«Mario… Are you on drugs?»

Max Landis’ Super Mario World, nuestra Jodorowsky’s Dune

Por increíble que parezca, a mí Super Mario Bros., la película de 1993 con Bob Hoskins, John Leguizamo y Dennis Hopper (y Dan Castellaneta, por cierto; la voz original de Home Simpson), me gusta bastante. No me gusta como me gustan otras películas menos malas, pero me resulta fascinante que tan pocos años después del lanzamiento del primer Super Mario, cuando los personajes eran poco más que nada y el Reino Champiñón no era el resort de actividades deportivas y de ocio que es ahora, alguien tuviera la idea de crear una película tan oscura en la que Dennis Hopper hiciera de Bowser. (Lo destaco porque me parece importante.) El director de Easy Rider interpretando esto:

Max Landis' Super Mario World, nuestra Jodorowsky's Dune

La película de Super Mario es una joya sobre la que podríamos hablar durante meses, en fin, y que ha estado sobrevolando el panorama cultural desde su lanzamiento, hace ya 21 años: precisamente para celebrar su segunda década salió un webcomic que servía de secuela, y que el propio John Leguizamo anunció en una proyección especial por el aniversario.

El personaje de Nintendo se ha mantenido convenientemente alejado de Hollywood desde 1993; los que encontramos deliciosas estas traducciones infernales de un medio a otro tenemos ahora un nuevo caramelo que saborear: el guión que Max Landis, el guionista de Chronicle, escribió con 19 años para una película de Super Mario World.

Lo encuentro en Fotogramas, donde avisan de que el guión (que se puede encontrar íntegro en la web de Landis) «no era nada del otro mundo». En el fascinante prólogo que el guionista ha escrito ahora para presentar esta épica historia de 440 páginas asegura que «no puedo imaginar, literalmente no puedo imaginar a nadie lo suficientemente aguerrido como para empezar a leer el guion y llegar hasta el final». No, no he sido yo el que desafíe la imaginación de Landis; he llegado hasta más o menos la mitad antes de que las ganas de escribir sobre todo esto me vencieran. Merece la pena darle una oportunidad.

* * *

Max Landis' Super Mario World, nuestra Jodorowsky's Dune«Echando la vista atrás, no hay manera de que esto sea más que fan fiction», reconoce Landis en el prólogo. Un extracto del guión: «La arquitectura básica es una réplica mucho más grande (pero exacta) de la entrada del castillo de Super Mario 64. La gente champiñón corre de un sitio a otro, ocupados, y Luigi, esforzándose por mantener el ritmo, no para de casi chocarse». El subrayado es de Landis; de alguna forma, leyendo el texto queda claro que su idea era hacer algo asombrosamente fiel al material original: como él mismo dice, da la sensación de que quería ser su Señor de los Anillos, a lo Peter Jackson. También en extensión: 436 páginas. «Esto no es una película, es un manifiesto. Nunca se ha producido una película en Estados Unidos con una longitud de 436 páginas», escribe.

A pesar del énfasis que Max Landis pone en dejar claro que el guión es una auténtica mierda (nota: lo es, en general), no me da vergüenza reconocer que me parece una lectura encantadora. No, no es mucho más que un fanfic relativamente compacto, pero se empieza a ver el guionista que Landis acabó siendo; tiene asperezas, pero de alguna forma retorcida no es imposible interiorizar la lógica demente de lo que se nos cuenta y emprender una lectura fascinante. La historia es más o menos así: unos años después de que Peach, en la Nueva York del mundo real, desaparezca, Mario le enseña a Luigi una entrada secreta al Reino Champiñón, el sitio mágico en el que la ahora princesa Peach vive; desapareció del mundo real porque se mudó a otro. En el Reino Champiñón, Mario es visto como un héroe: salvó el mundo dos veces, conquistó la tierra de los Bob-ombs, cruzó «el gran mar de Muchunga para derrotar a las criaturas de Isla Dinosaurio» y creó el cuerpo de policía de Ciudad Champiñón. Esto es literal.

Como todo fanfic en condiciones, el guión de Super Mario World es extremadamente detallista en todas las partes en las que no tiene por qué serlo: si Nintendo no da ciertos detalles de sus personajes es porque no tiene sentido darlos, algo que los aficionados que escriben relatos no suelen tener en cuenta. En el caso de Landis hay varios puntos brillantes. Por ejemplo: Mario y Luigi son hermanos, pero, al contrario que en la película de 1993, no se apellidan Mario; sus nombres son Mario Cassavettes y Luigi Cassavettes. Daisy se apellida Miyamoto; Peach se llama Patricia Kline.

Hay momentos en los que Super Mario World podría ser perfectamente la película de Super Smash Bros.; por momentos, parece casi un guión profético. Ya en los primeros minutos, por ejemplo, aparecen Samus («una mujer bajita y rubia», describe Landis, «vestida con una camiseta roja y una falda amarilla, con unos cascos verdes»; es la secretaria de Luigi), el perro de Duck Hunt y Ness, que es uno de los alumnos de las clases de artes marciales de Mario. ¿No os había dicho que Mario es profesor de artes marciales? «Enseño hapkeido, capoeira, judo y estoy aprendiendo algo de jinjitsu», dice. Si avanzamos un poco, la familia Kong se presenta al completo, con sus nombres reales, por cierto: Donkey Kong se llama Samala; Diddy es Damar; el puto Funky Kong, que tiene un papel sorprendentemente importante en la película, se llama Etro. Los Kong, a todo esto, usan argot negro norteamericano. ¿Cómo de racista es eso?

Max Landis' Super Mario World, nuestra Jodorowsky's Dune

Usad el buscador y experimentad con los nombres de personajes de Nintendo, y es probable que tengáis éxito: Bullet Bill, Belome (un personaje de Super Mario RPG), Quizmo (de Paper Mario), Wario, Kirby y quizá el más chiflado, Banjo, de Banjo-Kazooie, que aparece sin ningún motivo al final de la película. Se puede leer en el guión: Banjo «se da la vuelta, el último cameo de la historia y el más descaradamente dirigido a los fans».

¿Y qué clase de fanfic no se tomaría su tiempo en explicar más de la cuenta detalles de la lógica interna de un mundo como el Reino Champiñón, me pregunto? Por supuesto, Landis dedica varias páginas a dar explicaciones. Página 48 en adelante:

MARIO

Aquí la física nos favorece. A los humanos, digo. Toda la realidad está diseñada para la dominación humana.

LUIGI

La gravedad, debe de ser que la gravedad es menor o…

MARIO

¿Entonces por qué ellos no pueden saltar como yo?

LUIGI

Probablemente sean hiperdensos, o…

MARIO

(alzando en brazos a un hombre Champiñón, que inmediatamente hace un gesto a sus amigos para que hagan una foto)
¿Entonces cómo es que puedo cogerlos tan fácilmente?
(sonrisas para la foto del hombre Champiñón, y luego lo deja en el suelo. Luigi murmura algo)
Mira, no sirve. No puedes deducir nada.

Luigi habla entre dientes, pensando.

MARIO

Te lo digo, Luigi, vas a tener que dejar el pensamiento lógico sobre la naturaleza de esta realidad; por aquí todo eso solo va a acabar confundiéndote. Agárrate, tío. Ni siquiera has hecho la gran pregunta aún.

LUIGI

¿La gran pregunta?

MARIO

Sí.
(adopta un tono bajo, confidente)
Si esta es una realidad completamente diferente, entonces, ¿cómo es que todo el mundo sabe inglés? ¿Por qué se llaman a sí mismos “Champiñones”?

* * *

Max Landis' Super Mario World, nuestra Jodorowsky's Dune

Este año se estrenó Jodorowsky’s Dune, un documental de Frank Pavich en el que se repasa la historia de esa película basada en Dune que tuvo ocupado tanto tiempo a Alejandro Jodorowsky; esa en la que estaban metidos O’Bannon, Giger, Moebius, Dalí, Mick Jagger, David Carradine. Una película de la que no queda mucho: el testimonio de los que participaron en su preproducción y siguen vivos, el gigantesco libro que Jodorowsky y su equipo armaron y en el que detallan plano por plano todo lo que iba a ocurrir en las 14 horas de metraje y, ahora, el documental de Pavich.

Este documental es una de las mejores películas que he visto últimamente. Salvando todas las distancias, esta Super Mario World de Max Landis me hizo pensar en una versión adolescente y del siglo XXI (debía de ser 2003 o 2004 cuando escribió el guión) de la Dune de Jodorowsky. El de Landis es un guión ambicioso y demenciado, sin mucho sentido y en última instancia irrealizable; me gusta que haya tenido el valor de mostrar en público una pieza como esta, un ejemplo de trabajo previo del que la mayoría se avergonzarían.

Decía Jodorowsky al final del documental que le gustaría ver su Dune realizada como película de animación. Escribe Max Landis en el prólogo a su guión de Super Mario World: «Siendo honesto, me encantaría jugar este guión en un nuevo juego de Mario, realista y al estilo de Uncharted. Me encantaría ver cómo se diseñan ciertas escenas». Es una idea tan espantosa como escribir un guión de 440 páginas basado en un videojuego de plataformas, con escenas de acción, canciones y todo tipo de cameos desastrosos. Me encantaría que existiera.

Los dibujos son de Darren Calvert; se pueden ver en la web de Max Landis.

  1. Ezquerro_

    De alguna manera me imagino este guión representado como Dogville/Manderlay, y estoy seguro al 100% de que vería la película bien a gusto.

  2. RoNiN

    Sería la película más interesante que pisaría una sala de cine en años!

  3. JuslibolLord

    tal y como esta jolibú ahora, que tontee con estas cosas, que te hacen una heptalogia más bien que todas las cosas

  4. juandejunio

    Pero que tremendo, lectura obligada para el fin de semana.
    Y que tremendas ilustraciones.

  5. borre

    Es leerto esto, y acto seguido explotarte la cabeza.

    Gracias por esto @chiconuclear , no tenía ni idea de que podría existir algo así.

  6. Koldo Gutiérrez

    Justo el otro día estuve recordando con un amigo y reviendo algunas escenas de la peli de Super Mario. Y lo cierto es que el guión de Landis no se aleja taaanto de la mierda de Hopper y cia.

    Y lo de Banjo tiene bastante sentido: es un personaje que no le interesa a nadie, os pongáis como os pongáis.

    En fin, esto me ha recordado que aún tengo pendiente el documental sobre Dune.

  7. Scanliner

    ¡Qué maravilla! Me parece súper bonito que el mozo enseñe esto. No hay nada inútil, y juzgando por el trozo de conversación entre Mario y Luigi, por lo menos le puso ganas e intentó mantener cierta coherencia narrativa. Hay blockbusters que no intentan ni eso.
    Lo de la importancia de Funky Kong me ha matado.

  8. Miguel Ángel

    Que metal al puto Jack Black a hacer la siguiente peli como director, guionista e interpretando al mismísimo Mario. No sólo compraría entradas para la peli, es que compraría acciones.

  9. superjavi128

    Enemigos hiperdensos, por eso no saltan tanto…jajajaja😂😂😂Muy bueno!

  10. El Jugador Medio

    A mi también me gustó la peli de SuperMario. La vi en el cine, y tengo buen recuerdo. Y ahora que me fijo, es probable que hoy día esté llevando unas Reebok por esa peli.