alcohol, antidepresivos y arte gráfico

Transmigration: la bajona no perdona

El proceso de desarrollo de Transmigration: Into Darkness Peering no parece el habitual. Tres de los empleados de Transhuman Design, un estudio de Varsovia que trabajó en juegos multijugador como Soldat o King Arthur’s Gold y que tiene un lado desconocido y extraño —«Hace unos años estuvimos trabajando en un juego sobre un mimo cantante», dice el jefe, Michał Marcinkowski—, están trabajando juntos sin tener una concepción del todo clara sobre lo que va a salir de todo esto. Los tres se consideran unos tipos raros y están poniendo sobre la mesa algunas ideas retorcidas. Tienen algunos puntos en común: un juego para un solo jugador, muy ambiental y totalmente enfocado a la historia, que trate temas como la depresión y la amistad, donde haya sueños extraños y humor negro y lluvia, mucha lluvia. La primera imagen que parieron ha servido como punto de partida para ir haciendo crecer el resto: un tipo con mala cara, sentado en una silla de ruedas, frente a una máquina de escribir. Transmigration va camino de ser una obra de arte
Joseph es un tipo no muy alegre a quien le gusta añadir un poco de vino mágico a su realidad. Y es que a veces su existencia de nueve a cinco es un poco difícil de soportar para un «podría haber sido». Además tiene problemas para dormir… y para superar el pasado. Hay días en los que Joseph considera la posibilidad de visitar esa Clínica de Transmigración que han abierto cerca… Y si lo hace, quizá tendrá la oportunidad de intentarlo otra vez.
La sinopsis es vaga y borrosa, pero deja caer datos que ayudan a hacerse un boceto mental de qué dirección está tomando el asunto, pero lo que de verdad atrapa al espectador son las capturas a modo de teaser, e incluso el misterioso microvídeo que colgaron en Vine el pasado diciembre —en él figura el texto «Los pájaros rojos saldrán volando del váter y destruirán el País Munchkin de un solo bocado», seguido de la palabra «profundo» y la nota «Deja de arañar las paredes, no puedo dormir»; parece claro que la enfermedad mental tendrá un papel importante—, donde dan a entender que podría tratarse de una aventura en scroll latera y demuestran que el verdadero motor de su proyecto es su apartado visual, su artwork y sus diseños. La fuerza de su estética es tan brutal y expresiva que lleva ella sola el peso de la inspiración, haciendo brotar ideas para la historia y para otras imágenes. Solo hace falta ver la cabecera de su web para comprobar el tremendo talento de su artista gráfico, Mateusz Drabik. Habrá que esperar a ver en qué desemboca exactamente esta deriva creativa. Está claro que no será ninguna fiesta: antidepresivos, alcohol, alucinaciones, sillas de ruedas y mucha lluvia parecen elementos para fraguar un ambientación gris, triste y patética, algo que en el cine y la literatura se ha explorado a menudo y que los videojuegos solo han empezado a soslayar. La clave en ese sentido la da su director y PR, Maciej Górny: «Transmigration nace de la necesidad de hacer algo distinto y muy personal, y de tratar de inspirar a otros para llevar el medio y paso más allá. Lo consigamos o no, nos gustaría intentarlo.»
Redactor
  1. Koldo Gutiérrez

    Qué delicia, espero que salga bien.

    Me choca que habiendo empezado a publicar cosas en diciembre y la buena pinta que tiene, no lo hayamos descubierto hasta ahora.

  2. uroboros

    Este tipo de proyectos acercan el videojuego, mas si cabe, a una forma de arte

  3. Yipee

    A ver qué sale de esto, pero yo he venido a decir que Soldat era lo puto mejor y estuve enganchadísimo durante la hostia de tiempo.

  4. Dilerion Games

    Tiene ese toque perturbador que me hace recordar un poco a The Cat Lady.