Sharkmob, el nuevo estudio del ex CEO de Massive, trabaja en un multijugador basado en un «clásico de culto»

Un grupo de veteranos de la industria del videojuego, entre ellos Fredrik Rundqvist, antiguo CEO de Massive Entertainment, ha formado el estudio Sharkmob, con sede en Malmö. Su primer proyecto está basado en un «clásico de culto» que todavía no se ha desvelado; sí se sabe que será multijugador y que se publicará en PC y, más adelante, consolas.

«No nos interesa realmente hacer juegos para un jugador más tradicionales», explica Rundqvist sobre esta nueva aventura. «Lo que jugamos en privado, el tipo de juegos que nos encantan, son muy sociales, muy competitivos, siempre multijugador. Cuantos más, mejor».

El foco en lo multijugador no funcionaría sin «la IP correcta, la ambientación adecuada, la fantasía apropiada para que la gente se emocione con las mecánicas que ofrecemos», dice Rundqvist. «Imagino que eso también da una pista de qué tipo de juego estamos haciendo». A no ser que se refiera al shooter multijugador basado en Los hombres de Paco que llevamos pidiendo tantos años, yo no entiendo la pista.

Para trabajar en estos juegos multijugador Rundqvist se ha juntado con un buen puñado de gente con la que trabajó en The Division. En Sharkmob están Anders Holmquist, director técnico del motor Snowdrop, Martin Hultberg, director de IP, Petter Mannerfelt, productor, director y director técnico, y Rodrigo Cortes, director de arte. Rundqvist describe como «inusual» la fundación del estudio: «tenemos a cinco tíos que han hecho juegos juntos durante diez o doce años, que dejan juntos [su anterior trabajo] para hacer algo nuevo».

«Estábamos más seguros trabajando juntos otra vez que de lo que podíamos estarlo si nos fuéramos cada uno por su lado», sigue. «Si coges a los cinco, creo que no es exagerado decir que cubrimos todo el espectro de lo que hace falta saber para fundar una compañía, empezar un estudio, hacer un juego, crear una IP, saber de tecnología, dirección de arte, de juegos, todo eso».

Anders Holmquist, por su parte, explica que una de sus motivaciones para apostar por Sharkmob fue «acercarme de nuevo a los juegos», volver a vivir el desarrollo en las distancias cortas después de unos años formando parte de proyectos con decenas o cientos de personas. «Llegas a esos proyectos enormes y te alejas tanto del juego que en realidad ya no estás haciendo un juego», reconoce. «Estás haciendo un proyecto. Creo que para mí era importante ponerme manos a la obra de nuevo, hacer un juego, y no solo un proyecto hipotético».

Para seguir de cerca lo que haga Sharkmob el propio estudio remite a su página web, recién estrenada.