Els carrers seran sempre no(RTS)es

RIOT: Civil Unrest no nos moverá

RIOT: Civil Unrest no nos moverá

Hay una especie de microsubgénero del cine y la televisión que ni siquiera tiene nombre pero a mí me encanta y lo paladeo con gusto cada vez que me lo cruzo: me refiero concretamente a esas imágenes de disturbios y saqueos reales sacadas de informativos auténticos que suelen aparecer en muchas historias del audiovisual cuando sus autores nos quieren hablar de la caída de la civilización occidental, de la pérdida de todo lo bueno y lo bello en la especie humana o incluso del mismísimo fin del mundo (ver, por ejemplo, los créditos iniciales en el remake de Amanecer de los muertos de 2004) en una vorágine de violencia, destrucción y muerte en apariencia irracional. Me gusta porque me parece un uso muy creativo de lo que casi podría llamarse documentación historiográfica y porque no deja de haber cierta ironía en el hecho de que las revueltas ciudadanas contra la injusticia se hayan convertido en imaginería negativa, en el símbolo de una especie de antesala del Apocalipsis, cuando en realidad son todo lo contrario: la democracia tratando de imponer un equilibrio, el pueblo reclamando el territorio que le pertenece, el oprimido tensando sus cadenas. Y es que a la violencia no se le puede negar una cualidad que en el caso de los disturbios funciona en ambos sentidos: es un recurso tan útil como fascinante. Que esto llegue a los videojuegos es, o tiene el potencial de ser, un nuevo estirón en el proceso madurativo del medio.

RIOT: Civil Unrest es un juego del programa Early Access de Steam que lleva cinco años en desarrollo, que trata de reproducir disturbios de distintas escalas y enfrentamientos entre manifestantes policías que se produjeron en la vida real en las últimas dos décadas (las protestas para derrocar a Mubarak en Egipto, los Indignados del 15M en Plaça Catalunya, las revueltas populares en Grecia durante los peores momentos de la recesión, las manifestaciones antiglobalización cuando el G8 se reunió en Génova en 2001) y parte de cuyo presupuesto obtenido vía micromecenazgo estuvo destinado a viajes para que los desarrolladores pudieran ver las zonas donde se produjeron algunos disturbios más o menos históricos e incluso vivir este tipo de situaciones en primera persona. Sus autores, el italiano Leonard Menchiari y un pequeño séquito de colaboradores, parecen querer transmitir la idea de que se toman muy en serio el delicado tema que trata su juego; ya incluso antes de empezar muestran un mensaje en pantalla en el que advierten que han intentado tratar cada evento con el menor sesgo posible. Uno se acomoda en el asiento con este tipo de avisos, se espera un juego con comentario, con cierta intensidad en su reflexión sobre la lucha civil o el control de masas, sobre el interesantísimo campo de minas sociológico que representa analizar el comportamiento de las masas en una revuelta callejera o sobre los límites de la autoridad y su monopolio institucional del uso de la fuerza.

Pero no hay nada de eso.

No sé si por miedo a decir una palabra más alta que otra, por huir de polémicas y controversias respecto a un juego que por definición va a tener interpretaciones subjetivas opuestas entre sí, o porque simplemente no era parte del proyecto… pero el caso es que RIOT renuncia a todo eso y a cualquier cosa que se le parezca. Es una propuesta intelectualmente vacía, ausente, una mera representación gráfica de los disturbios con una breve y vaga descripción del contexto político, sin entrar en detalles importantes, ni antecedentes, ni explicar los motivos por los que la gente salió a la calle. El lenguaje que usa el juego tampoco es todo lo riguroso que debería al referirse al bando civil, y cuesta no dar un respingo cuando en el desalojo de la Plaça Catalunya por parte de los Mossos d’Esquadra en mayo de 2011 se refieren a los manifestantes como «rebeldes».

Supongo que su ostracismo discursivo es una decisión consciente que no se puede reprochar a su desarrolladores siempre que el juego, al menos, sea competente en lo que respecta a su faceta mecánica. El problema es que de momento ni siquiera es un buen juego de estrategia.

RIOT nos permite encarar las confrontaciones desde uno de los dos bandos, los manifestantes o la policía antidisturbios, y el objetivo suele ser mantener la ocupación de un territorio o cruzar una zona para unirse a concentraciones más grandes en el primer caso, y disolver o dividir a las multitudes en el segundo. Cada bando está compuesto de distintas unidades: en el de la policía hay unidades de asalto, de defensa o balística que tienen funciones claras y específicas (cargar a porrazos, defender posiciones con escudos y disolver multitudes con munición diversa, respectivamente); y en el de los civiles la cosa es un poco más arbitraria y en cierto modo orgánica pero esencialmente se dividen se dividen en violentos y no violentos. Los violentos permiten una serie de acciones, como arrojar adoquines y piedras o lanzar cócteles molotov, y lo no violentos pueden usar el megáfono para arengar al resto de manifestantes y aumentar la moral de cara a soportar mejor las cargas, o usar las redes sociales para pedir que acuda más gente. Al final de cada disturbio, independientemente del bando que haya ganado, aparecen marcadores de puntuación no solo asociados a lo estadístico (número de heridos o muertos, por ejemplo) sino también al resultado político del enfrentamiento: la imagen que han dado ambos bandos de cara a la opinión pública. Quizá sea el único atisbo de reflexión que nos regala RIOT: el resultado siempre es binario y la prensa siempre cae en insinuar que unos son los buenos y los otros son los malos.

RIOT: Civil Unrest no nos moverá

Metidos en faena, incluso con varias horas jugadas, lo cierto es que se hace imposible entender qué demonios está sucediendo en esa marabunta de píxeles. RIOT hace muy poco esfuerzo por reflejar sobre el terreno lo que sus cartelitos de alerta nos transmiten (por ejemplo, que alguien está siendo agredido; es imposible saber quién o dónde) y la confusión a menudo llega hasta el punto de no tener ni idea de quién está ganando. Pero el mayor problema del juego se encuentra en el control, en la imposibilidad de seleccionar varias unidades a la vez rápidamente —el clásico cuadrito de selección al arrastrar el ratón aquí se le echa de menos más que a una madre— y en el consiguiente caos derivado de no poder desplazar unidades civiles con más o menos sentido. La formación rígida y de distintos tipos de la policía permite tener relativamente claro dónde están y por dónde dirigirlos pero en el caso de los manifestantes es una masa incontrolable y confusa que tiene cierta coherencia con la realidad pero echa por tierra cualquier posibilidad de hacer de RIOT un juego de estrategia mínimamente equilibrado o divertido. Es un juego que se vuelve antipático más por no saber explicarse bien que por cometer errores.

Va a ser complicado que RIOT: Civil Unrest se saque de la manga un discurso o una tesis sobre el asunto que retrata antes de dar por finalizada esta etapa de Early Access y tener un lanzamiento definitivo, aunque la prodigiosa faceta estética y artística es la gran virtud del juego y el reclamo ideal sobre el que todo se ha construido después, pero aún se está a tiempo de salvar la parte de la estrategia si sus autores se replantean ciertas decisiones de diseño. Desde luego no será tan interesante como un RTS elaborado y bonito que además se moja con temas serios y complejos pero supongo que, puestos a lanzar cantos reivindicativos, menos da una piedra. O una porra.

Redactor
  1. Majin

    @pinjed

    «Serán» en catalán no se acentúa.

  2. ese_broncas

    Resumen… se queda en agua de borrajas!!!
    Tenía buena pinta… pero si no tiene más trascendecia que la del pixel art… no invertiré tiempo en ello

  3. pinjed

    @majinantonio dijo:
    @pinjed

    «Serán» en catalán no se acentúa.

    Cierto, qué oxidado lo tengo. 🙁

  4. Radical Ed

    Qué pena esto. Esperemos que para la versión final hayan mejorado un pegote. Hay juegos que han dado la sorpresa al dar el salto a la versión 1.0.

  5. Pablocirici

    Buen articulo e interesante reflexión, siempre es interesante conocer nuevos proyectos independientes. Lo que comentas es algo que pasa muy frecuentemente y da la sensación que en esto el cine le lleva mucha ventaja al videojuego. Aunque a veces me pregunto si es tan solo cobardía o es que un juego con cierto compromiso social no tendría público o se llevaría demasiados palos en un contexto en el que el gamer gate ha existido, en el que gente se queja de que en anait dicen que el machismo existe o en el que el Gaming ladies es boicoteado. Seguramente sea una combinación de ambas.

  6. wizn

    Este juego es uno de esos Kickstarters que llevan vacilando a los Backers de desde el día 1. Comunicación nula, promesas vacías y mucho trabajo de marketing para engañar a más gente. meteos en los foros de su página de Steam para ver de lo que hablo

  7. Evon

    “Imagina ser anarquista” de bandai

  8. Gausón

    Supongo que han preferido hacer algo ligeramente palatable para todo el mundo a tener mucha «publicidad gratuita» en revistas de contracultura y no vender un cagao. Una pena que el juego, al parecer, sea algo cacote en sí.

    Al final, el target de un videojuego sigue siendo gente que juga a videojuegos. A ver cómo les sale. (Mal)

  9. Majere

    Perroflauta’s simulator.

  10. Majin

    @pinjed dijo:

    @majinantonio dijo:
    @pinjed

    «Serán» en catalán no se acentúa.

    Cierto, qué oxidado lo tengo. 🙁

    Y yo, y yo. Pero lo del «as, es, is, os, us, en, in» se me quedó grabado a fuego.

  11. Selinkoso

    La música me suena a Rage Against the Machine o me estoy dejando influenciar por el concepto?

  12. rott

    No sé hasta que punto es de moralmente íntegro ganar dinero por una obra creada en base a unos hechos sociales y luego hacer un contenido entre lo mediocre y lo carente de mensaje para no ser devorado por los Flanders.

    Ese es el comentario preventivo, si luego sale algo decente pues tal.

  13. Yurinka

    Yo creo recordar que era backer de este juego, y que hace siglos jugué un prototipo. No salía nada de las localizaciones reales, por eso. Ojalá lo acaben pronto.

    @rott dijo:
    No sé hasta que punto es de moralmente íntegro ganar dinero por una obra creada en base a unos hechos sociales y luego hacer un contenido entre lo mediocre y lo carente de mensaje para no ser devorado por los Flanders.

    Ese es el comentario preventivo, si luego sale algo decente pues tal.

    Yo no veo problemas de integridad moral. Por un lado, creo que tienen todo el derecho del mundo a ganar dinero con su obra porque no se vive del aire, y a la gente hay que pagarle su trabajo. Por el otro, encuentro mucho más positivo el dar visibilidad a a revueltas populares, y creo que -creo que discrepando de lo que parece pensar @pinjed – es igualmente válido hacerlo limitándose a narrarlos, sin interpretarlos, juzgarlos o dar discursos. Eso ya lo puede hacer el jugador.

    En todo caso, donde yo quizás criticaría la integridad moral sería en películas o videojuegos que vienen a ser propaganda fascistoide que se usan para fomentar alistamiento al ejército de USA tipo CoD y similares, donde se glorifican y pintan de héroes a soldados imperialistas o policías fascistoides casi siempre estadounidenses debido a que estos juegos se suelen hacer por allí o porque la mayoría de ventas de los juegos de tiros suelen venir de allí.

    Más que por la propaganda en sí, me suelen rallar porque suelen pintar a los de ciertos países/religiones/etnias (de rusos a alemanes, pasando por musulmanes o coreanos) como los «malos» arquetípicos, una suerte de demonios desprovistos de humanidad. Algo que, aunque espero pase en pocos casos, puede desembocar en alimentar el odio de garrulos Trumpeteros a ciertos grupos de personas.

    El deshumanizar al enemigo es una herramienta de propaganda y alistamiento, aunque quizás en este caso supongo que normalmente se hará sin querer, al menos en los juegos.

  14. Gegr is Win

    Vengan pa’ Venezuela.

  15. MiguelRodRic

    Que controlar a los manifestantes sea caótico no le da puntitos extra, al menos a nivel mecánico? Me ha parecido un elemento muy interesante

  16. Roibot

    Me interesaba y podría estar muy bien lo de estrategia asimétrica con mensaje social, pero es verdad que las opiniones que he leido al respecto hasta ahora desaniman bastante.

    A ver que tal sale, pero pinta regular.

  17. cec

    Me gustaría hacer un apunte sobre un tema en relación con este juego que mucha gente seguramente no sabe:

    Yo soy backer de este proyecto a través de indiegogo. Y los que hemos «invertido» en este juego hemos sufrido constantemente una comunicación casi nula por parte de los desarrolladores. El juego ha sufrido incontables retrasos, lo cual a priori no es un gran problema. Lo más gordo de todo es que ahora que ha salido en early access muchísimos de los backers no hemos recibido aún la key para poder jugar al proyecto que pagamos hace ya un buen puñado de años.
    En los foros de la plataforma hemos expresado el descontento y se nos ha ignorado, una vez más.

    Así están las cosas.

  18. Koldo Gutiérrez

    Joder, yo era de los que seguía con atención este juego desde que se anunció, tanto por su delicioso estilo artístico como por el tema tratado.

    Pero fue probar esta versión cinco minutos y darme cuenta de que falla por todos los lados. Pensaba que quizá lo habrían corregido con las actualizaciones, pero veo que la cosa sigue igual. Menudo fail. 🙁

  19. mantra

    Dato curioso, en una de las cutscenes del juego han puesto a Rajoy. No dicen su nombre pero por el contexto de la cutscene y el aspecto del monigote pixel está claro que es él.