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Mes Mini #26: Super Mario Bros. 2

Mes Mini #26: Super Mario Bros. 2

Mi Super Nintendo venía con Super Mario All Stars, como tantas. Me la regalaron en 1993: el cartucho incluye los cuatro juegos de Mario para NES, pero no Super Mario World. Hay un momento en la vida para cada cosa: enamorarse de Super Mario Bros. 2 es algo que me resulta impensable sin la fuerza de voluntad que se tiene a los cinco años. Me refiero, claro, al Super Mario Bros. 2 que se publicó en Estados Unidos y Europa, muy distinto del japonés.

Todo el mundo conoce la historia, pero la voy a resumir de nuevo: en 1987, el canal japonés Fuji TV (de televisión, no de YouTube; eran otros tiempos) celebró un gran evento promocional para dar publicidad a la programación que iban a emitir ese otoño. El evento se llamó Yume Kojō ’87, algo así como Fábrica de Sueños 87, una gran celebración centrada en la tecnología y cómo podía sugestionar a la imaginación e inspirada por una visita reciente de varios responsables de Fuji TV al Carnaval do Brasil. Fue un gigantesco festival en el que hubo actuaciones musicales, zepelines y videojuegos. Para el evento se crearon unos personajes arabescos que viajaban en alfombra voladora y tenían shaylas y turbantes y babuchas; el canal llegó a un acuerdo con Nintendo para crear un videojuego basado en esos personajes del festival, y Shigeru Miyamoto, que estaba haciendo la secuela de su exitoso Super Mario Bros., acabó encargándose de convertir una demo técnica (creada para experimentar con el scroll vertical) en Yume Kojō: Doki Doki Panic, que se publicó unos días antes del gran evento. Doki Doki Panic es un juego raro porque está basado en unos personajes que dejaron de tener un propósito al mes y pico de su presentación: el festival Yume Kojō ’87 empezó el 18 de julio de 1987 y terminó el 30 de agosto, y ahí llegó su fin.


Es en el juego en el que nos enteramos de que Doki Doki Panic es una especie de cuento de Las mil y una noches hecho videojuego. Una familia árabe encuentra un libro; en él se cuenta la historia de un país lejano, Mu, en la que el clima depende de los sueños. Para asegurarse de que el tiempo siempre es bueno (imagino que para que las cosechas fueran generosas, o algo así), los habitantes de Mu inventan una máquina gracias a la cual sus sueños siempre son buenos, pero la paz se ve alterada cuando un sapo llamado Mamu perturba la máquina para que provoque únicamente pesadillas. Los habitantes de Mu consiguieron descubrir el único punto débil de Mamu: los vegetales, que podían usar para derrotarlo e impedir que siguiera alterando su Máquina de Sueños. En este punto de la historia, Poki y Piki, hermanos menores y gemelos de la familia árabe, se pelean y arrancan por descuido la última página del misterioso libro; liberado del final del cuento, Mamu secuestra a los gemelos y los encierra en el cuento, y detrás de ellos van sus hermanos mayores, Imajin y Lisa, y sus padres, decididos a salvar a los pequeños y liberar a la tierra de Mu del malvado sapo. Ellos deben escribir el final del cuento.

Mientras Miyamoto trabajaba en Doki Doki Panic (y, antes, en The Legend of Zelda), delegó parte del trabajo de Super Mario Bros. 2 a otros diseñadores para compaginar los dos proyectos. «Dejé el mando, impactado por cómo Miyamoto había decidido diseñar un juego tan doloroso», cuenta Howard Phillips, histórico de Nintendo of America y uno de los encargados en la década de los 80 de decidir qué novedades de Japón merecía la pena traducir y publicar en Estados Unidos, en el libro dedicado a nuestro Super Mario Bros. 2 que publicó Boss Fight Books. Super Mario Bros. 2, el original japonés, era una continuación muy directa de la primera parte que ofrecía nuevos niveles más difíciles para los jugadores que buscaran desafíos más complicados que los que había en Super Mario Bros. Es un juego insoportable aunque irresistible. Phillips ya había jugado a, y se había enamorado de, The Legend of Zelda en ese momento, y a su lado la secuela de Super Mario Bros. no acababa de encajar. «Impresionado por lo oscuro y severo que era el supuestamente divertido Super Mario Bros. 2, compartí inmediatamente mis pensamientos con Mr. Arakawa», el primer presidente de Nintendo of America. «A su típica manera estoica, Mr. Arakawa simplemente agradeció mis comentarios. A esas alturas, era muy consciente de las diferencias culturales internas en Nintendo que hacían que las malas noticias se conocieran pero no se mencionaran».

Mes Mini #26: Super Mario Bros. 2
Nintendo necesitaba cubrir el hueco que había dejado Super Mario Bros. 2, y necesitaba cubrirlo con una nueva secuela de Super Mario Bros., una continuación alternativa que fuera más apetecible para los gustos americanos. Decidieron adaptar Yume Kojō: Doki Doki Panic para convertir a sus protagonistas en Mario, Luigi, Peach y Toad; en lugar de la familia árabe del festival publicitario (aunque parezca raro, Doki Doki Panic es un poco Pepsiman), los nuevos sprites eran un fontanero bigotudo, su hermano, una princesa y una criatura a la que mi madre siempre ha llamado setín, así que setín se queda. Howard Phillips jugó a Doki Doki Panic el mismo año en que consiguió que The Legend of Zelda se publicara en Estados Unidos; cuando recibió una copia del nuevo Super Mario Bros. 2 occidental se dio cuenta de que era «el remake de un juego de Famicom que había revisado el año anterior»; le pareció divertido, se lo comunicó a Arakawa y se tomó la decisión: esa iba a ser la secuela de Super Mario Bros. en Occidente.

Por eso nuestro Super Mario Bros. 2, que acabó lanzándose en Japón como Super Mario Bros. USA (a cambio, nosotros recibimos el suyo como Super Mario Bros.: The Lost Levels, que encajaba a la perfección en Super Mario All Stars), es un juego tan enigmático. Para derrotar a los enemigos no hay que saltar sobre ellos; en su lugar, los personajes pueden extraer verduras del suelo y lanzárselas, o coger a los propios enemigos y estamparlos los unos contra los otros. Los niveles tienen un diseño complejo y que desafía constantemente a la lógica de Super Mario: hay que avanzar y retroceder y subir y saltar, abrir puertas, conseguir llaves, resolver puzzles. Tiene cosas realmente raras: las pociones que crecen en el suelo y que, al estamparlas contra el suelo, dejan paso a una puerta que lleva al reverso de la pantalla, donde en el suelo crecen monedas y hay setas que te hacen más grande. El juego salió un año antes de que se lanzara la Game Boy, pero hay un guiño al futuro en las imágenes que presentan cada nivel, que podrían ser sepia pero imitan el verde pantanoso de la pantalla dot matrix de la portátil. La versión de Super Nintendo amplía la psicodelia del original añadiendo detalle a, por ejemplo, las cabezas de águila que engullen a los personajes al final de cada nivel, pero ya era estrafalario en NES. Seguramente sea el juego de Mario más extraño y erróneo que pueda existir, dejando de lado hacks y clones delirantes; no solo no se creó pensando en el fontanero, sino que Mario acabó ahí de rebote, atrapado en un cuento que no era el suyo cuando Howard Phillips arrancó la última página del lanzamiento americano del Super Mario Bros. 2 japonés (que acabó reeditándose en Super Famicom con el subtítulo For Super Players).

Mes Mini #26: Super Mario Bros. 2El drama existencial de Waluigi, que solo existe porque a Mario le dio por jugar al tenis, se queda en nada comparado con los de Birdo o Shy Guy, personajes ahora icónicos del universo Super Mario pero que solo recordamos porque había que cumplir con el consumidor occidental y un fontanero italoamericano que existe casi de milagro invadió su mundo, condenado a la ir relevancia porque sus personajes solo existían para ser reclamo de un evento publicitario gigantesco. Son personajes reciclados de un advergame creado para un evento de alcance limitado. Super Mario Bros. 2, el nuestro, es uno de esos juegos imposibles de los años 80, ese Salvaje Oeste del que conservamos tantas obras maestras sucias, feas, brutales y sin sentido.


Aprovechando el lanzamiento de NES Mini, repasamos sus treinta juegos dando pinceladas de sus desarrollos, su repercusión y lo que podemos aprender de ellos hoy. Un nuevo artículo cada día, de lunes a domingo.

  1. Long Drong

    Que por cierto, gran port para GBA con secretos, enemigos gigantes, voces…

  2. Oldsnake

    Y es uno de esos raros juegos que aguantan sin sudar el paso del tiempo, un imprescindible sin duda.

  3. Deses

    Jugué a Super Mario bros for Super Players antes que a éste (a través de GBC) y cuando llegué a éste me pregunté cómo podía llamarse Super Mario bros con ese estilo de juego. Pasaría un par de años más antes de que me enterara de que el SMB2 concebido como «2» ya lo había jugado.

    Una motivación que me parece relevante en este título es que Mario se estaba quedando atrás. Mientras que otros personajes d eotras compañías no dejaban de recibir secuelas, la mascota oficial de Nintendo estaba pasando «demasiado» tiempo sin un juego propio y corría el riesgo de caer en la irrelevancia. De ahí que hubiera urgencia de crear un SMB2 para América y Europa.
    En Doki Doki Panic también salía otra cosa en vez de pociones para abrir las puertas pero no recuerdo qué era. ¿Quizás lámparas mágicas?

    @petete_torete
    Es que está mucho mejor hecho que el SMB2 «oficial». Ése era un reciclaje de mecánicas que tiraba por la ventana el diseño de niveles y el buen hacer del primero en nombre del desafío. Simplemente no era justo. No era bueno. Y menos por 50 napos.

  4. juandejunio

    Siempre le tuve un poco de rechazo cuando niño, nunca me enganchó, encontraba que «retrocedía» un poco en relación a Mario Bros 1: los personajes eran mas lentos, mas pesados, la movildad era distinta.

    Que bueno que maduré y este año lo compré para la 3ds y lo he terminado ya varias veces 😀

  5. Rocks

    A mí me encantaba de chaval. Creo que más que el Super Mario Bros 1.
    El rollo de tener 4 personajes, cada uno con sus peculiaridades, y, sobre todo, el tema de los «secretos» que de pequeño me flipaban y no me explicaba cómo alguien podía descubrir eso.

    Hace años que no lo revisito, así que no tengo ni idea de cómo habrá resistido el paso del tiempo, pero sí puedo asegurar que la BSO lo ha hecho de maravilla 🙂

  6. visualmethod

    Para mí este juego será siempre el del salto de Luigi pataleando, un añadido posterior de Miyamoto para compensar la física jodida que le había tocado al personaje. Un clásico.

  7. Bababú

    Lo curioso de este juego también es que aparece el primer personaje transgénero de los videojuegos: Birdo. https://es.wikipedia.org/wiki/Birdo

  8. alexman85

    @ayaxsoul dijo:
    La Nes-Mini debería venir con los artículos del Mes-Mini como manual impreso por defecto.

    Yo estoy por imprimir los artículos y encuadernarlos con lo que, como mínimo, se merecen: papel fotográfico y tapa dura.

  9. Gegr is Win

    @petete_torete
    Necesitas los .doc originales? Así tengo una excusa para acomodar los 11 primeros.

  10. Gegr is Win

    @ayaxsoul
    @petete_torete
    Allévoy!

  11. Capdecanoa

    Joder, nosotros nos volvíamos locos con eso de tener cuatro personajes con cuatro formas de jugar. Veníamos de pasarnos el 1 cientos de veces y esto fue una explosión termonuclear de posibilidades en nuestros mandos. ¡Peach «volaba»! ¡»Volaba! Lo de caer con estilo aún no estaba de moda y para nosotros aquello era volar. No recuerdo habérmelo pasado de nano, pero sí el impacto que me generó ver algo que no parecía una continuación aunque en el cartucho ponía que sí, que aquello era el 2. Cosas del intertexto videolúdico y la narratología, imagino.

  12. BoKeRoN

    El tal Howard Phillips está a un apellido de ser ÉPICO.

  13. Richi

    Es curioso como un juego tan bueno podía haber salido de un «advergaming». Lo único que la etiqueta de Mario le queda ligeramente rara. Por un lado lo juego y parte de mi lo asume como un juego de Mario más, pero por otro noto como que algo no termina de encajar

  14. Tinyturrets

    El verdadero drama habría sido que no lo reciclasen. Imaginad que nunca lo hubiéramos conocido. Ahora sería poco más que un oscuro juego de culto, como Mr. Gimmick.

    @ghostpredator95
    Tanto ahora como de pequeño, a mí siempre me ha encajado dentro de los marios. Piensa por ejemplo, en la diferencia entre Mario Bros. y Super Marios Bros. Nada que ver.
    Super Mario Bros. 3 bien pudo ser uno rollo Castlevania, y nos habría dado igual.

  15. Deses

    @bokeron
    A mí me parece de locos.

  16. nekomajinz

    Juegazo que en su momento nadie supo que no era realmente un juego de mario. Todos pensamos que era lo siguiente jajaja

    Como llegamos a odiar a birdo. Jajajajaja

  17. Epetekaun

    Un Mario muy atípico, pero muy divertido, y que ha aportado cosas interesantes a la saga. Y gráficamente era-es maravilloso. La saga le debe mucho que agradecer al Doki Doki Panic.
    Y tenemos a los Shy Guy, de los personajes más simpáticos de toda la saga, unos enemigos 100% adorables.
    Este juego, junto con otro Mario atípico como es el Sunshine, suelen recibir palos que no merecen, por el hecho de ser diferentes.

  18. Sams

    ¡Artículo TOP! Pese a que es un juego raro y difícil tiene ese nosequequeseyo que lo hace único por lo loco de su desarrollo y cambio de nombres según la región. Historia pura.

  19. nelo

    A mi me encanta. No es un Super Mario, pero horas de vicio en su dia se encargaron de eliminar cualquier atisbo de imparcialidad en mi juicio. Y brindo por ello 🙂

    Salud!

  20. DrTenma

    De pequeño, en la NES, este juego siempre me pareció raro y que no encajaba con mi idea de ‘Super Mario Bros.’ Con ‘Super Mario All Stars’ aprendí a quererlo en su justa medida. Es un juego divertido, raro, pero divertido, y nos enseñó cómo saltaban Peach o Luigi.

  21. Jade_Knight

    A ver si un día de estos le da a Nintendo por marcarse un New Super Mario Bros. USA.