2014: Redemption (V)

Cosas que tiene la vida, todos los años nos dejamos por el camino un buen puñado de juegos sobre los que queremos escribir, queremos escribir, pero al final nada; este 2014 queremos hacer las paces con los olvidados dedicándoles un espacio en estos últimos días del año. Esta será nuestra redención. Pildorazos de crítica para que leáis entre puro y copa en las cenas navideñas. Que no se diga que no lo intentamos. La Tierra-Media: Sombras de Mordor | por Pep Sànchez Recuerdo más bien poco de Las Dos Torres, pero sí tengo claro que el segundo libro sería el bueno si el juego de Monolith y Warner fuera una trilogía literaria. El arranque de Sombras de Mordor es desconcertante. El clásico sí, pero no: aunque se intuyen las buenas maneras desde el minuto uno, hay algo raro en la posición de la cámara, lo ligero del tono no le hace ningún favor al universo de Tolkien y la cantidad de orcos puede llegar a agobiar. Afortunadamente, las piezas van encajando a buen ritmo. Talion no deja de ser nunca un protagonista de tercera regional, pero cada habilidad desbloqueada suma puntos al sigilo y a la acción. El combate, fusilado con descaro de los Batman Arkham —para nada tan preciso; no mucho menos vistoso y gratificante—, agradece especialmente esos recursos de más, que también enriquecen las historias emergentes del sistema Némesis. Los incansables caudillos y capitanes del ejército de Sauron, cada uno con sus puntos débiles, sus manías y el potencial de convertirse en archienemigo, definen de una forma muy interesante la aproximación y el desarrollo de cada misión. Sin embargo, las horas pesan. Con una trama incapaz de aportar alicientes y un mundo abierto igualmente insípido, el comodín se gasta antes de lo previsto: Horhog el Domador no es tan distinto a Ratlûg el Grajo, que ahí vuelve buscando venganza después de haber sido brutalmente decapitado en los tres duelos anteriores. Honesto y aplicado, Sombras de Mordor es hábil cogiendo de otros lo que necesita para llevar el género a su terreno, pero —y lo deja bien claro en un final desastroso— no sabe aprovechar sus ocasiones para reivindicarse. [7] Desarrolla:  Monolith Productions
Distribuye: Warner Bros. Interactive
Lanzamiento: 3 de octubre
Versión analizada: PS4 Far Cry 4 | por Pep SànchezLa fórmula Ubisoft parecía estar tocada, tras la relativa decepción de Watch_Dogs y el sonado gatillazo de Assassin’s Creed Unity. ¡Ja! Far Cry 4, más que cualquier otra cosa, demuestra que a esa filosofía de diseño megalómana le queda cuerda para rato. La excursión de Ajay Ghale por el Himalaya es reconfortante para el adicto a la misión secundaria, pero no ofrece nada que no estuviera ya en la anterior entrega; mucho más imitación que secuela, el juego no intenta nada que no sea recuperar los aciertos de Far Cry 3. El sigilo bien ajustado y las brillantes ejecuciones, pues, vuelven a aguantar sin problemas una estructura agradable y perfectamente definida. La progresión está más difuminada y las habilidades no se aprovechan tanto como en aquella isla tropical, pero sigue asombrando la facilidad con la que uno pierde la noción del tiempo entre campamentos, cacerías y viajes a ninguna parte. Son trayectos más cómodos, gracias a novedades como el girocóptero y el gancho para trepar por puntos concretos, pero a las zonas nevadas solo se llega con teletransporte; el entorno, como todo lo demás, está algo menos cuidado que la última vez. Es de esos a los que se les perdonan cosas, de los que invitan a seguir sin hacer muchas preguntas ni prestar mucha atención a lo que cuenta; el conflicto entre la Senda Dorada y el excéntrico Pagan Min importa poco como parte de un retrato cultural que palidece ante el que hacía de Bután La Pantera Rosa en Misión Peligrosa. A pesar de los templos, las misiones místicas en Shangri-La, las campanas sagradas y su espiritualidad ornamental, Far Cry 4 no tiene alma. Su triunfo es casi injusto: divierte y funciona mucho más de lo que por derecho debería. [8] Desarrolla:  Ubisoft Montreal
Distribuye: Ubisoft
Lanzamiento: 18 de noviembre Day of the Viking | por chiconuclear Day of the Viking, como Peggle, tiene todas las papeletas para no gustarme. Son juegos orientados a un tipo de jugador bastante distinto a mi perfil: casuales, quizá poco habituados a mecánicas y sistemas más complejos, simpatizantes del teléfono móvil o la tablet como plataforma. Y sin embargo… Como Peggle, también, Day of the Viking sabe exprimir una mecánica bien simple. Combinando el lanzamiento de objetos a lo Angry Birds con algo tan inmediato y visceral como el toqueteo frenético en la pantalla (de la primera forma damos órdenes a los operarios de la catapulta, el arma principal; tocando son los arqueros los que atacan) tenemos que evitar que los vikingos lleguen a nuestra fortaleza y nos la dejen hecha un asquito; a medida que superamos niveles y acumulamos dinero, podemos mejorar de varias formas nuestra capacidad de ataque, para hacer frente a las cada vez más agresivas hordas de enemigos. Es la forma en que se combinan estos elementos, de forma muy orgánica y agradable, para crear situaciones más complejas lo que más me ha interesado de Day of the Viking. Lanzar una piedra hacia arriba y que le caiga en la cabeza a un vikingo; eliminar a un enemigo mientras salta y que haga carambola con otros dos; dejar que se suban unos encima de otros a la entrada de nuestra base hasta que tengamos a uno lo suficientemente cerca como para usarlo como proyectil. En este tipo de detalles está lo genial de Day of the Vikings; me ha parecido, eso sí, algo más difícil de la cuenta, y creo que el ritmo es algo irregular: es un juego un poco más denso de lo que la plataforma en la que está me pide, un rasgo por lo demás muy español, que para algo son de Madrid. No es el juego más rompedor que se ha visto en iOS en los últimos tiempos, pero es un arcade robusto, fenomenal en lo artístico y diseñado de manera interesante. [7] Desarrolla: Vorax Studios
Distribuye: Adult Swim
Lanzamiento: 6 de noviembre