down in your soul

oOku es un álbum conceptual interactivo con aventura gráfica

oOku es un álbum conceptual interactivo con aventura gráfica

Cuando un señor ve un first person walker al estilo Dear Esther (o cualquier tipo de producto que cuestione ciertas costumbres de un medio) y afirma, con mala cara, que eso no es un juego, en realidad lo que está haciendo es la ofensa más dura y brutal que se puede aplicar contra una obra: despojarla de la condición en la que esa misma obra decide catalogarse. Mucho más grave es decir «esto no es ni una película» que «esta película es muy mala»; es la voluntad de destruir la obra pero también el vínculo cultural que utiliza para relacionarse con el espectador.

Ese reproche malévolo, ese hacer el vacío con desprecio, también esconde algo positivo: la certeza de que las líneas que separan los medios están diluyéndose a marchas forzadas, que las categorías se quedan pequeñas y los formatos se comunican entre sí en un caldo creativo y experimental susceptible de darnos alegrías y cosas bonitas. Una de ellas, por ejemplo, pueden ser los discos conceptuales que buscan la interactividad y terminan desembocando en algo muy parecido a un videojuego, como fue el caso de Fernweh3D de Termotank o el más reciente oOku, del que hablamos hoy.

oOku es el nombre del disco/juego/cosa pero también de la banda/desarrolladora que lo ha llevado a cabo. Formada por tres tipos —el programador Odan O. Kupfer, el músico Andi Bissig y el artista gráfico y guionista Nathan E. Copper—, oOku se denominan «un colectivo de net art colectivo inconsciente» con cierto tono de socarronería, y dedican la mayor parte del tiempo a diseñar juegos musicales y páginas web para otros grupos de música. Pero oOku, la obra, es algo bastante más ambicioso de lo que han venido haciendo hasta ahora: un álbum conceptual interactivo y con historia donde la idea es nada menos que navegar los sueños.

Su apariencia tiene un parentesco más evidente con el videojuego que otros proyectos similares, al menos en lo visual: se parece mucho a una aventura gráfica point and click de resolver puzles, y en ese sentido el lado más experimental está en el interior de sus mecánicas y en su tejido temporal, y no tanto en los gráficos o los parajes plasmados en pantalla.

El onirismo de oOku no está pensado como la vivencia de un recuerdo difuso o como una alucinación a la que asistimos como espectadores, el típico flashback borroso de tantos juegos, sino que tiene una vertiente creativa: la sensación de que estamos construyendo la historia a medida que avanzamos, la impresión de que todo el entorno y el sonido contribuyen con piezas distintas al proceso de completar unos rompecabezas enmarcados en una lógica propia e irreal. Y hay algo que también refuerza el vínculo con nuestro medio: la posibilidad de fallar.

Con un sistema de rebobinado y avance rápido del tiempo, oOku nos permite circular por la experiencia o volver a intentarlo echándonos a dormir y empezando de nuevo, y su compleja estructura se las apaña para que las canciones —de un estilo melódico y vocal que se podría comparar con ciertos temas de Radiohead—, que también sufren la alteración en el tiempo y el espacio (al cambiar de espacio cambia también la canción), se alineen con lo que está sucediendo en pantalla en una unión que estimula distintas partes del cerebro del jugador al mismo tiempo. Al coleccionar los temas, y las versiones invertidas que algunos ocultan, podemos descargarlos en mp3 y escucharlos fuera del juego en un último gesto dirigido a jugadores más que a oyentes: el completismo.

oOku es un álbum conceptual interactivo con aventura gráfica

La clave del acierto de oOku, o al menos de la demo que se puede jugar en itch.io hasta que esté terminado, es la manera en que encauza su propio espíritu experimental a través de un tipo de música accesible y muy ambiental y de componer la parte interactiva del disco echando mano de algunas convenciones del género de la aventura gráfica, delimitando su propia libertad creativa en un formato prácticamente inexplorado y en despojándose de toda esa grandilocuencia típica en los proyectos de corte renovador. Melodía, letra, tiempo, historia y lógica es todo lo que uno necesita entender para avanzar. oOku es, o parece que va a ser, como los sueños: emociones simples en estructuras complejas.

Redactor
  1. DrTenma

    Me parece muy interesante la propuesta, no sé en qué se quedará después pero a priori me llama mucho la atención.