Call of Duty «volverá a sus orígenes» con la entrega de 2017

Durante la presentación de su último informe financiero, Activision confirmó que el Call of Duty «volverá a sus orígenes» con la entrega de este año. Toca poner freno, parece, a ese rollito futurista que Infinite Warfare llevó demasiado lejos: «Está claro que, para una parte de nuestra audiencia, la ambientación espacial no convenció», explicaba el jefe de operaciones Thomas Tippl. Sin embargo, decir que «no fue el éxito que esperábamos» no significa aquí lo mismo que con otras compañías y con otros juegos. Call of Duty fue la franquicia videojuerguista más exitosa en los Estados Unidos por octavo año consecutivo, en parte gracias a los que siguen jugando a Black Ops III y a ese Modern Warfare Remastered que venía con la edición más cara de Infinite Warfare. Para este 2017, dijo Tippl, toca una nueva propuesta de Sledgehammer Games centrada en «combate tradicional». En las apuestas va ganando Vietnam, claro, por aquello de que el estudio trabajó en un Call of Duty en tercera persona ambientado en ese conflicto antes de cancelarlo y ponerse con Advanced Warfare. Y aquí llega mi parte favorita, como siempre: la de los dos discursos claramente incompatibles. O eso de los desarrollos de tres años —ya sabéis, lo de ir alternando proyectos entre Treyarch, Infinity Ward y Sledgehammer— no es del todo cierto o lo del cambio de estrategia como respuesta al feedback hay que cogerlo con pinzas. En cualquier caso, ya digo, a Activision Blizzard le van las cosas más que bien. Porque además de Call of Duty están Overwatch y Candy Crush, que tienen también parte de culpa en esos dos mil millones de dólares ingresados entre octubre y diciembre; un récord para ese periodo, por encima de unas previsiones que no apuntaban bajo (1800 millones de dólares). El 72% de ese montón de dinero, por cierto, viene de ventas digitales. Sobre las ventas de TMNT: Turtles in Manhattan no se dijo nada.