Avance de FIFA 14

Hace un año, más o menos, escribía Pep que «es fácil escribir sobre FIFA 13 como juego, da igual de qué, y eso dice mucho a su favor»; con FIFA 14 pasa lo mismo. Sigue diciendo mucho a favor de la serie de EA Sports, cuyo avance y evolución sigue teniendo el juego, la jugabilidad, la relación entre lo que hacemos con el mando y lo que ocurre en la pantalla, como objetivo principal. Mi afición a FIFA sigue todos los años una trayectoria similar: lo espero con muchas ganas, lo cojo con fuerza las primeras semanas y finalmente sólo juego de vez en cuando, siempre con amigos; sin embargo, sé que la forma de vivir los FIFA de un porcentaje altísimo de jugadores tiene más de ritual diario, de paréntesis, de fuente segura de entretenimiento.

Entiendo a los detractores (no sé si podría decir muy alto que los respeto), pero me resulta imposible no apreciar lo que consigue FIFA una y otra vez desde hace unos años, cómo han conseguido diseñar un plan de acción a plazo suficientemente largo como para que, a estas alturas, sea difícil pensar que en el estudio se han quedado sin ideas para mejorar la serie. «Es un juego, ¿no? Tiene que ser divertido», me decía Kantcho Doskov, productor de gameplay, el otro día. Igual es verdad que la explicación más sencilla suele ser la correcta.

En FIFA 14 hay más de una novedad interesante. Algunas son sutiles, como lo que en EA llaman Pure Shot: la revisión del sistema de físicas del balón con la que buscan que cada disparo a puerta, entre o no, signifique algo, se sienta bien. No es algo que se aprecie de un vistazo, pero sí tiene una cara tangible, que afecta directamente al jugador: los tipos de disparo nuevo, con varios efectos y trayectorias añadidas, hacen posible nuevos tipos de gol y nuevos tipos de acercamiento a la portería. El productor me reconocía que «cuando juegas a FIFA 13 a menudo parece que estás metiendo o viendo el mismo gol una y otra vez»; no sé hasta qué punto es una exageración, pero sí es cierto que la variedad se agradece.

Más visual, más tangible, es la Step Based Locomotion, el nuevo sistema de animaciones con el que EA intenta luchar contra la extraña sensación de que los jugadores patinan sobre hielo en lugar de correr pisando con toda su potencia sobre césped. Fue muy interesante, en la presentación, ver un vídeo en el que se explicaba con detalle el funcionamiento de esta nueva técnica; básicamente, el juego puede calcular al vuelo, en función de nuestro input, de la distancia del balón y otras variables, qué animación (de las muchas que se han añadido para la ocasión) hará que el personaje realmente pise suelo, que ajuste la distancia de los pasos para llegar al chute de forma natural y realista, que el peso corporal afecte en la inercia cuando hacemos cambios de dirección o paradas en seco.

Impresiona bastante: en lugar de deslizarse por arte de birlibirloque hasta la posición perfecta para chutar, aquí dan pasitos más cortos, como harían en la vida real, con todo lo que ello conlleva. La velocidad no es constante; hay que tener en cuenta el tiempo de frenado y el efecto que tendrá el peso de nuestro cuerpo; los disparos tienen más sentido, es más fácil asociarlos con lo que sabemos que ocurriría en el mundo real, con cuerpos humanos reales.

Nada supimos de la nueva generación, claro, así que sigue tocando esperar para ver qué tal se las apaña FIFA 14 en PlayStation 4 y Xbox One. De momento, en la actual no parece defraudar: ya habrá tiempo de hablar de las mejoras gráficas (que las hay), de las mejoras en los modos de juegos (que las hay), de las mejoras en el diseño de los menús (que las hay, vaya si las hay) y demás, pero por ahora es difícil no confiar en esta gente. Este año va a ser interesante para los aficionados al fútbol: puede que PES 2014 no salga en consolas de próxima generación, pero teniendo en cuenta que la competición importante va a seguir estando en Xbox 360 y PS3 (tanto por cantidad de jugadores como por aprovechamiento del hardware: cuesta creer que FIFA 14 vaya a ser significativamente mejor en las nuevas consolas) puede que por fin EA Sports vuelva a tener competencia real. Si eso conlleva ánimos nuevos para mejorar todavía más, bienvenida sea.