El pasado viernes fallecía por culpa de un cáncer a los 71 años
Alan Stone, un empresario norteamericano que no suele aparecer en los artículos sobre la historia de Nintendo pero que tuvo una importancia absolutamente capital en uno de los mayores momentos de desarrollo de la compañía: su desembarco en Occidente. A principios de la década de los ochenta, Alan Stone y su socio Ron Judy crearon la empresa Far East Video, viajaron a Japón, se pusieron en contacto con Nintendo y se aseguraron un acuerdo para comercializar sus máquinas recreativas en territorio estadounidense. En 1982 llegaron a vender más de 60.000 máquinas de Donkey Kong solo en EE.UU., así que el lazo entre los dos socios y la ancestral compañía japonesa se hizo más fuerte y dio origen a Nintendo of America, la división que presidiría Minoru Arakawa, y donde Stone ejercería de cofundador y vicepresidente durante una época de expansión de Nintendo tanto en lo territorial como en lo conceptual, involucrándose en el desarrollo de la NES y llevando sus juegos a los hogares de los americanos.
Alan Stone también tuvo su influencia en Europa: tras acudir en numerosas ocasiones a la ATEI (Amusement Trades Exhibition International) de Londres, la feria de negocios recreativos que luego se convirtió en la ICE Totally Gaming, más centrada en cacharrería para casinos, y consiguió allí acuerdos para introducir en el viejo continente la famosísima máquina PlayChoice-10 que incluía varios juegos de Nintendo. Los años posteriores los pasó ayudando a arrancar a numerosas empresas y start-ups del sector, y en 1994 se convirtió en CEO de Sega Enterprises, la división de Sega dedicada a las recreativas que ahora se llama Sega Entertainment, y allí trabajó hasta 2004. Desde entonces siguió formando parte de diversas plantillas ejecutivas del mundo de la tecnología en compañías del litoral californiano como GPlay, 10-plus Entertainment, Raging River, Platinum Studios o Nanotech. Su última aparición pública fue en 2013, en
una entrevista concedida al departamento de publicidad de la última compañía a cuya junta directiva acababa de incorporarse, Nanotech, y donde un año después se convertiría en jefe de operaciones.
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Q.E.P.D. Vaya currículum tenía el hombre, gracias a él y a muchas otras figuras desconocidas podemos hoy disfrutar de todo esto que conocemos como videojuegos.
Pues que en paz descanse.
Nintendo encontró en Estados Unidos un lugar en el que reventarlo a base de bien y este hombre tuvo su parte de culpa.
Pobre hombre, era muy joven todavía. 🙁
D.E.P., y gracias por todo lo que nos ha dado.
Gracias a él los videojuegos siguen existiendo.
Pobre hombre, no era tan mayor 🙁 También es un poco triste ver la cantidad de personas relevantes en el mundo de los videojuegos que nos son desconocidas. Que descanse en paz.