Vamos a hacer unos cuantos disparos

Cuatro consideraciones sobre Battlefield 4

Cuatro consideraciones sobre Battlefield 4 La campaña de Battlefield 4 no es especialmente importante. Es un tutorial del multijugador venido a más, básicamente; un extra para dar empaque al paquete completo, ese en el que el multijugador es el rey. Mi intención este año era obviarla y lanzarme a pegar tiros online lo antes posible, pero quería estrenar mi PlayStation 4 sin las prisas que conllevan estar jugando con más gente. Quien se excusa, se acusa, imagino; el caso es que he jugado con gusto el modo para un jugador de Battlefield 4: y digo con gusto porque me ha gustado más de lo que esperaba, quizá por lo mal que se han portado con la humanidad los Call of Duty. Me cuesta no mezclarlos. Mientras jugaba me han surgido unas cuantas ideas que voy a intentar poner por escrito. Son obviedades, en gran medida, que se cumplen en Battlefield 4 como se cumplen en tantos otros; el cambio generacional me da ganas, sin embargo, de darle un par de vueltas a algunas cosas que podrían cambiar en este y en otros juegos para que la experiencia individual, aun siendo prólogo y toma de contacto para prepararnos para lo que, con suerte, nos va a tener ocupados más tiempo (el multijugador, que en Battlefield seguirá activo, seguro, como mínimo dos años más), sea disfrutable sin complejos y a pecho descubierto, sin tener que reconocer con la boca pequeña y cubriéndose la cara con la mano que hemos disfrutado de matar chinos, que es de lo que va, por resumirlo en dos palabras, Battlefield 4. La guerra: vaya movida No sabría dar más que un par de pinceladas de lo que cuenta la historia de Battlefield 4, y creo que no sólo es por torpeza mía. Después de un principio sensacional, la campaña se convierte básicamente en Super Mario Bros. 3, con mundos temáticos que le sirven al juego para demostrar músculo técnico pero le hacen flaco favor a la narración: entiendo que pasar seis o siete horas en el mismo escenario es monótono, pero tiene que haber fórmulas mejores. Cuatro consideraciones sobre Battlefield 4 Quizá son cosas de la guerra, y quizá por eso todos recordamos Bad Company con cariño: porque hay algo que recordar. Hace unas horas que terminé Battlefield 4, y sé que dentro de una semana sólo me voy a acordar de los momentos risibles: cuando Pac dice «jolín» y «ostras», los numerosos momentos en los que las líneas de diálogo están compuestas por las palabras «vamos» y «venga» repetidas y combinadas de diferentes maneras, la solemnidad de las muertes de algunos personajes que ni nos van ni nos vienen a nosotros, y quizá menos a los personajes que nos acompañan en el juego. Quizá son cosas de la guerra, ya digo, y quizá haya que tener esperanzas en Patrick Bach, productor ejecutivo en DICE, cuando hace no mucho reconocía que «me encantan las franquicias que no se toman muy en serio a sí mismas», refiriéndose a las críticas de algunos jugadores a Bad Company. «Es cierto que, por algún motivo, si quieres hacer un juego para las masas, necesitas ser más neutral con cosas como el humor, porque el humor es muy personal. A alguna gente le encanta, alguna gente lo odia», decía Bach; tampoco pido que cojan a Sarah Silverman como guionista, pero no estaría mal evitarnos disgustos a todos y hacer que lo que nos cuentan esté más o menos a la altura de los tiros, sólidos, emocionantes y divertidos como pocos. No creo que tomarse un poco más a risa la campaña y seguir apostando por un multijugador de hierro sean asuntos enfrentados ni incompatibles. Tampoco es que estén dejando de lado el humor o apuesten por un tono serio y seco para apoyar un mensaje rotundo: sé que he pegado tiros y me lo he pasado bien, pero cualquier poso que me pudiera haber dejado se fue tan rápido como pulsé X para saltar la secuencia de créditos. Los gráficos importan En DICE son especialmente buenos combinando lo visual con lo jugable, y Battlefield 4 no es menos. Además de dar lugar a un buen puñado de escenas fenomenales (cuando un caza vuelca en un portaaviones que se está hundiendo y se lleva por delante a varios soldados, por ejemplo, o las imágenes que forman las luces y sombras en algunos momentos más pasilleros y calmados), los gráficos son parte de la jugabilidad como lo es el botón de disparo. Las explosiones crean distracciones porque levantan humaredas que nos permiten escapar, y las linternas son útiles incluso a plena luz del día porque no permiten a nuestros enemigos vernos con claridad, cegados por el haz. Se pueden sacar tantos ejemplos, reales e hipotéticos, como páginas quiera llenar uno escribiendo sobre ello; el motivo principal por el que está bien que se investigue cómo hacer avanzar los gráficos de los videojuegos, y esto es una obviedad sólo a medias, tiene que ver con cómo lo jugable puede beneficiarse de lo visual, algo que está en el ADN del medio desde el mismo nombre pero de lo que es más o menos fácil olvidarse. En este blog se habla de eso, aplicado a Pikmin 3 antes de su lanzamiento, de cómo al autor le gustaría «que se atrevieran [en Nintendo] a profundizar en este tipo de información [el avance del reloj de la partida] emitida directamente por el entorno , prescindiendo de cualquier información del tiempo en el HUD, solución que sin duda contribuiría a la inmersión en el ya de por sí naturalista entorno gráfico del juego, a potenciar alguna de sus dinámicas y de paso encontrar una justificación, algo que tanto gusta a Nintendo, para el avance en potencia gráfica que va a realizar con Wii U». La cosa sigue avanzando, imagino; no está de más tenerlo en cuenta. Los coleccionables no aumentan la rejugabilidad El primer recuerdo de un juego con coleccionables que le daban una patada directa en las pelotas a la inmersión que tengo (es totalmente arbitrario: seguro que los hubo antes, pero mi momento llegó aquí) es Alan Wake, con esas cafeteras que los diseñadores de niveles quisieron colocar incluso en los momentos más dramáticos y urgentes. En Battlefield 4 hay una serie de coleccionables, y el juego sabe colocar el primero de tal modo que no interfiera de ninguna manera en la escena, de forma casual, pero siembra una semilla infame: ese coleccionable inocente nos lleva en adelante a explorar los escenarios en busca de más, por jodido que sea el contexto en el que estemos metidos (y no son pocos: ya digo que es un juego muy solemne, muy tremendo). Urgencia terrible: un compañero está en peligro y unos soldados, me invento la escena, van a matarle en cuestión de minutos, de la forma más fatal posible; mientras nuestro grupo nos espera en la puerta, esperando a que activemos el script que los pone a correr para salvar la situación, nosotros estamos hurgando en los rincones para buscar un cuchillo clavado en la pared, un chisme que sume a nuestro total de coleccionables. Cuatro consideraciones sobre Battlefield 4Entiendo que en Rayman Legends no van mal, porque ahí, por motivos evidentes, sí añaden un desafío divertido y atractivo; en Battlefield 4, sin embargo, entorpecen el desarrollo de la historia y la hacen cojear más de lo que ya cojea de por sí. Vale que el público masivo quiera historia serias y crudas sobre la guerra contra los chinos, lo entiendo; no me metas, en ese caso, una colección de tokens escondidos que me animen a comportarme de una manera tan boba en un contexto tan poco propicio para pararse a mirar detrás de las cortinas, a ver si encuentro algo. Con lo bien estudiados que están los escenarios de Battlefield 4, sobre todo, chirría un poco más: lo he jugado en difícil, y en más de una ocasión he tenido que utilizar a mi favor el terreno para ganar ventaja sobre los enemigos, algo que me ha gustado mucho. Una pistola llamada pistola Sin ser nada del otro mundo, Resistance 3 es uno de los shooters de los últimos años de los que mejor recuerdo guardo. Sé por qué es, exactamente: usé todas las armas, porque era un juego de tiros muy consciente de que su fuerza debía estar en los tiros, como en un Mario debe estar en el salto. Battlefield 4 es un juego de tiros extraordinario que sabe que su fuerza debe estar en los tiros (de ahí que se puntúen las bajas también en la campaña, añadiendo puntos extra si acertamos en la cabeza, si hacemos bajas múltiples o si eliminamos a un enemigo estando al borde de la muerte), pero las armas importan más bien poco. Hay unas cuantas especialmente buenas, y el resto son perfectamente olvidables: en cuanto pillé los dos rifles buenos, me aferré a ellas durante todos los niveles en cuanto encontraba una caja de armas, muy a mano en las zonas de tiroteos para que escojamos la configuración que más nos guste a la hora de enfrentarnos a las hordas de enemigos. Ni un tiro pegué con la pistola, excepto en cierta escena en que nos obligan a hacerlo y donde, por lo demás, es más un recurso que una herramienta del juego. En Resistance puedes llevar todas las armas que quieras y aquí sólo dos, pero la disponibilidad de las cajas de armas es suficientemente alta como para poder añadir, incluso, un componente estratégico interesante asociado a movernos por el campo de batalla haciendo pit stops en el arsenal para modificar el inventario. Que haya tantos tipos de armas y haga falta tener entrenamiento militar para saber cómo se llaman tampoco ayuda: en Counter-Strike no sé cómo se llaman las armas que uso, sino que sé cómo se usan y que sus atajos son b-uno-dos, b-cuatro-dos, b-cuatro-tres, b-coma-coma-coma-coma.
Esto sí es cosa mía, totalmente, y entiendo que una de las gracias de Battlefield 4 es la manera en que representan las armas y sus variaciones, a veces mínimas para el jugador novato pero abismales para los más expertos, pero de nuevo la comprensible intención de la campaña de servir de introducción al multijugador, donde un arsenal nutrido sí tiene todo el sentido, lastra un poco la experiencia individual. Lo que tengo claro es que si la campaña de Battlefield 4 no es mejor no es porque en DICE no sepan: han demostrado en más de una ocasión que son uno de los estudios con más talento del mundo, pero su posición como creadores de una de las series más famosas del planeta quizá no sea la más ventajosa para arriesgarse más de la cuenta y hacer algo que se salga de lo que todos esperamos del modo campaña de un multijugador con contenido y calidad para aguantar varios años activo. Con todo, ya digo, me ha gustado mucho más de lo que esperaba: mi pataleta tiene más que ver con el potencial desaprovechado que con fallos estructurales más graves, algo de lo que Battlefield, con toda la red de mecánicas que ha sabido tejer alrededor del apuntar y disparar de los shooters de toda la vida, puede presumir sin ningún problema.
Cuatro consideraciones sobre Battlefield 4
  1. Kuu

    Es una pena que, con todos las mecanicas y el desarrollo que hacen, no lo aprovechen para contar una buena historia, que aún pudiendo ser seria y corta, merezca la pena. Pero está claro que eso no es lo que vende en estos juegos…

  2. Epetekaun

    El modo historia me ha gustado más que el de Battlefield 3. Será que que tenía las expectativas muy bajas (o demasiado altas en Battlefield 3), y por ello me ha sorprendido.

    Por cierto, ¿que tal va el online en PS4? Lo digo porque en Xbox One tiene problemas, no puedo terminar casi una partida, mientras juego, muchas veces me manda a la interfaz, es una putada. A ver cuando lo corrigen.

  3. monete del espacio

    Lo de los coleccionables en muchos juegos es absolutamente lamentable. La única explicación que le encuentro a ese hábito de los desarrolladores es querer alargar el juego artificialmente porque de alguna manera hay una norma no escrita que dice: «si el juego es más largo, el juego es mejor».

    Quizá sea una manera de rascar un poquito la nota hacia arriba en metacritic -ningún análisis penaliza los coleccionables mal enfocados- y ya sabemos que la nota de metacritic tiene una influencia brutal.

    Al final único que consiguen es que el jugador esté pendiente de encontrar basura por el escenario, en vez de meterse en la historia.

  4. Klaus Daimler

    Aunque sea mejor que la campaña del BF3 no deja de estar increiblemente desaprovechada, sobretodo cuando hablamos del motor potentissimo que tiene para crear escenas a recordar o rejugar. Como jugué a este y al Ghosts seguidos los comparé en este aspecto. Infinity Ward presentaba escenas más «impactantes» con un motor del paleolítico que DICE que lo tenia todo, como casi siempre, con el viento a favor. Y es una lastima

    Por cierto la pistola del BF 4 es muy buena por su potencia, un o dos disparos y muerto. Mucho mejor que con el fusil y esa gilipollez de tener que soltar un tercio del cargador para matar a un soldado aunque este vista una camiseta corta

  5. Gerir

    @chiconuclear

    Gran artículo, he disfrutado mucho con su lectura, por cierto, hay una errata en…

    «El primer recuerdo de un juego con coleccionables que le daban una parada directa en las pelotas a la inmersión que tengo»

    Supongo que te refieres a patada 🙂

  6. Preacher (Baneado)

    Muy de acuerdo con los coleccionables. En serio, tienen que acabar ya con eso. Uno de los motivos por los que no soporto la saga de Assassin’s Creed (aunque lo sigo intentando muy fuerte) son las putas banderillas, plumas y bragas meadas que hay que ir recogiendo por cada puta esquina.

    Hay algunos juegos como los plataformas o las aventuras familiares que los agradecen, pero en general son un engorro que distrae y se carga la inmersión. Yo en BioShock Infinite debería centrarme en disfrutar del escenario pero en lugar de eso no puedo parar de abrir cajones y papeleras como un desesperado, en busca de morralla que no necesito. Resulta difícil ver el «cuadro completo» del mundo que tienes delante cuando ves por el rabillo del ojo el destello de alguna mierda inútil que no puedes evitar buscar como si te fuera la vida en ello.

    Y muy bien @chiconuclear por acordarte del puto Resistance 3. Se me revuelve el estómago cada vez que pienso en lo cojonudo que es y en lo poco que vendió. Ojalá hubiera vendido 10 millones de copias, a ver si así algún estudio se planteaba alejarse de la sombra de Call of Duty y volver un poco al shooter más sabrosón.

  7. jusilus

    No entiendo la manía de la gente de menospreciar el modo campaña. Yo me lo he terminado en normal y difícil y es espectacular. No pagaría 70 euros por este juego si sólo llevara el MP (ni lo compraría).

  8. SrVallejo

    @jusilus Con todos los respetos, creo que te equivocas de enemigo. El que decidió darle poquisima importancia al modo campaña fueron las desarrolladoras, no el analista.

  9. Víctor Martínez

    @preacher
    La putada de Resistance 3 es que es demasiado mejor que los anteriores, y los que salieran escaldados de allí no le querrían dar una oportunidad. También es demasiado poquita cosa, en el fondo, como para gastarse las perras como dios manda en promocionarlo, así que al final se quedó un poco en tierra de nadie, pero ya digo que me gustó muchísimo más de lo que esperaba.

  10. Cybercalamar

    «Hemos disfrutado de matar chinos» —Anaitgames

  11. darkpadawan

    @preacher dijo:
    Muy de acuerdo con los coleccionables. En serio, tienen que acabar ya con eso. Uno de los motivos por los que no soporto la saga de Assassin’s Creed (aunque lo sigo intentando muy fuerte) son las putas banderillas, plumas y bragas meadas que hay que ir recogiendo por cada puta esquina.

    ¿Pero por qué lo hacéis entonces?

    No, en serio. Tengo curiosidad. Me llama la atención la cantidad de gente que dice odiar los coleccionables… pero luego los colecciona.

  12. Preacher (Baneado)

    @darkpadawan dijo:
    ¿Pero por qué lo hacéis entonces?

    No, en serio. Tengo curiosidad. Me llama la atención la cantidad de gente que dice odiar los coleccionables… pero luego los colecciona.

    Es compulsivo. Si te encuentras un embalaje de burbujas, ¿no te pones a explotarlas? Si te compras un CD, un DVD o un juego, ¿no le quitas el precinto al salir de la tienda, aunque no vayas a estrenarlo hasta que llegues a casa? Si en el Final Fight te sale un pollo asado, ¿no te lo comes aunque ya tengas la vida a tope y no te vaya a hacer nada? Lo de los coleccionables es un poco así. Si no lo entiendes es porque tu personalidad no es así y joder, te felicito por ello porque a veces es una mierda.

  13. Brian

    Totalmente de acuerdo con el último post de @preacher

    Por eso muchos disfrutamos insanamente de los Fallout y su capacidad de aumentar hasta límites insospechados nuestro síndrome de diógenes digital

  14. BÚHO AZUL

    @epetekaun
    Hombre superar la campaña de BattleField3 no es que fuese precisamente un gran reto…
    A mi es que este año ni el CoD ni el BF me han convencido en absoluto, demasiado confiados y conformistas en Infinity Ward y DICE.

  15. flacopecero

    en Counter-Strike no sé cómo se llaman las armas que uso, sino que sé cómo se usan y que sus atajos son b-uno-dos, b-cuatro-dos, b-cuatro-tres, (b-)coma-coma-coma-coma.

  16. Sexmex

    @chiconuclear En relación a lo que comentas de las armas de Battlefield 4, te invito a que veas vídeos de Fonso3Haze (http://www.youtube.com/watch?v=VDt6aavUSsk) Puede que en la campaña no se note mucho la variedad, pero en el multi conocer las diferencias entre las armas es esencial para no ser un manco.

  17. Rand (Baneado)

    Pensaba que era el único que le había gustado mucho más de lo esperado la campaña del Battlefield.

    Por otro lado tanto hablar de lo cansino del COD y este juego pero casi nunca se habla de la poca innovación año tras año de los FIFA.