desperdicia nada. Al contrario, cada momento de expulsión de un desecho
orgánico sirve como ocasión para reproducir el género. Las inofensivas
máquinas que comen nuestra mierda son en realidad normativas prótesis de
género.
(1). Utilizo aquí la expresión de Teresa De Lauretis para
definir el conjunto de instituciones y técnicas, desde el cine
hasta el derecho pasando por los baños públicos, que
producen la verdad de la masculinidad y la feminidad.
Ver: Teresa De Lauretis, Technologies of Gender,
Bloomington, Indiana University Press, 1989.
(2).Ver: Dominique Laporte, Histoire de la Merde,
Christian Bourgois Éditeur, Paris, 1978; y Alain Corbin, Le
Miasme et la Jonquille, Flammarion, Paris, 1982.
(3). Judith Halberstam, "Techno-homo: on bathrooms,
butches, and sex with furniture," in Jenifer Terry and
Melodie Calvert Eds., Processed Lives. Gender and
Technology in the Everyday Life, Routledge, London and
New York, 1997, p.185.
(4). Ver: Lee Edelman, "Men's Room" en Joel Sanders, Ed.
Stud. Architectures of Masculinity, New York, Princeton
Architectural Press, 1996, pp.152-161.[/spoiler:2doga63v][/quote:2doga63v]
Suscribo lo dicho por aspi. Beatriz Preciado es una crack.
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Puede parecer absurdo, pero por preguntar que no quede