Cyberpunk 2077 se juega en primera persona, y otros datos de interés

Los polacos de CD Projekt están llevando a cabo una demostración de su pepino cósmico Cyberpunk 2077 en el E3 de Los Angeles, eso sí, a puerta cerrada. Eso significa que hasta que se cumpla el NDA o alguien se la juegue muchísimo y lo grabe en calidad patata no vamos a poder ver lo que allí dentro se está proyectando, aunque sí que están permitiendo que trasciendan algunos datos sobre cómo se juega al asunto después de que en la conferencia de Microsoft nos quedase más o menos claro cómo va a ser la ambientación. Quizá lo más sorprendente, esperando como esperábamos algo con influencias de The Witcher 3 (por razones obvias) y de GTA V (por el tono y la composición del tráiler, claramente rockstaresca), es la confirmación de que Cyberpunk 2077 es un juego que se desarrolla en primera persona. En VG247 encienden el debate sobre si es un FPS, algo que no parece descabellado: primero porque se dispara un montón y segundo porque los FPS de hoy en día a menudo tienen una capa RPG casi comparable a la de un RPG per se. En cualquier caso, dejando de lado etiquetas, no queda claro aún el porqué de esta decisión. Se sabe, eso sí, que cuando toque conducir un vehículo tendremos la opción de seguid haciéndolo en primera persona o en tercera, viendo el coche. Más cositas: el tráiler de hace unos días delata unos niveles de fidelidad más que considerables de Cyberpunk 2077 respecto a la fuente original, Cyberpunk 2020, y eso por extensión significa un montón de cosas que podían empezar a dar por supuestas a raíz del vídeo pero que ahora confirman quienes han asistido a la demostración hands-off del E3. Os hablo básicamente de los tacos, la violencia, el sexo y las drogas. Por lo visto la demo tiene cantidades enormes y muy concentradas de abuso verbal, desnudos, uso de drogas recreativas o de rendimiento y enemigos con el cerebro estallando y las extremidades reventadas. Al parecer los NPCs que, como en The Witcher, nos ayudan de vez en cuando a completar misiones serán susceptibles de ser seducidos y podremos echar un polvo de una noche o mantener una relación sentimental algo más estable, a nuestra elección. Al parecer V, el protagonista, podrá tener el aspecto que nos dé la gana y el género que decidamos. El juego empieza con un generador de personaje de gran margen de personalización, incluyendo ropa que no solo tiene un valor cosmético sino que también juega con estadísticas relativas a la defensa. El resto de característica a personalizar también recuerdan al juego de rol de mesa original, dividiéndose en características típicas de una ficha de personaje como Constitución, Fuerza, Inteligencia, Reflejos, Tecnología y Carisma. Curiosamente no elegiremos clase en el inicio, sino que el juego nos la asignará según las acciones que llevemos a cabo y las elecciones que hagamos durante la partida. En este sentido, también contaremos con un background narrativo, una «trayectoria de vida» que decidiremos al principio y que afectará a nuestra partida más adelante. Habrá evidentemente modificaciones corporales de todo tipo y calado para añadir habilidades activas y pasivas, amén de las que V ya tiene desde el inicio. Una de ellas parece que será el tiempo-bala. Visualmente quienes lo han visto lo tildan de increíble. Hay quien se atreve incluso a situarlo desde ya como uno de los juegos de transición que veremos salir tanto al final de esta generación de consolas como en los primeros pasos de los siguientes sistemas de Sony y Microsoft. Destacan sobre todo el modelado de personajes, la calidad de texturas y una muy subrayada destructibilidad del entorno, que desencadena todo tipo de efectos de explosión, humo, chispas y hasta la trayectoria de las balas deformando el aire y la superficie del agua. De la ciudad, Night City, dicen que están muy marcados los distintos espacios. En VG247 usan una expresión muy gamey que es «mundos dentro de mundos» para referirse a las distintas áreas y barrios de una ciudad que servirá para plasmar la crítica social y política, la desesperación económica y el pesimismo nihilista que caracterizaba a Cyberpunk 2020.