Entre el asco y el amor

Push Me Pull You: amistad, wrestling e imágenes perturbadoras

Push Me Pull You: amistad, wrestling e imágenes perturbadoras
Se define a sí mismo como «un juego de wrestling sobre la amistad», pero Push Me Pull You es algo más que eso. Es… incómodo. La idea de su mecánica es simple y bastante original: equipos de dos jugadores representan los dos extremos de lo que parece una aberración humanoide, una suerte de hermanos siameses unidos por su eje, como los dos extremos de un gusano. Cada equipo debe coordinarse para mantener la pelota en su zona y cuanto más tiempo lo haga más cerca estará de ganar. Es una mezcla de lucha grecorromana, sumo y, yo qué sé, voleibol. Se ve más claro en este gameplay de la alpha que han publicado los zagales de House House, el pequeño estudio indie de Melbourne que lo desarrolla.
Push Me Pull You: amistad, wrestling e imágenes perturbadorasLo que llama la atención de Push Me Pull You, eso sí, no es tanto su mecánica de juego como su voluntad de violentarnos de algún modo. Cuando los extremos de sus gusanos son señores calvos de mediana edad unido por el pubis a una niña con coletas hay algo en nuestra cabecita que chirría, algo relacionado con el humor negro, los chistes machistas y las escenas sexuales de South Park. Es competitivo, es cooperativo y en cierta forma extraña es comedia. Los que hayan visto la brillante Society de Brian Yuzna quizá vean reminiscencias en este juego, aunque lo cierto es que en la práctica Push Me, Pull You es (o finge ser) del todo inocente, y con su tono de deporte ficticio simplificado parece no saber nada de las pesadillescas evocaciones pseudosexuales que le asoman a uno por la cabeza. Da la sensación de que se desmarca de su propia perversión y nos deja solos con nuestras imaginaciones calenturientas, como cuando estás en una fiesta y dices muy alto algún taco justo en las décimas de segundo en que todos se callan. Eso sí, sus creadores saben perfectamente por dónde pisan:
Push Me Pull You: amistad, wrestling e imágenes perturbadoras
Nos dimos cuenta bastante pronto de que queríamos hacer un juego deportivo. Nos pasamos la mayor parte del año jugando al seminal Sportsfriends una y otra vez, y estuvimos hablando mucho sobre cómo parecía liderar un género emergente: juego multijugador local que no tenían por objetivo simular un deporte real, pero aún así fraguarse a base de tomar las cualidades formales del deporte contemporáneo. También sabíamos que queríamos hacer algo divertido, que es lo que probablemente nos llevó a la inclusión de ¿carnosos monstruos tubulares humanoides? Antes de establecer una estructura mecánica real, parecía bastante claro que había un extraño disfrute en tratar de coordinar con un amigo (un amigo que conozca bien el Noby Noby Boy de Keita Takahashi, claro) el movimiento de un retorcido gusano de dos cabeza, y decidimos capitalizarlo.
Redactor
  1. octopus phallus

    El nombre viene (supongo) del pushmi-pullyu, un animal ficticio de los libros de Dr. Dolittle. Un equino con dos cabezas en cada extremo de su cuerpo, una de gacela y otra de unicornio, que estaban siempre enfadadas entre ellas o algo así.

  2. WH4RXOR3

    Pues parece bastante gracioso.

  3. SrVallejo

    Que juego tan genial.

  4. Monty

    ¡Me encanta este locurón! ¡Y esos hombres de Vitruvio son gloria! 😀

    Estaremos atentos.

  5. METALMAN

    Society: solo por recordarme esa pedazo de obra maestra olvidada, ya me he planteado hacerme con este juego.

    @Pinjed : «Entre el asco y el amor: Amistad, wrestling e imágenes perturbadoras»…tan insólito como el film de Yuzna, y posiblemente uno de los títulos más extraños que he encontrado en Anait.

    En fin, que me mola la propuesta y la sigo!

    Saludos!!

  6. elevenVagrants

    Pues yo solo he leido el titulo y he pensado en Pearl Jam.

  7. Happy Cat

    Me encanta saber que Sports Friends está sentando precedentes.

  8. rojovelasco

    Llevo tiempo siguiendolo y la verdad es que me muero por echarle el guante a un early access o lo que sea. Mas eSports es lo que necesitamos, y preferiblemente arcades tan brillantes como este.